Cerveza Artesanal. ARTESANOS DE LA LEVADURA

Artículo: 
ARTESANOS DE LA LEBADURA
Texto de Erika Uribe

La cerveza industrial surgió en 1970 en Reino Unido y llego a México a mediados de los años 90, por lo que es un segmento relativamente nuevo pero que ha tomado mucho impulso en los últimos años. Solo en México tiene alrededor de 63 millones de consumidores que beben ente 60 y 62 litros per cápita al año.
Su producción crece a un ritmo promedio del 30% anual, en 2017 fue de 166,069 hectolitros, además de que México es el primer lugar en exportaciones y cuarto en producción de cerveza artesanal, lo que lo vuelve un mercado muy prometedor.

“La popularidad en aumento de la cerveza artesanal es un factor clave que impulsa el surgimiento de nuevos conceptos”. Esta innovación que se busca es lo que resulta sumamente atractivo para el consumidor, ya que sale de lo habitual desde el proceso de elaboración el cual es 100% natural sin ningún tipo de aditivo artificial ni conservadores, manteniendo los elementos básicos de una cerveza: la levadura, agua, cebada y lúpulo y añadiéndole otros ingredientes orgánicos que la hacen única.

Su propuesta de valor es clara, ofrecer un producto natural, elaborado de forma manual con sabores únicos y distintivos de la zona en la que se encuentra, además de contar con una botella original y con un diseño de etiqueta llamativo, aunado a esto por lo regular se le otorgan nombres peculiares que le añaden más personalidad y distinción a la cerveza.

Desafortunadamente también tiene restricciones y puntos que no favorecen tanto al mercado de la cerveza artesanal, quizá uno de los puntos más importantes es el costo de producción que en promedio es de $25 pesos c/u y un precio de venta que va de entre los $40 a $100 pesos, cifras muy altas a comparación de la cerveza industrial la cual resulta ser mucho más económica en este aspecto.

Otra restricción es que por el simple hecho de ser un producto artesanal esta no debe superar los 7 millones de barriles anuales, debe ser independiente, financiada con capital familiar y no ser parte de una compañía trasnacional, lo cual limita demasiado su producción.

Un punto a tomar en cuenta es que la cerveza es un producto perecedero y muchos factores pueden influir en la calidad de la cerveza, desde el momento de su elaboración hasta el instante en que se consume, por lo que es fundamental que los cerveceros, distribuidores y personal de servicio aprenderán las

habilidades necesarias para conservar la calidad de la cerveza, a fin de que los consumidores siempre reciban un producto consistente.

"El éxito de un negocio está en dar con el lugar ideal para vender”. Más allá de la buena calidad, presentación y sabor que pueda tener una cerveza, esta no podrá consolidarse si no se tiene un punto de venta adecuado o bien un buen canal de distribución.

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