Compañero de vida

Compañero de vida

     El otro día buscando información para este ensayo encontré una serie de noticias en las cuales el Instituto Nacional de Estadística e Informática indicaba que en el 2014, 14 de cada 100 adolescentes (consideradas desde 14 a 19 años) en el Perú estaban embarazadas o ya eran madres. Dado que soy una adolescente me importó ya que de cierta forma me identifiqué; por un momento pensé:”¿Qué pasaría si una de esas adolescentes fuera yo?” y para ser sincera esa noche tuve una pesadilla en la cual quedaba embarazada y me desesperaba la incertidumbre de no saber como avisarle a mis padres –quienes, para aclarar, me mantenían- y como decirle al padre de mi hijo que ahora, efectivamente, era papá. Luego de superar mi trauma causado por esa pesadilla, me puse a pensar en las maneras en que una mujer podría evitar quedar embarazada. Primero pensé en los muy nombrados condones pero luego recordé casos en los que no habían sido efectivos; luego, en las pastillas anticonceptivas pero mientras investigaba encontré un estudio realizado por el Boston Children’s Hospital en el cual se indicaba que 8 de cada 100 mujeres salía embarazada. Al no percibir una seguridad garantizada para mi plan de vida y tras horas tratando de buscar la respuesta a mi cuestionamiento, llegué a la conclusión de que esperar a la persona idónea, a quien amaré auténticamente y con quien me uniré físicamente, me ahorraría muchas angustias.

     Según Victoria Toro, experta en adolescentes, durante la adolescencia las relaciones son impredecibles puesto que a veces no duran por mucho tiempo y en otras ocasiones resultan en un matrimonio, esto se debe a que estos seres humanos aún no están formados del todo, es decir, a medida que crecen irán madurando y por consiguiente cambiando lo que quieren para su vida; lo más probable es que dentro de estas relaciones entre adolescentes la sexualidad se de sin amor genuino la cual puede ocasionar relaciones fallidas y que estas personas procedentemente busquen involucrarse en otra relación y que por consiguiente esta se torne un actitud monótona y viciosa, lo cual sería prejudicial para los involucrados tanto de manera física como psicológica.

     Victoria Toro también señala que durante esta etapa de la vida se siente por primera vez la atracción sexual que muchas veces se manifiesta como relaciones sexuales en parejas adolescentes. Entonces ¿cómo se relaciona este hecho con las estadísticas sobre embarazos adolescentes de la INEI? Mi intención no es generalizar y considerar todos los embarazos en mujeres entre 14 y 19 años como generados por parejas adolescentes pero si comparamos los hechos podemos determinar que algunas de las adolescentes de esta estadística sí pertenecen a este grupo. No me opongo al hecho de tener relaciones amorosas en la adolescencia, ya que lo natural es que aparezca el sentimiento de amor romántico en esta etapa de la vida, mas no estoy de acuerdo con el dejarse llevar por los impulsos propios del mismo; para mi basta con pensar y evaluar el costo de tener un bebé vs el costo de tener una educación; piensa en cuanto dinero gastarías en pañales, toallitas húmedas, alimentos especiales, ropa, cremas, guardería o niñera, entre otros. La realidad es que la sexualidad produce vínculos imprevistos que nos supeditan la vida, como por ejemplo los embarazos inesperados.

     Según un informe de el Ministerio de Salud del Perú en el país los principales ITS (infecciones de transmisión sexual) son la Gonorrea, Tricomoniasis, Sífilis, Herpes, Hepatitis B, Verrugas Genitales y la ladilla; las cuales ocasionan daños biológicos como infertilidad, cáncer de cuello uterino, dolor crónico de la parte baja de la barriga, ceguera o neumonía, daños en los órganos genitales, entre otros; y también ocasionan daños psicológicos como temor de reiniciar la vida sexual. Estos datos avalan otra razón, por la cual no es recomendable tener relaciones sexuales sin amor: los casos comunes de promiscuidad e infidelidad pueden ocasionar que los implicados contraigan enfermedades de transmisión sexual que a su vez afectan a áreas del cuerpo y la mente.

En relación a mi último, pero no menos importante, argumento, considero que al estar en una relación se debe estar con una persona que realmente nos complemente y a quien complementamos ya que no se trata de conseguir una compañía para sentirte solo. Como indica Antonio Galindo (2003) en su libro Kit básico de supervivencia emocional los seres humanos quieren que se les quiera y esto causa la necesidad de aprobación y reconocimiento creando en ellos una dependencia emocional en sus amigos, familiares o pareja sentimental. Es importante reconocer e identificar una dependencia emocional ya que muchas veces nos involucramos en relaciones sentimentales solo para conseguir ese aprecio que buscamos y no para comprometernos; entonces, al buscar solo aprecio cuando la persona emocionalmente dependiente sienta que otra persona le puede dar aquello que busca y que la persona con la que tiene una relación sentimental ya no le da, deja a la actual persona sin importar con que implicancias haya quedado su relación.

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