Capitalismo y Alienacion

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Universidad de Chile

Facultad Filosofía y Humanidades

Seminario “Lectura de los Grundrisse”

Desarrollo de la Alienación en Marx: Una lectura  de los Manuscritos de 1844 y los Grundrisse

Profesora: María José López

Estudiante: Matías Guerra

Fecha:19/12/2017

Resumen

El presente trabajo tiene como objetivo abarcar de forma sistemática el desarrollo de la noción de alienación desarrollada a lo largo de la obra de Marx, específicamente partiendo desde los Manuscritos Filosófico-Económicos de 1844, y comparando aquella noción de alienación con la lectura hecha a partir de los Grundrisse. En la línea de lo planteado por Martín Nicolaus en el escrito “El Marx Desconocido”, se evidencia que el análisis del dinero que hace Marx en los Grundrisse da un salto cualitativo comparado con las ideas desarrolladas en los Manuscritos de 1844 sobre el cambio alienado. Ya no se detiene en este punto para lamentarse de la alienación de los individuos, unos de otros y cada uno de sí mismo, lo cual es resultado de las relaciones de cambio burguesas, sino que pasa a examinar esta forma de las relaciones sociales dentro de una perspectiva histórica y política. Esta nueva concepción, igualmente muy permeada por el método dialéctico tomado desde Hegel, profundiza las aportaciones hechas en su juventud, recalcando ahora la importancia de conceptos como totalidad y relación. Es así como se otorgan nuevos elementos teóricos al debate, los cuales serán motivo de análisis y crítica, viendo de qué forma se da la alienación y la importancia que tiene la alienación en cuanto a la comprensión de las sociedades capitalistas modernas, y las distintas consecuencias de derivan de estas distintas concepciones de la alienación en ambos textos mencionados.

Introducción

Los manuscritos de filosofía y economía, en conjunto con los cuadernos de París, de la mano con la teoría de la enajenación allí expuesta, constituyen uno de los hallazgos más interesantes y a la vez disruptivos en la historia del marxismo. A su año de su publicación y divulgación, 1932, ya había ocurrido el hito más importante en la historia del comunismo: la revolución rusa. La publicación en sí, por parte del MEGA, pasó bastante inadvertida, principalmente por las circunstancias históricas bastante agitadas las cuales se vivían en aquel momento, como por ejemplo el ascenso del nazismo, la consolidación del estalinismo y la ortodoxia marxista, y la anticipación de una probable guerra mundial. La verdadera “explosión” de estos manuscritos pasa ya por los años cincuenta y sesenta, en los cuales ya la civilización moderna había pasado por dos guerras mundiales, y uno de los genocidios más horribles en la historia de la humanidad de la mano del nazismo y Stalin. En este sentido pesimismo y sentido generalizado de devastación, los manuscritos del 44 muestran una teoría humanizante, que contrarresta y propone una salida emancipatoria a los hechos macabros y “antihumanos” de los últimos años. (Sánchez Vázquez, 1995) Marx con su comprensión de la esclavitud bajo la cual estaba sumida el ser humano en tanto especie, que se basa principalmente en la enajenación, le mostró a ésta al mismo tiempo un haz de luz que los dirigiría hacia su salvación. Esta nueva faceta descubierta de Marx, considerada antropológica, humanista, es desechada por completo por el “marxismo oficial”, especialmente aquello relacionado a la teoría de la alienación, considerándola una aporía en la teoría marxista, postulando que existía una diferencia tajante entre el Joven Marx, considerado aún “ideológico”, y el Marx maduro, científico y portador de la verdad de la economía política. Haciendo caso análogo a los dichos de Lenin, que decía que ninguno de los marxistas había entendido a Marx por no haber leído a Hegel, probablemente ningún marxista anterior a 1932 comprendió de manera íntegra la alienación, al no haber leído los manuscritos de 1844, y por ende no comprendió la teoría marxiana en toda su magnitud. Por último, cabe preguntarse, ¿por qué tanta importancia a esta obra incompleta de Marx? De alguna manera este texto marca un inicio hacia la crítica a la economía política, cuestión que será fundamental más adelante en la inmensa obra de Marx, y especialmente culminando en la redacción de “El Capital”. Pero esta crítica a la economía no queda simplemente en eso, sino que Marx indaga más allá utilizando el método dialéctico que capta esencialmente en la obra de Hegel, “La fenomenología del espíritu”, y a partir de aquello comienza a confeccionar las categorías principales de la teoría marxista, y entre ellas, claramente está reservado un lugar al concepto de alienación (que tiene una fuerte raíz hegeliana).

Caso similar ocurre con los Grundrisse, o en su traducción al español, Elementos fundamentales para la crítica de la economía política, o simplemente manuscritos del 57. El descubrimiento de los Grundrisse llegó en 1923, gracias a David Riazanov, director del Instituto Marx-Engels (MEI) de Moscú y organizador de la Marx Engels Gesamtausgabe (MEGA), las obras completas de Marx y Engels, pero no será hasta 1939 que se lleguen a publicar. Como pasó con los manuscritos del 44, los Grundrisse no contaron con una difusión muy entusiasta, ni tampoco rápida entre la intelectualidad marxista. Es recién en los cincuenta que los marxistas europeos comienzan a darle una relevancia mayor a esta obra. Esta dificultad es expresada por Rosdolsky, el cual expone que “en 1948, cuando por primera vez tuve la buena suerte de ver uno de estos entonces tan escasos ejemplares (...) fue evidente desde un principio de que se trataba de una obra de fundamental importancia para la teoría marxista. Sin embargo, su forma inusual y hasta cierto punto, su oscuro modo de expresión, la hicieron muy poco adecuada para interesar a un amplio círculo de lectores”. (Rosdolsky, 1986) Ahora, la gran novedad que pone en relieve esta obra es la importancia indiscutible que cumple el hegelianismo en la teoría marxiana, principalmente la dialéctica, y los conceptos de relación y totalidad. Pero diferenciándose de los manuscritos del 44, los cuales comparten la importancia de la filosofía y método de Hegel, los Grundrisse se presentan como un borrador casi inmediatamente anterior a la publicación de El Capital, explicando ya las cuestiones esenciales que posteriormente se verían en El Capital. Muestra de aquello es que Marx, que mientras elabora los Grundrisse está leyendo la Ciencia de la Lógica, se toma seriamente el asunto del comienzo, del empezar todo, (punto de partida que, en dicha obra de Hegel, es el ser). Este “todo” para Marx sería la producción. (Soler, 2006)

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