Cultura, Identidad Y Violencia Simbólica

“Cultura, identidad y violencia simbólica"

Es indudable que aunque todos vivamos en una misma comunidad, somos seres independientes, somos una enorme diversidad de opiniones, sentimientos, ideas y creencias, pero no por ello debemos aislarnos de los demás, ya que, es importante para todos los individuos que integran nuestra sociedad, conocer las diversas maneras de expresarse y de sentir que hay, así como el aprender a convivir en paz con los todos integrantes de la misma. Por ello es imprescindible que exista un respeto hacia la cultura e identidad del otro, sin llegar a la marginación.

La cultura es entendida como todo lo que existe en el mundo, lo que nos rodea, que ha sido producido por la mente y por la mano humana, uno nace con ella, las costumbres, las fiestas navideñas, la comida tradicional, los nombres de las personas, el practicar algún deporte, el leer, aprender, todo es cultura. Mientras que, la identidad es un conjunto de valores, que proporcionan un significado simbólico a la vida de las personas, reforzando su sentimiento como individuos y su sentimiento de pertenencia.

Como podemos observar en nuestra sociedad, existen tres tipos de identidades como es la social (como discriminación entre grupos), la cultural (conjunto de valores, tradiciones, símbolos, creencias y modos de comportamiento que cohesionan un grupo social) y la personal (como identificación que destaque los caracteres propios, distintivos y diferenciadores de cada sujeto). A su vez, una persona se puede definir según su grupo cultural o su comunidad de origen (identificada por los rasgos físicos o lingüísticos y por señas de identidad cultural) o según su papel profesional y su estatus social (el tipo de actividad que ejerce y la posición social que ocupa dentro de esa sociedad).

Muchas veces es injusto que se identifique a una persona como "pobre" por no tener poder económico en su sociedad, por no heredarlo de su familia. Por ello, el poder económico de una familia puede permitir un mejor proceso educativo del individuo, pero también, el deseo de superación o el amor al estudio inspirado en la devoción que los padres depositaron en los primeros años de su formación o educación. Así pues, de la familia y su circunstancia, dependerá en mucho si el individuo alcanza o no el éxito académico. Actualmente, la crisis económica está alterando los valores sociales que influyen en el proceso de educación del individuo, está cerrando cada vez más los espacios y haciendo que el proceso se haga selectivo, competitivo, reduciéndose así las oportunidades para los que están en desventaja.

Todos los seres humanos en el momento en que se encuentran ante otras personas con rasgos físicos muy distintos o con otro idioma materno, o con costumbres muy diferentes, adquieren algún grado de conciencia de su existencia como grupo diferenciado; captan comparten una

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