Caso práctico: Introducción al Blues
Enviado por SOfia Sosa • 13 de Octubre de 2019 • Tarea • 2.131 Palabras (9 Páginas) • 765 Visitas
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UNIVERSIDAD AUTONOMA DE NUEVO LEÓN
FACULTAD DE CIENCIAS POLITICAS Y RELACIONES INTERNACIONALES
GESTIÓN DEL CAPITAL HUMANO
EVIDENCIA 5
Caso práctico: Introducción al Blues.
Presentan:
Asencio Balderas Pamela Jimena 1868255
Aguilar López Luis Antonio 1820425
Hernández Galicia Christian Eduardo 1859074
Rodríguez Aguilar Yeraldin Lizeth 1852371
Verónica Denisse Vicencio Flores 1848108
Carrera: Lic. Relaciones Internacionales
Lic. Ciencias Políticas y Administración Pública
GRUPO: 203 AULA: C-4
MAESTRO: DCP. Francisco Gurrola Tovar
MONTERREY, NUEVO LEON, MEXICO. MAYO 2019
Índice
Contenido
Índice 2
INTRODUCCIÓN 3
CASO: INTRODUCCION AL BLUES 4
PROPUESTA SOLUCIÓN DE PROBLEMA 6
PREGUNTAS 7
ESQUEMA 9
CONCLUSIÓN 10
INTRODUCCIÓN
Se hablará y expondrá un caso al cual se le presentarán motivos y una solución a su reciente problema donde nos presentan una situación en cuanto a los ahorros de los trabajadores en Estados Unidos de América, donde nos explican cómo son manejados dichos ahorros y en qué situaciones se utilizan.
Nos permitiremos responder algunas incógnitas que se tienen respecto al caso, que si está bien o mal y cómo lo tomaríamos nosotros. Veremos las ventajas y desventajas de lo que se implementó para que las personas pudieran ahorrar durante su estancia en los empleos.
Se mostrará un esquema donde analizamos la situación planteada y una posible solución mostraremos un esquema que se realizó para poder identificar lo que interviene en todo este proceso y en el caso. Para así poder llegar a comprender lo que está sucediendo respecto a la situación.
De esta forma analizaremos de una forma más completa el comportamiento organizacional de la empresa Blues para conocer la importancia de radicar y solucionar problemas que puedan generar conflictos dentro una compañía y hacia permanecer con un ambiente laboral estable.
CASO: INTRODUCCION AL BLUES
Para Ted Sims fue un golpe por partida doble. Primero, tenía 60 por ciento de su cuenta para el retiro en acciones de su patrón, Lucent Technologies. Entre 1986 y 1999, las acciones de Lucent se multiplicaron por 10 hasta llegar a 80 dólares, con lo que aumentó el cultivo de su “grano” para el retiro a unos 70, 000 dólares. Luego, el precio de las acciones se derrumbó. En el otoño de 2001, su “grano” de Lucent valía alrededor de 31, 000 dólares. Por si no fuera suficiente estas malas noticias, Sims perdió su puesto en uno de los recortes que hizo Lucent luego del hundimiento del sector de las comunicaciones en 2000. Ted Sims no está solo sus congojas, si no que las comparte con ex empleados de Ebron como Marie Thibaut, que paso 15 años como asistente administrativa de esta compañía de Houton. Con toda diligencia, puso 15 días por ciento de su salario en una cuenta de retiro y la invirtió por completo en acciones de la empresa. Cuando la compañía se derrumbó en el invierno 2000, lo mismo paso con los planes de retiro de esta divorciada de 61 años. El valor de sus acciones de Enron, que se había acercado a 500,000 dólares, cayo apenas 22,000. Ya no es inusual tener la mayor parte de los ahorros para el retiro en acciones del patrón. Protecter & Gamble, Coca-Cola, Dell Computer y McDonald’s son empresas en las que más de 70 por ciento de los activos de las cuentas para el retiro de los trabajadores están invertidos en sus acciones. El precio de estas participaciones cayó entre 21 y 56 por ciento de abril de 2000 a abril del 2001. Hace 30 años el tema no tenía importancia. Entonces, los patrones ofrecían programas de pensión en sus prestaciones. Así, por ejemplo, al empleado retirado de AT&T a la edad de 65, con 30 años de servicio y que ganara 55, 000 dólares al año, la empresa le daba una pensión anual vitalicia garantizada de 24, 000 dólares. Los cambios sobrevinieron a comienzos de la década de 1980, con la creación de los programas de ahorro para el retiro, financiados con aportaciones del empleado y aportaciones equivalentes del patrón. Las empresas abandonaron sus planes de jubilación y optaron por los de ahorro para el retiro, cuyos principales beneficios, además de permitir que los ahorros aumentaran sin impuestos hasta la hora de retirarlos, eran que se podían llevar de una empresa a otra si el trabajador cambiaba de empleo y que le concedían a éste alguna libertad sobre la manera de invertir las sumas. En la actualidad, aproximadamente 80 por ciento de los trabajadores estadounidenses activos tienen un plan de ahorro para el retiro. Quienes trazan planes financieros advierten que no se coloque más de 10 por ciento de la cartera en una acción, pero millones de trabajadores invierten una proporción mucho mayor de sus activos para el retiro en participaciones de su compañía. Por ejemplo, en la actualidad 41 por ciento de estos activos están invertidos en acciones de las empresas de los ahorradores. ¿A qué se debe esta falta de diversificación? Al parecer hay cuando menos cuatro razones. Primera, muchos patrones dan su parte de las contribuciones en acciones. Segunda, las compañías imponen requisitos de edad o antigüedad a los empleados para que puedan vender las acciones correspondientes a las aportaciones patronales. Tercera muchos empleados creen que como trabajan en una compañía, están en mejor posición para pronosticar el comportamiento de sus acciones. Cuarta los empleados piensan am menudo que invertir en las acciones del patrón es forma de mostrarle su lealtad. Mientras las acciones de una compañía han aumentado rápidamente, era una estrategia eficaz poner “todos los huevos en una canasta”. Pero en épocas de incertidumbre económica, cuando corporaciones importantes como IBM, Polaroid, Eastman Kodak y Gillette ven caer los precios de sus acciones 50 por ciento más, los empleados tienen una proporción desmedida de sus ahorros para el retiro invertido en acciones de su patrón, correr el riesgo y perder buena parte de sus fondos. Un empleado de 22 años de AT&T resumió su experiencia de esta manera. “Puse mi dinero del retiro en acciones de AT&T porque conocía las empresas y sus antecedentes confiables. No la llama Mama Bell en balde. Ahora resulta que mis activos se redujeron más por 65 por ciento. Había planeado retirarme pronto, a los 55 años. Ahora me parece que será como a los 62, por lo menos”.
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