¿Cuáles son elementos de la teoría de la dependencia que se manifiestan en la cooperación que China ejerce en el continente africano?

        1174080         Teorías Clásicas de la RI          Itzel Gdp. Calixto Castro

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¿Cuáles son elementos de la teoría de la dependencia que se manifiestan en la cooperación que China ejerce en el continente africano?

Como bien, se sabe que la teoría de la dependencia se basa en la economía debido a que es como una respuesta a las teorías del desarrollo económico; esta teoría es un concepto que declara que el comercio, la inversión extranjera, e incluso la ayuda que los países industrializados brindan a países pobres y menos desarrollados es inherentemente explotadora y funciona solo en detrimento de los países pobres. Tal es el caso de la cooperación de China en África, ahora bien, sabiendo esto, los elementos principales  que manifestó China en África son la económica, la política y lo cultural; las economías africanas siguen adoleciendo de un poco diversificación, lo cual las hace bastante vulnerables a los costos de las materias primas y a las condiciones climáticas. La dependencia del sector primario y de las ocupaciones extractivas produce que, por un lado, el trabajo de la mayor parte poblacional sea volátil, poco cualificado y tenga poco costo agregado y, por otro, que buena parte de las ganancias nacionales apenas redunde en el trabajo local. Sin embargo, con sus deficiencias, estas economías van a tener que encarar a un fenómeno estructural irreversible a el aumento de la demanda de trabajo. Otra razón por la que China se ha erigido como el socio preferente de los países africanas son las facilidades financieras que da. Según el Banco Mundial, África aloja los peores territorios para hacer negocios. Las deficiencias en la red de infraestructuras, la corrupción, la anquilosada burocracia o la inestabilidad política, a priori, no alientan las inversiones extranjeras. Sin embargo, China, a pesar del peligro que entraña, es capaz de dar unos ventajosos préstamos a extenso plazo bastante adaptados a las necesidades de las frágiles economías africanas. La población, por su lado, tampoco se muestra mayoritariamente disconforme: casi 2 tercios ve la infuencia de china en su territorio como positiva. Asi mismo, el gran proyecto chino, a pesar de tener grandes cifras favorables en el comercio para África no lo es todo ya que para ellos  la economía no lo acapara todo: es solo la pieza que sirve de base de unas aspiraciones geopolíticas mucho más profundas y multifacéticas. En su carrera hacia la supremacía mundial, China ha reservado a África un lugar muy relevante de su estrategia a largo plazo, encontrando en el continente no solo a un aliado dócil y provechoso, sino un laboratorio en el que poner en práctica su modelo de hegemonía. Por cierto, resulta cada vez más evidente que la resaca del mismo está dejando al conjunto de naciones africano en una postura de supeditación económica en relación a Pekín, cuya red de predominación, que empezó a tejerse por la economía, sigue expandiéndose en el campo político, cultural y de estabilidad. La corrupción y la incompetencia de determinados Gobiernos de África en el momento de gestionar los proyectos de inversión china produce constantemente que los costes acaben multiplicándose para Pekín, que, paradójicamente, ya ha empezado a interesarse por la buena gobernanza en aras de prever la productividad de sus inversiones.