Contaminacion Ambiental
Enviado por francisdeywi • 26 de Junio de 2014 • 22.129 Palabras (89 Páginas) • 211 Visitas
Carga Térmica. Contaminación Ambiental.
Carga térmica
El término Carga térmica puede referirse a:
Carga térmica, esfuerzos internos en las estructuras producto de la dilatación resultante del aumento de temperatura.
Una carga térmica o solicitación térmica es una fuerza, solicitación o acción indirecta que aparece en una estructura resistente como resultado de una dilatación. Es decir, al aplicar calor a un elemento resistente este experimenta cambios de temperatura y se deforma como consecuencia de ellos, esa deformación altera la distribución de tensiones en el cuerpo. El resultado de la nueva distribución de tensiones son cargas y esfuerzos no ejercidos directamente por ningún agente exterior pero que tienen un efecto que puede afectar a la resistencia estructural.
Carga térmica, cantidad de energía térmica a desplazar en recintos a climatizar o a someter a régimen frigorífico.
Cargas térmicas de climatización
El concepto de carga térmica está asociado a sistemas de climatización (calefacción y refrigeración), así como a sistemas frigoríficos. Se trata de la cantidad de energía térmica, en la unidad de tiempo (potencia térmica) que un edificio, o cualquier otro recinto cerrado, intercambia con el exterior debido a las diferentes condiciones higrotérmicas del interior y del exterior. El cálculo de estas cargas permite disponer los sistemas adecuados de calefacción o refrigeración para compensarlas.
Las cargas térmicas se deben a varios fenómenos de intercambio de calor del edificio con el exterior:
Transmisión por conducción a través de los elementos constructivos que separan el interior del exterior o de otros locales no climatizados.
Dependen de la diferencia de temperatura (salto térmico) entre el interior y el exterior, de las características constructivas de cada elemento (muros, huecos) en lo que se refiere al aislamiento térmico (expresado por la transmitancia térmica, U) y de la superficie de cada elemento. En el caso de los muros o de las ventanas con vidrio coloreado, el calentamiento de su superficie por el sol, cuando están expuestos, hace que el salto térmico sea mayor en verano, lo que hay que tener en cuenta.
Tratamiento térmico del aire exterior necesario para la ventilación y renovación de aire de los ambientes.
Dependen del salto térmico interior-exterior y del caudal de ventilación necesario. En ciertos casos, cuando la construcción no es de buena calidad, hay que tener en cuenta las infiltraciones de aire del exterior, no deseadas, por las rendijas y juntas de cierre de las ventanas.
Calor entrante debido al soleamiento por los cierres de los huecos acristalados (ventanas).
Se produce por efecto invernadero: al atravesar el espectro visible de la radiación solar un vidrio transparente, calienta los objetos que hay tras el vidrio; los objetos emiten radiación en infrarrojos, y para ciertas longitudes de onda de los infrarrojos el vidrio es opaco, de modo que el calor queda atrapado tras el vidrio, aumentando la temperatura del ambiente. Este efecto es favorable en invierno (reduce la carga térmica) y desfavorable en verano (la aumenta).
Calor interno producido por las personas, la iluminación eléctrica y los aparatos que hay en el interior de los edificios (como en el caso anterior puede ser favorable o desfavorable).
También es otra carga térmica el tratamiento de la humedad del aire para conseguir en los ambientes una humedad relativa adecuada. El vapor puede proceder de fuentes internas (evapotranspiración de las personas, de ciertos aparatos...) y externas (contenido de humedad del aire exterior)
Al enfriar una masa de aire (refrigeración) con un contenido determinado de vapor de agua, aumenta la humedad relativa, por lo que es necesario eliminar parte del vapor para mantener la humedad relativa dentro de límites adecuados. Por el contrario, al calentar (calefacción) una masa de aire disminuye la humedad relativa. En este caso, a menudo la evapotranspiración de los ocupantes puede ser suficiente para compensar esa disminución, pero si no lo fuera, habría que añadir vapor para conseguir una humedad relativa adecuada.
Como en muchas ciencias aplicadas, existe software especializado para realizar estos cálculos.
Determinación de los parámetros - Condiciones interiores
Las normativas de la mayoría de los países fijan unos valores límite para las condiciones del interior de los recintos. Estos límites vienen determinados por un lado, por la comodidad de los usuarios y por el otro extremo por el necesario ahorro de energía. Dependiendo las cargas de la diferencia de temperaturas entre el exterior y el interior, cuando menor sea esa diferencia, menores serán las cargas térmicas.
De invierno: la temperatura estará comprendida entre 18 y 22 °C, la Normativa española fija como máximo una temperatura de 21 °C. La humedad relativa estará comprendida entre el 45% y el 60%.
Esta temperatura puede ser menor cuando los usuarios realicen tareas que requieran un esfuerzo físico mediano o considerable.
De verano: Las temperaturas adecuadas de verano estarán comprendidas entre 24 y 26 °C para los locales cuyos ocupantes estén ocupados en tareas que requieran poco esfuerzo físico (trabajo de oficinas, comercio, vagones de ferrocarril de viajeros...). La humedad relativa deberá estar comprendida, como en el caso de la calefacción, entre el 45% y el 60%.
Aunque a veces mucha gente piense que estas temperaturas son excesivas, y casi "no se nota" el fresco al entrar desde la calle, si fueran más bajas, al cabo de cierto tiempo de estar en el recinto, se nota mayor comodidad. Además hay que recordar que, así como en invierno se llega desde el exterior con ropa de abrigo de la que se prescinde al entrar en el recinto, en verano no se lleva una ropa de abrigo bajo el brazo para prevenir temperaturas interiores demasiado bajas.
Condiciones exteriores
También en este caso las normativas suelen dar unas temperaturas de cálculo obtenidas a partir de datos tomados a lo largo de una serie de años.
Condiciones de invierno: La manera de darlas varía de unos países a otros. En algunos se dan zonas climáticas mediante mapas fijando para cada una de ellas una temperatura de cálculo. En otros se dan para cada localidad concreta, a veces con una tabla de ajuste de esas temperaturas para localidades menores (generalmente sin observatorio meteorológico) en función de la diferencia de altitud con respecto al nivel del mar. En general se dan solamente las temperaturas y no la humedad relativa.
En España se definen dos temperaturas de cálculo. Una de ellas es la mínima superada en un 97,5% de las horas de los meses de diciembre, enero
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