Crisis De 1929 En Chile
Enviado por fabi1234 • 3 de Abril de 2013 • 1.547 Palabras (7 Páginas) • 819 Visitas
Crisis de 1929 en Chile
Obreros durante la crisis.
Culminada la Primera Guerra Mundial, los Estados Unidos de Norteamérica surgen como la principal potencia económica y militar del mundo.
Un gran desarrollo industrial, en un territorio no dañado por el conflicto bélico, permitió a sus empresarios acumular grandes capitales, convirtiendo al dólar en la divisa más importante de todas.
Estos capitales se distribuyeron por todo el mundo en forma de inversiones directas o de préstamos.
En Chile, por ejemplo, la mayor parte de las políticas económicas de la administración Ibáñez fueron financiadas con préstamos norteamericanos, otorgados con grandes facilidades de pago.
La clase obrera acusó el golpe.
Esta situación supeditó a la economía de Chile a los vaivenes del comercio internacional y a las variaciones del valor del dólar, amenazado constantemente por las tensas relaciones europeas de la posguerra.
El panorama económico chileno se complementaba con una industria del salitre cuyo principal cliente era los Estados Unidos, lo cual profundizaba la dependencia chilena de la economía mundial y de los mercados globales, amén de los estragos que produjo la aparición del salitre sintético, disminuyendo brusca y drásticamente la venta de la principal fuente de riqueza del país en esos tiempos.
La crisis económica mundial de 1929 hizo remecer a la economía chilena, ya que resintió a todas las actividades productivas, afectando los ingresos fiscales y las divisas.
Chile fue uno de los países más golpeados por esta crisis, sobreviniendo entonces la paralización de faenas, la cesantía y las quiebras. Se produjo una intensa agitación política y social contra el Presidente Ibáñez, quien renunció en julio de 1931, sumiendo de paso al país en un período de gran anarquía nacional.
Familias completas víctimas de la cesantía en 1930.
Así como Alessandri había tenido una fuerte ligazón con los inversionistas ingleses, Ibáñez se convirtió en aliado de los norteamericanos. A éstos les aseguró los monopolios del cobre, de la energía eléctrica, del salitre, de los tranvías y del comercio.
El caso de la Compañía Salitrera de Chile (Cosach), es un ejemplo típico: fue formada en julio de 1930, entregándole el 50 por ciento de las utilidades salitreras a los capitalistas norteamericanos, además de asegurarles gran parte de las reservas, suprimiendo los pagos por derechos de exportación (entre 1929 y 1930 se exportaron 2.898.141 toneladas métricas).
Se calcula que, en 1930, las inversiones directas de los capitales norteamericanos en Chile sumaban 729 millones de dólares, seguidos por los ingleses, que tenían inversiones por 330 millones, y los alemanes, con 125 millones de dólares.
El balance del ejercicio del comercio exterior chileno, entre 1927 y 1933, arroja un resultado bastante expresivo: un superávit de 2.853.776 pesos de 6 peniques. Ese superávit, sin embargo, jamás ingresó al país, debido a que eran utilidades de las empresas de comercio exterior de propiedad extranjera, tales como la Duncan Fox, la Grace & Cía, la Weir Scott, etc.
Ollas comunes en 1932.
Los primeros años de Ibáñez mostraron una notable bonanza, que permitió emprender algunas reformas de carácter económico, dándose paso al Instituto del Crédito Industrial, con el fin de estimular la inversión hacia la industria liviana. Se crearon cooperativas agrícolas, se incentivó el crédito hacia los pequeños propietarios agrícolas, además de establecer varias barreras tarifarias.
Para estimular el empleo, se solicitaron varios empréstitos a la banca extranjera, para desarrollar un gran plan de obras públicas. El gobierno recibió nueve empréstitos, que provocaron una mayor subordinación de la economía chilena.
Todas estas medidas crearon una sensación de progreso y optimismo, que favoreció la estabilidad del gobierno durante los primeros dos años.
Sin embargo, todo ello se desplomó abruptamente, a partir del 29 de octubre de 1929, cuando se produce el desplome en la Bolsa de Valores de Nueva York, dando paso a la Gran Depresión, que afectó profundamente la economía mundial, durante los años siguientes.
La doble dependencia que la economía chilena tenía del mercado mundial (los préstamos foráneos y la venta del salitre) causó que nuestro país se viera fuertemente remecido por la crisis de 1929, puesto que el brusco descenso de la demanda de salitre generó una escasez de fondos que impidió a Hacienda pagar las cuotas relativas a los empréstitos comprometidos en el extranjero.
Ver: PSU: Historia y Ciencias Sociales; Pregunta 44
Se calcula que más del 25 por ciento de la población quedó en la extrema miseria. Informes de organismos internacionales señalan que durante la Gran Crisis Chile tuvo los índices de mortalidad infantil y de tuberculosis más altos del mundo.
Chile en el mundial de fútbol de Uruguay en 1930.
La paralización de las fuentes productivas mineras y agrícolas provocaron la emigración hacia las ciudades, que se vieron invadidas de personas deambulando, en busca de comida y un lugar de abrigo, que incluso morían
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