Caso Ayotzinapa: “Los 43 que nos faltan”

Caso Ayotzinapa: “Los 43 que nos faltan”

Antes de comenzar con el caso, hablemos de qué y cómo es Ayotzinapa.

La Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos, mejor conocido como Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, es una institución formada por alrededor de 500 estudiantes, 30 maestros y 6 empleados, se localiza en la población de Ayotzinapa, municipio de Tixtla en el estado de Guerrero. El nivel económico de los estudiantes es bajo, generalmente acuden de poblaciones aledañas como La Montaña, La Costa Chica, y el centro del estado de Guerrero, donde se encuentran los índices de pobreza y analfabetismo más altos de México.

Para seguir contextualizándonos, la escuela normal sigue una línea política de izquierda, se caracteriza por ser solidaria entre sus integrantes y con la firme idea de manifestarse para mostrar inconformidad ante algunas acciones que afecten o vallan en contra de sus derechos. Además, ofrece el servicio de dormitorios, alimento, y hasta trabajo (como campesinos) dentro de la institución.

Otro dato importante que debemos saber es que esta escuela, como muchas otras, es una escuela rural, es el patito feo para los dirigentes de la educación, varios funcionarios han tratado de cerrarlas ya que dicen “son un semillero de guerrilleros”-Elba Esther Gordillo, 5 de noviembre 2010, seminario “La nueva sociedad: una nueva educación y una nueva política”- ese día la dirigente dijo que las autoridades han planteado que se cierren las universidad rurales aunque anticipó que habría alboroto entre los estudiantes, cosa que de una u otra forma se arreglaría, lo importante era cerrarlas.

Como equipo creemos que el problema radica desde mucho antes pero para contextualizar nos parece suficiente comenzar desde aquí.

Llega entonces, en 2011, el tiempo de elecciones  para nuevo gobernador del estado de Guerrero, en campaña el candidato Ángel Aguirre Rivero visita la escuela de los jóvenes de Ayotzinapa “escuchando” sus necesidades y peticiones, algunas de ellas eran; aumentar los $35.00 pesos diarios destinados para la alimentación de los tres alimentos por día, reparación de baños y dormitorios de la institución que tienen más de 8 años sin mantenimiento. También pedían que aumentara de 140 a 170 alumnos de nuevo ingreso por año, que el promedio mínimo para ser aspirante sea de 70 y que se den becas a egresados.
Como todo buen candidato aceptó resolver sus problemas, por ejemplo, a la petición del aumento en la tarifa para comida, el ex candidato dijo que aumentaría la cuota a $50.00 pesos por día. Promesas que no cumplió estando en el poder, esto motivo a que los estudiantes se revelaran y tomaran el 12 de diciembre de 2011 la carretera del Sol, como muchos otros grupos insatisfechos lo han hecho. Las autoridades respondieron con violencia, a balazos,  dejando como saldo dos jóvenes muertos, varios heridos de gravedad, y algunos desaparecidos.

¿Es aquí donde comienza el repudio y el ataque para los estudiantes de esta escuela rural?

La tarde del 26 de septiembre de 2014 un grupo de unos 100 estudiantes viajaron en caravana rumbo a la ciudad de Iguala en autobuses tomados con el fin de tomar posesión de más camiones para trasladarse a una manifestación en la ciudad de México. Aproximadamente a las 9 de la noche empezaron a salir de la ciudad cuando de pronto comenzó el tiroteo en contra de los autobuses por parte de la policía dl municipio. Los estudiantes respondieron a la agresión con piedras y cuestionaban gritando “por qué nos disparan si nosotros no tenemos armas”.

La situación se torna más tensa cuando los camiones son rodeados y rafagueados por policías. Los gritos, heridos, muertos, se hacían presentes. Luego de la agresión, un estudiante de Ayotzinapa que vivió en carne propia la masacre cuenta al medio de noticias estadounidense “Vice News”, que los policías se llevaron al azar a 43 de sus compañeros, mismos que se dirigían a la manifestación.

Varios de los testigos de la agresión, comentan que los cuerpos duraron más de 5 horas en el concreto, tirados, sin ayuda, sin atención, hecho que deja ver la grave falta de derechos humanos para estos estudiantes.

Los afectos califican al gobierno y a las autoridades como autoritarias, caciques, asesinos.

Y hablando de las autoridades, de nuestro gobierno, de la política, ¿qué trasfondo político hay? ¿Qué interés pudo haber motivado este a vergonzante atropello? ¿Será que el gobierno y el crimen organizado están coludidos? ¿Y los “guerreros unidos” (GU)?

Para comenzar desenredando este asunto, si los policías atacaron, mataron y secuestraron a estudiantes, debieron de haber recibido una orden estricta que hizo se sintieran seguros y talvez hasta obligados a cometer estos actos. Esa orden fue dada por el ahora ex alcalde de Iguala, José Luis Abarca, quien por temor a que los estudiantes se manifestaran e irrumpieran en una evento de su esposa, María de los Ángeles Pineda Villa, quien estaba posicionando su imagen, como en una “pre-campaña” a la campaña electoral del 2015, todo con el fin de quedar como sucesora en el puesto de su esposo.

Con este motivo Abarca manda policías municipales al lugar para “tranquilizar” la furia de los estudiantes, y la mejor forma que estos cuerpos policiacos encontraron fue los balazos, o ¿será que esa fue la orden? Recordemos que minutos después de que los policías se retiraron y cuando el morbo, compasión y asombro de los habitantes se acercaban a ver la situación, un grupo del crimen organizado, autonombrados “Guerreros Unidos” pasó por el lugar rafagueando a quienes ahí se encontraban, dejando un saldo de 3 muertos más.

Las investigaciones posteriores a los ataques dieron como dato que la esposa de Abarca tenía nexos con el grupo “GU”, este grupo delictivo se forma a partir de la ruptura del cártel Beltrán Leyva. La esposa del alcalde era simplemente la hermana de los cabecillas de este grupo delictivo.

Se ha descubierto también (trasfondo político) que el presidente de los estados unidos Barack Obama, se preparaba para dar un informe el cual pretendía hacer ver al gobierno mexicano el “cambio” o evolución del negocio del tráfico de drogas.
Iguala  tiene espacios con las características necesarias para sembrar la amapola que se convierte en una droga que es más barata que la marihuana por el poco cuidado que debe tenerse, y porque sus efectos son más largos y duraderos que los de la marihuana, así esta droga desbancó a la marihuana en los últimos años, dejando una ganancia de alrededor de 300 millones de dólares.

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