Cuento de los Tres Cerditos en Tiempos de Crisis

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“2021. Año de la Consumación de la

Independencia y la Grandeza de México”.

ESCUELA NORMAL NO. 4 DE NEZAHUALCÓYOTL

Licenciatura en Educación Primaria

Alumnos. amacho Urrutia Adriana

Flores Vilchis Karina Yasmin

González Ruiz Angélica

Pacheco Maldonado Mitzi Magali

Palomino Maya Daniel

Rangel González Ángeles Irene

Sánchez Morales Alejandra

Velasco Salgado Diego Enrique

Grado. 2°        Grupo. VI

Curso. Literatura

Profesora. Fernanda Vázquez Santiago

Ciclo escolar. 2020-2021

Cuento de los Tres Cerditos en Tiempos de Crisis

Había una vez, una pequeña familia de cerditos que vivían a las afueras de Chimalhuarache, tuvieron un día de clases pesado… Pero algo asombroso se aproximaba, se anunció aquella mañana sobre un suceso que sacudió al mundo entero y que pronto estaba por venir a su ciudad…

Era el primer caso de Coronavirus en la ciudad vecina Estado de Puercolandia, por ende, todos los habitantes de Chimalhuarache comenzaron con un pequeño pánico de lo que se aproximaba, los 3 cerditos estuvieron al tanto de la situación cuando de pronto, se empezaron a escuchar más casos y tuvieron que dejar la escuela y se inició la cuarentena.

Durante la cuarentena el cerdito mayor, decía que el covid-19 no existía, por lo cual, él decidió ir a todas las fiestas, porque para él eran las vacaciones perfectas. Realizaba sus actividades cotidianas sin utilizar cubre bocas y no se lavaba las patas.

Hasta que un día por la mañana al regresar de una fiesta al cerdito mayor le dolía la cabeza y no tenía olfato, por lo cual le llamo muy asustado a su segundo hermano quien sí se cuidaba, pero seguía saliendo a lugares cerrados y con mucha gente y en la llamada le contestó que el también sentía dolor de cabeza y tenía mucha temperatura, por lo cual decidieron llamarle al cerdito más pequeño.

Al siguiente día decidieron ir a la casa del cerdito más pequeño y este les dijo:

- Tranquilos, chicos, aquí estarán bien. El Covid no podrá entrar a mi casa.

El virus del Covid llegó y por más que trato de meterse, no soporto la limpieza de la casa, ¡Era una casa muy limpia, traían cubre bocas, no salía y se echaba gel! Aun así, el Covid no se dio por vencido y buscó alguna parte sucia de la casa para poder entrar.

En la parte trasera de la casa había una escoba. El Covid se pegó ahí de un salto, se plantó en el tejado y de ahí brincó hasta la puerta de atrás, se deslizó por ella para entrar en la casa, pero cayó sobre un enorme tapete de desinfectante que se estaba colocando el cerdito. La limpiadora fue tan grande que el Covid pegó un grito desgarrador y salió disparado de nuevo al tejado. Con el cuerpo limpio y muy enrojecido por la limpieza huyó para nunca más volver.

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