Chifa El Dorado

Chifa El Dorado 

En noviembre de 1999, Zhuy Tay abrió con ilusión Chifa ‘El Dorado’ en el barrio de San Bartolo en Quito. Pese a no contar con estudios en administración de empresas o gastronomía, la iniciativa tuvo un éxito inmediato, captando un número elevado de clientes fieles, atraídos por la novedad de la comida china y la amabilidad que se respiraba en uno de los primeros restaurantes de la zona.

Casi quince años más tarde, en mayo del 2014, Zhuy sentía que el negocio no era el mismo: el local nunca se llenaba por completo, los clientes ‘de toda la vida’ habían desaparecido y parecía que los ingresos apenas cubrían los gastos. Para volver a tener la agitación de los primeros días, la dueña de ‘El Dorado’ consideraba bajar los precios de sus platos, ofrecer más promociones, armar platos más ‘ecuatorianos’ o identificar otras opciones estratégicas.

La historia de las chifas1

Para conocer el origen de las chifas es necesario remontarse al siglo XIX cuando diversos sucesos en China originaron la emigración de cientos de miles de sus habitantes, creando las bases para el comercio de esclavos chinos a distintas partes del mundo. La inmigración forzada de chinos a Perú se da en el periodo 1849-1874 y se calcula cercana a las 100.000 personas. Al llegar, los asiáticos se vincularon, básicamente a servicios agrícolas en haciendas costeñas y, en menor escala, al servicio doméstico como sirvientes o cocineros en ciudades (especialmente Lima), al duro trabajo de las islas guaneras o al apoyo en la construcción de ferrocarriles.

La llegada desde oriente de este gran número de personas generó la demanda de nuevos productos. En los contratos de trabajo que se firmaban en suelo asiático, se estipulaba que el patrón debía proveer a su trabajador chino de una libra y media de arroz por día. Como en el siglo XIX Perú casi no producía el cereal, surgieron casas comerciales importadoras, haciendas cultivadoras de arroz y lugares abiertos al público donde se ofrecía el producto (que recibieron el nombre de fondas).

Normalmente, los esclavos chinos cocinaban para ellos mismos, de manera que es muy probable que hayan mantenido las tradiciones culinarias de su región. Con el paso del tiempo, y la popularidad de las fondas, los platillos empezaron a adaptarse ligeramente al gusto peruano, como fue el caso del actual lomo saltado. De esta manera, estos locales fueron el elemento de partida de la chifa, denominación que aparece como tal en la tercera década del siglo XX. Sucede que los peruanos escuchaban a los chinos pronunciar la expresión “chifan” que significa ‘comer’ o ‘tomar una comida’ y fue el origen de la palabra que hoy se utiliza.

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