Causas y consecuencias del bulling
Enviado por Regina Vasquez Tello • 4 de Junio de 2021 • Trabajo • 3.970 Palabras (16 Páginas) • 248 Visitas
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PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA DEL PERÚ
ESTUDIOS GENERALES LETRAS
TRABAJO INDIVIDUAL
Título: Causas y consecuencias del bullying
Nombre: Regina Vásquez Tello
Tipo de evaluación: Trabajo final
Curso: Taller de Escritura e Interpretación de Textos (LIN-126)
Horario: 0170
Profesor: Andrés Alberto Amico Arellano
SEMESTRE 2020-1
I.ESQUEMA
- Tema delimitado/Pregunta de investigación:
Tema delimitado: Causas y consecuencias del acoso escolar en Lima en la actualidad
Pregunta de investigación: ¿Cuáles son las causas y consecuencias del acoso escolar en Lima en la actualidad?
- Esquema:
- Introducción
- Causas del acoso escolar
- Causas para la victima
- Falta de habilidades para reaccionar a las agresiones
- La baja autoestima en la victima
- Causas para el agresor
- Falta de empatía
- Entorno familiar poco afectivo
- Consecuencias del acoso escolar
- Consecuencias para la víctima
- Actos suicidas
- Bajo rendimiento escolar
- Consecuencias para el agresor
- Rechazo social
- Falta de control de la ira
- Cierre
II.TEXTO
Si bien el acoso escolar o bullying no es un fenómeno reciente, se ha visibilizado más en la última década a través de noticias en los diferentes medios de comunicación. En el contexto peruano, según una encuesta realizada el año 2015 por el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), y el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, “75 de cada 100 escolares han sido víctimas de violencia física y psicológica por parte de sus compañeros”. (Ministerio de Educación 2017). Un caso de esta problemática es el de un estudiante de 13 años de edad, quien falleció luego de haber sido golpeado bruscamente por sus compañeros de clase en el colegio Suecia, ubicado en el distrito de Comas. Según la madre, el niño le contó que sus amigos lo golpearon y tiraron al suelo. La necropsia indicó que la causa de la defunción del menor fue por un edema cerebral, pulmonar y otras hemorragias producto de los golpes (El Comercio 2014). Esta situación lamentable solo es una de los más de mil casos de acoso escolar reportados en las instituciones educativas del país y 26 en el portal SiseVe del Ministerio de Educación (Minedu).
El acoso escolar ha sido abordado desde diferentes perspectivas. Por un lado, desde la perspectiva sociológica, alude al ataque “de miembros de una especie contra otro miembro de la comunidad o para echar a un intruso, observando en las conductas naturales de los animales, como por ejemplo, lobos versus ovejas” (Olweus 1998). Así Olweus indica que el acoso se puede entender como una agresión directa e indirecta a la víctima dentro su comunidad; “es indirecto cuando hay aislamiento social y exclusión deliberada de un grupo y directo cuando hay ataques relativamente abiertos a la víctima”. Por otro lado, desde una perspectiva ecológica, “la agresividad entre pares, tanto para su comprensión como para posibles líneas de intervención, es entendida como un proceso, resultado de la interacción entre las características de la persona (genéticas y socialmente construidas) con sus contextos (directos e indirectos), permeados por la dimensión temporal (evolutiva)” (Berger & Lisboa 2009:63). Desde ese punto de vista, describe el desarrollo del ser humano como la interacción entre las cualidades biológicas y las relaciones con los diferentes entornos ambientales.
En el marco de estos intentos por explicar el bullying, el presente trabajo responderá la siguiente pregunta: ¿cuáles son las causas y consecuencias del acoso escolar en Lima en la actualidad? Los subtemas que se explicarán para abordar el tema de investigación son los siguientes: las causas en la víctima, como falta de habilidades para reaccionar a las agresiones y la baja autoestima, y en el agresor, como falta de empatía y entorno familiar poco afectivo. Y las consecuencias tanto en la víctima, que son actos suicidas y bajo rendimiento escolar, como en el agresor, que son el rechazo social y la falta de control de la ira.
