Corrupción y derechos humanos

Corrupción y derechos humanos.

Estándares Internacionales.

Entre los principales instrumentos internacionales de lucha contra la corrupción encontramos: La Convención de Naciones Unidas contra la Corrupción; la Convención Interamericana contra la Corrupción; la Convención de las Naciones Unidas contra el Tráfico Ilícito de Estupefacientes y Sustancias Psicotrópicas; la Convención de Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional, entre otros.

Sistema Interamericano

La Convención Interamericana Contra la Corrupción (CICC), establece normas generales de conducta para los Estados, así como, mecanismos para darle efectividad; consagra, por ejemplo, la obligación de establecer sistemas de protección de denunciantes, instituye la necesidad de contar con mecanismos para fomentar la participación de la sociedad civil, así como adoptar medidas procesales penales para la persecución de delitos vinculados a la corrupción.

Para ello, a nivel del sistema interamericano, los Estados Parte de la CICC acordaron la creación y conformación del Mecanismo de Seguimiento de la Implementación de la Convención Interamericana contra la Corrupción (MESICIC), mecanismo que tiene por objeto promover la implementación de la Convención; dar seguimiento a los compromisos asumidos por los Estados y analizar su implementación; es importante señalar que este mecanismo tiene una naturaleza intergubernamental y  puede recibir opiniones de la sociedad civil.

El fenómeno de la corrupción y los derechos humanos

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos en su estudio: Corrupción y derechos humanos. Estándares Interamericanos, respecto de las características de los actos de corrupción señala:  

…lo que caracteriza a los actos de corrupción es que se produce alguna forma de abuso o desviación de poder. La corrupción, en consecuencia, está asociada directamente con situaciones de poder. La CIDH estima que, para efectos de determinar el impacto de la corrupción en una sociedad democrática, la característica esencial del fenómeno se constituye por la situación de poder delegado en una autoridad pública. Si bien existen distintas fuentes de poder, tales como privados, corporativos, económicos; estas son relevantes en la medida que se vinculen con el interés público, esto es, que trasciendan de la esfera privada. El uso abusivo o desviado del poder delegado es una cuestión que une los derechos humanos con la corrupción, dado que en ambos casos se está ante la preocupación por el control, los límites y la legitimidad del poder público. (…) Finalmente, toda vez que mediante el abuso o desviación se produce el rompimiento de un mandato normativo, el impacto es institucional y no se agota en las consecuencias económicas. En efecto, la CIDH reitera que el daño de la corrupción se expresa en la institucionalidad democrática, en el Estado de Derecho y en los derechos humanos.^[1]

Corrupción en el Ecuador.

Uno de los factores que más afectan a la democracia en nuestro país es la corrupción. A lo largo de los años el Ecuador ha enfrentado múltiples escándalos de corrupción en los diferentes gobiernos de turno, crisis bancarias originadas en la falta de control por parte de las instituciones obligadas a ejercerlo debido a procesos de desregulación, el enriquecimiento ilícito de funcionarios púbicos y como consecuencia de todo aquello, el deterioro en las condiciones de vida de las y los ecuatorianos y la afectación de sus derechos.

Durante la pandemia por el COVID19 para la ciudadanía fue mucho más evidente el impacto   de la corrupción en el manejo de los recursos públicos destinados al área de salud, en medio de la crisis sanitaria se destaparon casos de corrupción que incluían sobreprecio en bolsas de cadáveres, mascarillas y pruebas de detección del covid-19.

Casos de corrupción durante la crisis sanitaria:

Caso mascarillas N95- IESS: sobreprecio y adjudicación a empresa dedicada a venta de comidas y bebidas.

Cobros para la identificación de cadáveres en centros hospitalarios de Guayas.

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