Chachapoyas

Chachapoyas

Enclavada en el flanco nororiental

de este vasto Perú

emerge una ciudad colonial

de aspecto señorial.

Tus bravos Sachapuyus

se asentaron por esta accidentada comarca.

Y los bárbaros españoles

dejaron huella hace 474 años

y te convirtieron

en San Juan de la Frontera de los Chachapoyas.

Alonso de Alvarado fue tu fundador

y te eligió entre todas

como la puerta al Dorado,

a la exuberante selva amazónica.

El paso inexorable del tiempo

ha ido dejando huellas

con las que todos,

quienes te queremos, nos identificamos.

Chachapoyas eres una ciudad entre las nubes

donde el frío arrecia

y la lluvia da calma al alma.

Chachapoyas es Blas Valera Pérez

un cronista visionario

y humanitario;

es Toribio Rodríguez de Mendoza,

revolucionario de ideas;

es Lola Ibarra,

es Neto con su alma de niño

y su carisma inconmensurable.

Chachapoyas eres tú…yo.

¡Somos todos autóctonos y provincianos!

Chachapoyas es el juane, el tamal,

el shipash y el purtumute,

es la cecina con mote

y la carne enrolladla.

Es el guarapo del Barrio El Molino,

el chuchuhuasi de La Pared Caída,

el licor de mora, de leche, la mistela…

exquisiteces perenenes

que a la hora del voto

todo se muestra variopinto.

Chachapoyas es la callecita silenciosa o chunlla,

en una noche de luna,

es el Pozo de Yana Yacu

que sigue el encanto misterioso de Ángela Sabarbein,

Es la gesta heroica de Higos Urco.

Son los balcones coloniales,

de donde aún se escuchan la música de los hermanos Herrera,

al son de la Chumaichada,

el Brazo, el Torito y su exultante carnaval.

Es la navidad con sus melodiosos villancicos y

sus opíparos aguinaldos.

Son los celosos guardianes,

como el imponente Puma Urco, el Piscohuañuna, Pana

o el cerro El Colorado

donde muere el sol en un melancólico ocaso.

Chachapoyas es fe,

con la Virgen Asunta y el Señor de Burgos,

entes celestiales

que transforman nuestro ser

y dan sentido a nuestra existencia.

Hoy que es tu aniversario

mi corazón quiere gratificarte

y día a día

aportarte

con la plenitud y sencillez de mi arte,

porque tú fidelísima ciudad

constituyes una síntesis de esta pluricultural región Amazonas.

A ti van mis versos,

a ti va mi compromiso

de coadyuvar por tu engrandecimiento,

así en tu tranquilidad te quiero,

así por vivir mi libertad en tu seno,

por ti muero.

Chachapoyas,

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