Carta Testigos
Enviado por ddjdm39 • 16 de Noviembre de 2012 • 783 Palabras (4 Páginas) • 494 Visitas
3.CRECIMIENTO Y DESARROLLO
INTRODUCCION:
El crecimiento económico en el producto total puede darse bien por un aumento en los factores de producción (“input”) –tierra, trabajo y capital-, bien porque se produzca un aumento en la productividad de los factores utilizados. Si aumenta la población puede haber crecimiento del producto total, pero no necesariamente del producto per cápita; más aun, si la tasa de crecimiento de la población crece a mayor ritmo que el producto, la resultante será una disminución del producto per cápita, tal como ha ocurrido en años recientes en algunos países subdesarrollados.
El término desarrollo económico, acompañado por una variación sustancial en las estructuras o en la organización de la economía, por ejemplo, pasar de una economía local de subsistencia a mercados y comercio, o el crecimiento relativos de la producción de bienes industriales y servicios respecto de la agricultura. El cambio estructural o de organización puede ser la “causa” del crecimiento, pero no tiene por qué serlo de modo ineludible; a veces la sucesión causal se mueve en dirección contraria, o bien puede que ambos cambios sean el fruto conjunto de otros cambios en el interior o en el exterior de la economía.
El crecimiento económico, es un proceso reversible. Es decir, al crecimiento puede seguir la decadencia. Lógicamente, el desarrollo económico es igualmente reversible, aunque de hecho es raro que se produzca una regresión a estructuras o formas de organización exactamente iguales. Es más frecuente que inmediatamente después de un período prolongado de decadencia económica – o durante el mismo – se dé algún tipo de regresión económica, un retroceso a formas más simples de organización, pero por lo general diferentes de las que existían antes. Aquí es lícito citar el ejemplo argentino, de la vuelta al trueque, con los denominados clubes del trueque, durante la crisis del año 2001.
Aunque por lo común se considera que el desarrollo y el crecimiento son “cosas buenas”, ambos son, en principio, términos desprovistos de valor, en el sentido de que los dos pueden medirse y describirse sin referencia a normas éticas. Sin duda no es éste el caso del término progreso económico, a no ser que se le dé una definición sumamente restrictiva.
Según algunos criterios morales, un mayor bienestar material podría considerarse perjudicial para la naturaleza espiritual del hombre. Ni siquiera con criterios contemporáneos pueden considerarse síntomas de progreso la producción cada vez mayor de armas nucleares, químicas y biológicas, o la utilización de sistemas productivos que envenenan el medio ambiente, aunque sean manifestaciones de crecimiento económico.
Otra razón por la que crecimiento y desarrollo no pueden considerarse automáticamente equivalentes a progreso tiene relación con la distribución
...