Conflicto de objetivos Samsung.

Otro caso de conflictos de objetivos es el siguiente: la empresa Samsung ante la crisis económica decidió reducir el sueldo a sus trabajadores para así poder llevar a cabo una reducción de los costes de producción. Esta situación es la que originó el conflicto dentro de la empresa, ya que los trabajadores y los empresarios, los cuales pertenecen a diferentes grupos de interés dentro de la empresa, tenían objetivos que no coincidían. Los trabajadores pretendían mantener sus sueldos mientras que los empresarios afirmaban la necesidad de reducir los sueldos a los trabajadores pretendiendo aminorar los costes de producción de la empresa para hacer frente a las pérdidas originadas por la crisis económica y mantener así la rentabilidad de su inversión. Debido a ello, los trabajadores que son un grupo de interés dentro de la empresa, acudieron a los sindicatos los cuales son un grupo de interés exterior a esta. Y los empresarios que forman parte de otro grupo de interés interno buscaron apoyo en el gobierno, el cual al igual que los sindicatos pertenecen a otro grupo de interés externo a la empresa. Otro grupo de interés son los clientes los cuales buscan satisfacer sus necesidades al menor precio posible

Según un artículo de prensa basado en informaciones internas de Samsung, la empresa tiene un conflicto interno por su falta de desarrollo de software dada su incapacidad para ofrecer soluciones solventes.

Por lo que relatan algunos empleados de la empresa relacionados con círculos ejecutivos en Samsung se vive una auténtica confusión con divisiones que compiten entre sí y con intereses a corto plazo en productos (hardware) que entorpecen a largo plazo el desarrollo de servicios (software), lo que compromete la posibilidad de ofrecer un valor añadido que incremente la fidelidad a la marca por parte de los consumidores. Este hecho puede generar un conflicto en el que estén involucrados los accionistas, que estarán interesados en que los problemas internos de la empresa se solucionen para que no afecten a su rendimiento bursátil, entre los clientes que desean la mayor calidad en el servicio que reciben y en los productos adquiridos y por los directivos que pretenden solucionar los problemas que puedan surgir en el proceso productivo y de desarrollo. En el lado opuesto se encontrarían los trabajadores que soportarían la presión por la obligación que tendrían de solventar estos problemas en el desarrollo del software.

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