Criterios diagnósticos para trastornos de personalidad
Enviado por aykolu • 26 de Octubre de 2015 • Biografía • 7.076 Palabras (29 Páginas) • 129 Visitas
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INDICE
Introducción………………………………………………………………………………………………...3
Trastornos de personalidad………………………………………………………………………….……4
Antecedentes históricos…………………………………………………………………………………..4
Criterios diagnósticos para trastornos de personalidad…………….…………………………………4
La personalidad………………………………………………………………………………………….…5
Historia del concepto del TLP…………………………………………………………………………....5
Diferencias ya características de una persona con TLP…………………………………………......5
Trastorno Límite de la personalidad……………………………………………………………………..7
Características generales de un TLP ……………………………………….…………………………..8
……………………………………………………………………………………………………….……….9
Epidemiologia………………………………………………………………..……………………………10
Etiología……………………………………………………………………………………………………10
Criterios diagnósticos Del TLP………………………………………………………………………….14
Cuando comienza el TLP…………………………………………………..……………………………15
Como se diagnostica el TLP……………………………………….……………………………………15
Que enfermedades coexisten con el TLP……………………………………………………………..15
Que estudios se están realizando para mejorar el diagnóstico del TLP?………………………….16
Como se trata el TLP?………………………………………………………………………….….17 y 18
Conclusiones……………………………………………………………………………………………...19
glosario……………………………………………………………………………..……………….20 y 21
Bibliografia…………………………………………………………………………………………….…..22
INTRODUCCION
Los trastornos de la personalidad constituyen un área de notable actualidad en el campo de la salud mental, ocupando un lugar preponderante en la Psicología Clínica y en la Psiquiatría. Esto se debe en gran parte, a la incidencia global de estos trastornos (entre el 10% y el 13%) entre la población, tanto en su presentación aislada o sola como acompañados de forma comórbida con otros trastornos En este sentido, el creciente interés refleja la necesidad de avanzar y progresar en un campo en el que todavía quedan muchos aspectos por estudiar. A diferencia de otros trastornos, el trastorno límite de la personalidad es para muchos autores el trastorno de personalidad más complejo y frecuentemente uno de los más graves, como viene defendiendo Millon a lo largo de toda su obra. Algunos autores llegan incluso a declararlo como el trastorno emocional más representativo de nuestro tiempo y como el resultado de una sociedad instalada en la inmadurez, la banalidad y la falta de cohesión. Además, no debemos olvidar que se trata de un trastorno que origina una fuerte presión de sufrimiento tanto en las personas que lo padecen como en su entorno socio-familiar. Por ello, consideramos oportuno plantear y analizar todo lo que aún es confuso en tan actual problemática. Por todo ello, justificamos la realización de este trabajo, que tiene como objetivo principal hacer una investigación acerca del trastorno límite de la personalidad. Así como, plantear propuestas de diferentes autores en su intervención adecuada al trastorno y su posterior evaluación.
El trastorno límite de la personalidad es uno de los trastornos más controvertidos no solo por el carácter disfuncionante de sus manifestaciones clínicas y su alta prevalencia, sino también por su relevancia como entidad psiquiátrica. Ya que es el centro de atención en innumerables investigaciones, congresos, seminarios cursos, estudios farmacológicos y psicoterapéuticos, desarrollos de páginas web y asociaciones de enfermos, familiares y profesionales especializados en su tratamiento y estudio, así como por la difusión de información sobre el trastorno en los medios de comunicación. Durante muchos años, el trastorno límite de la personalidad ha sido una entidad cuestionable y ha constituido una de las categorías diagnosticas que más problemas conceptuales e investigaciones ha suscitado.
Para ello, situamos el trastorno límite de la personalidad bajo el prisma de los trastornos de la personalidad y en adelante trataremos cada uno de los aspectos que encontramos en el trastorno que nos ocupa.
TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD
ANTECEDENTES HISTÓRICOS
Los trastornos de la personalidad se han descrito desde hace miles de años, como se ilustra en la doctrina de los humores corporales propuesta por los antiguos griegos. En el siglo IV a. C. Hipócrates identificó cuatro temperamentos básicos: el colérico (irritable), el melancólico (pesimista), el flemático (apático), y el sanguíneo (optimista), todos ellos determinados por la proporción relativa de los cuatro humores corporales (bilis amarilla, bilis negra, flema, y la sangre, respectivamente), reflejando así los actuales intentos por descubrir las bases biogenéticas de la personalidad. En este siglo, tuvo también lugar el estudio de los caracteres por Teofrasto, constituyendo uno de los primeros trabajos descriptivos de la personalidad (Caballo, 2004). No encontramos nada nuevo hasta el siglo XVIII con Francis Gall y su ciencia de la frenología, donde se establece relación entre las variaciones de nuestro cráneo y nuestro comportamiento. Es a principios del siglo XIX, cuando psiquiatras como Pinel, Esquirol, Rush, Prichard y Maudsley describieron los tipos de personalidad socialmente inadaptados que encontraban en situaciones clínicas. Concretamente, Prichard (1837) en su Tratado sobre la locura, definió el concepto de “locura moral” como una forma de desorden mental en el que se pervierten los valores morales, se extingue el autocontrol racional y se es incapaz para conducirse en la vida de forma adecuada (conocido hoy en día como trastorno antisocial de la personalidad). Más tarde, Maudsley (1868) describió una categoría similar caracterizada por la ausencia de capacidad para experimentar verdaderos sentimientos morales. A comienzos del siglo XX, Kraepelin (1905) describió estados mentales patológicos en los que lo fundamental son las inclinaciones y tendencias de la personalidad, considerando los trastornos de la personalidad como formas intermedias de psicosis, defendiendo la idea de la continuidad entre ésta y aquellos. Posteriormente, Kurt Schneider (1923) entendió la personalidad anormal como desviación de la media, es decir, como una variación respecto a la personalidad normal y denominó a todos los diferentes trastornos de la personalidad como “personalidades psicopáticas”, caracterizadas por el egoísmo, la falta de veracidad y de remordimientos, y los trastornos de conducta, añadiendo que se tratan de personalidades anormales que sufren por sus anormalidades o que hacen sufrir a los demás. Otros autores como Janet (1901), y Breuer y Freud (1995) definieron los rasgos de personalidad asociados a la histeria, la precursora del trastorno histriónico de la personalidad, reflejando un intento por describir tipos más específicos de la personalidad. Mucho más recientemente, otros investigadores como Millon (1981), han proporcionado algunos de los principales argumentos sobre los que se asientan las actuales clasificaciones o criterios diagnósticos de los diversos trastornos de la personalidad, tal y como se sistematizan en las dos principales clasificaciones nosológicas de los trastornos mentales vigentes en la actualidad: el DSM-IV-TR (Manual Diagnóstico y Estadístico de las Enfermedades Mentales, Texto revisado, APA, 2002), avalada por la Asociación Americana de Psiquiatría, y la CIE-10 (Clasificación internacional de la enfermedades mentales).Propuesta por la OMS en 1992.
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