En la actualidad, las causas del bullying, en la etapa escolar, son múltiples y complejas. Pueden existir diversas formas y maneras en las que se presenta o manifiesta tanto en la víctima como en el agresor. En primer lugar, las causas que lo originan en las víctimas son dos principalmente. Una de ellas es la falta de habilidades para reaccionar ante las agresiones ejercidas por el agresor. Muchas veces, las víctimas son personas sumisas, pasivas o conformistas que no defiende sus derechos en el momento de ser agredidos y, es por esta razón que; el agresor se aprovecha de esto para atacarlo aún más. En el momento de la agresión, el afectado presenta una conducta verbal a veces indirecta o impersonal, ya que no se siente capaz de expresar sus ideas y sus sentimientos; de rechazo; a su atacante por vergüenza, por miedo a que su reacción sea más violenta y que le ocasione más golpes o, simplemente, por sentirse inferior a él (citado en Nolasco 2012:41). Además, las víctimas prefieren ignorar lo sucedido y no hablarlo con los profesores del colegio o con sus padres, debido a las represalias de parte del agresor cuando se encuentre con él en la salida del colegio, en los recreos o en los pasadizos de la institución educativa. También, los padres, al no estar informados de este crucial problema que es el bullying, orientan de una forma incorrecta al niño, como no darle importancia a lo sucedido. Y, así, les genere a estos a pensar que no se les entienda por el difícil momento que están pasando y sientan que no hay necesidad de contárselo a otras personas y, de esta manera, siga el maltrato. Otra de estas causas es la baja autoestima en la víctima. Al no reconocer las fortalezas y las debilidades que se tiene como persona es más propenso a sufrir acoso, debido a la falta de aceptabilidad para defender sus derechos frente a las burlas de su agresor respecto a su cuerpo, color de piel, estatura y alguna característica física o de personalidad, como ser una persona sobresaliente en sus estudios. Además, los adolescentes victimizados en la escuela se perciben a sí mismos más negativamente en los ámbitos social y emocional de la autoestima (Graza 2013:63), es decir, se les dificulta iniciar una conversación, integrarse socialmente en un grupo de compañeros, reclamar los ataques, así como pensar que a nadie le interesa su opinión sobre un tema y, de esa forma, al haber silencio de parte del agredido, se convierte en una persona vulnerable ante el agresor. Un factor muy crucial, al momento de detectar a una víctima de bullying; es que, en las familias donde existen conflictos de comunicación y un bajo apoyo parental, disminuyen los recursos personales de las víctimas, como la valoración positiva de uno mismo, y las convierta sumamente dependientes de los demás, lo cual genera que las víctimas crean y acepten todos los comentarios ofensivos de los demás sobre ellas (Graza, 2013:60-61). En segundo lugar, por parte del agresor, se generan dos causas que originan el acoso escolar. Por una parte, la falta de empatía del agresor genera el acoso hacia la otra persona. Al no haber respeto ni tolerancia por su parte y presentar la falta de voluntad o habilidad de adoptar la perspectiva de los demás, como las opiniones o puntos de vista, este, al momento de agredir, no es capaz de sentir pena o pensar por la situación que pasan sus víctimas y, simplemente, lo sigue realizando por diversión o por demostrar una superioridad ante los demás. La observación de las señales de dolor en la víctima de acoso debería provocar en el “bully” o agresor un malestar o sentimiento de culpa para que así cese el maltrato y deje libre a su víctima, pero al no presentar esto causa que lo siga realizando y se alargue el periodo de agresión para el afectado. Asimismo, la ausencia de una relación afectiva, cálida y segura por parte de los padres, sobre todo de la madre, en los primeros años de vida del agresor causa que el “bully” no desarrolle esa habilidad empática y le parezca normal agredir a otros. Y el no enseñar a respetar límites y combinar la permisividad ante conductas antisociales con el empleo de métodos coercitivos incluido, en ocasiones, el castigo físico, contribuye al carecimiento de empatía y, así, le genera placer intimidándolos por el miedo o provocando dolor. Por otra parte, en un entorno familiar poco afectivo, como situaciones de divorcio, violencia, abuso o humillación, en el que los padres o hermanos ejercen violencia, genera que el niño presente actitudes agresivas como una forma de expresar su sentir ante este problema (Castro 2011:244). Todas estas situaciones pueden causar un comportamiento agresivo con sus compañeros, debido a que copia la manera en que es tratado en su casa y la plasma en el colegio. También, los agresores tienden a utilizar la fuerza para la resolución de sus conflictos, posiblemente porque disponen de pocas estrategias no violentas para resolver estos conflictos y no saben cómo actuar por no enseñárselos o simplemente viven maltratados por algún familiar de su entorno, por lo que recurren a este tipo de actos violentos con la creencia de que la violencia justificar todo (Nolasco 2012:40).
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