Conflictos Organizaciones En El Desempeño Educativo
Enviado por neikarina1602 • 28 de Septiembre de 2014 • 2.160 Palabras (9 Páginas) • 478 Visitas
CONFLICTOS ORGANIZACIONALES EN EL DESEMPEÑO EDUCATIVO
la educación atraviesa diversos cambios estructurales proponiéndose alcanzar niveles óptimos de eficiencia, asumiendo los avances científicos y tecnológicos, suscitados en todos los contextos sociales por lo cual construir un sistema educativo eficaz y altamente productivo, es un reto para todos los gerentes educativos en el momento histórico tan conflictivo que se vive en la actualidad, sobre todo, cuando se declara que esta es la base cultural para el logro de una sociedad más justa y equitativa. En este sentido, la gerencia educativa inmersa también en los diversos cambios curriculares, administrativos, sociales, económicos y de otras índoles, se propone impulsar el trabajo en equipo para fomentar acciones transformadoras dentro y fuera de las organizaciones donde laboran que le permitan al personal directivo convertirse en agente motivador de la auto y co-gestión y en un verdadero gerente de las relaciones humanas en las instituciones que dirige con el fin de reforzar las acciones emprendidas, siguiendo patrones que mejoren la calidad de la gestión educativa y los conflictos organizacionales.
También en se considera que para el logro de esta meta es necesario cambiar los criterios o paradigmas empleados hasta la fecha, pues los mismos son limitantes del crecimiento profesional, científico de quienes tienen la responsabilidad de realizar la función más delicada dentro del proceso de acompañamiento, seguimiento y control de todo el aparato educativo. Además, debe garantizar el éxito de los planes adelantados por el Estado.
En este sentido, Silva (2005) señala “se requiere de los gerentes que posean suficientes destrezas para el manejo del recurso humano, de manera que sean capaces de dirigir equipos integrados por personas muy diversas” (p.14). De manera semejante, en Venezuela se asume que para el desarrollo de cualquier actividad humana, los individuos deben poseer una serie de capacidades que le permitan lograr los objetivos trazados, es decir, la habilidad de vincular las conductas propias con los intereses de la organización a la cual pertenece, a la que le debe respeto y lealtad institucional.
Por estas razones, la gerencia educativa se cultiva adecuadamente en la medida en que se ejecute satisfactoriamente su hilo conductor: la comunicación, bien sea individual o grupal, pues esta es la base sobre la que se soporta el desarrollo equilibrado y armónico de la labor educativa, desde la realidad de un plantel hasta las Zonas Educativas, pues mediante ella se manejan los conflictos organizacionales que pudiesen presentarse en dichos ámbitos.
Esto significa, que cuando el gerente educativo es capaz de transmitir y comprender mensajes, adquiere habilidades para establecer lazos de cooperación, entendimiento y solidaridad para trabajar con los semejantes en aras de alcanzar metas comunes y modificar puntos de vista después de interactuar en procesos de negociación, lo cual le confiere un carácter de valor humano esencial. En otras palabras, dentro de las estructuras institucionales es necesario respetar la escala jerárquica para el establecimiento satisfactorio de los objetivos planteados. De tal manera, que el establecimiento de esta manera formal contiene en sí misma la necesidad de precisar cómo deben solucionarse los conflictos organizacionales, tomando en cuenta los canales ascendentes, descendentes y horizontales, lo cual no limita su aparición.
En este sentido, se deben solucionar los diversos tipos de conflictos, pues estos representan un aspecto permanente e integrante de la vida en los planteles. El éxito de un gerente educativo para resolver los conflictos, es atribuible en buena medida, a su capacidad para identificar los elementos emocionales y hacer que las partes resuelvan sus emociones. El directivo que ignora estos elementos y se centra exclusivamente en los asuntos racionales o de las tareas, no será muy bueno para resolverlos.
Se deduce, que se producen por la existencia de ideas, sentimientos, actitudes o intereses antagónicos que pueden llegar a chocar entre sí. Según Robbins (2004), se debe considerar que el conflicto “es un proceso que comienza cuando una parte percibe que otra afectó o va a afectar algo que le interesa” (p.395). Por lo tanto, se presenta por incompatibilidad de metas, diferencias en la interpretación de los hechos, desacuerdos sobre las expectativas de comportamiento, entre otros aspectos.
Como complemento, es necesario emplear las fases para solucionar eficazmente los diversos tipos de conflictos, pues éstos son parte inevitable dentro de las instituciones educativas debido a la incompatibilidad entre metas y objetivos entre los grupos teniendo implicaciones en su desempeño, por lo cual, debe ser asumido como una fuerza que requiere ser bien gestionada. Cabe destacar, que su definición ha pasado por diferentes interpretaciones, una tradicional, que lo supone siempre negativo y, por lo tanto, debe evitarse, otra, desde el punto de las relaciones humanas, que da por sentado que es un hecho natural en todos los grupos e instituciones, por último, el enfoque interaccionista, que estimula el manejo de conflictos para beneficio del desempeño comunitario, alentando a los individuos a explorar y explotar todas las potencialidades.
Además, se pueden interpretar como un fenómeno normal inevitable y que puede constituirse en oportunidades de crecimiento personal y organizacional si se manejan en forma productiva, al asumirlos como retos que impulsen a superar dificultades o debilidades que impiden el progreso o el crecimiento. En efecto, los gerentes educativos deben generar la solución de los diversos tipos de conflictos intrapersonales, interpersonales e intergrupales, pues todos ellos afectan el normal desenvolvimiento de las instituciones.
Por ello, uno de los propósitos de las instituciones educativas es crear situaciones de solución de conflictos que puedan ser controlados y dirigidos hacia canales útiles y productivos. En consecuencia, este no sólo es un desacuerdo o un choque de intereses, sino una interferencia deliberada en el intento por alcanzar las metas deseadas. De allí, que se convierta en una práctica de alto nivel y requiere de asertividad, prudencia, respeto y disciplina. Esto es posible mediante un largo proceso de educación, para lo cual es necesario aceptar que existe una parte que gana y otra que pierde, o que por el contrario exista una negociación en la que ambas partes ganen.
En efecto, la dirección de los planteles está estrechamente relacionada con la autoridad y el poder de sus gerentes, siendo éste ultimo un medio de influencia referido al comportamiento del directivo. Dicho poder modifica las actitudes y sentimientos de los otros miembros de la
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