¿CÓMO ANUNCIAR LA EXPERIENCIA CRISTIANA A LA JUVENTUD ACTUAL?

DIPLOMADO DE MISIONOLOGÍA                                                         SERGIO IVAN VALDIVIA MARTINEZ

¿CÓMO ANUNCIAR LA EXPERIENCIA CRISTIANA A LA JUVENTUD ACTUAL?

La juventud de nuestro tiempo, está basada en una riqueza cultural muy basta, al día de hoy conviven comunidades étnicas, empresariales, religiosas, catedráticos, estudiantes entre otros, en una misma realidad. Dicha convivencia ha enriquecido la manera de percibir la realidad, pues han dado cuenta de las potencialidades de cada cual, puede desarrollar mediante el esfuerzo, la congruencia y dedicación,  intereses basados en la observancia, de la disciplina y la responsabilidad.

No obstante esta relación sin aparente jerarquía, ha mermado considerablemente, la finalidad de nuestra misión como cristianos, y sobre todo limitado nuestra tarea evangelizadora en el campo vital de la concepción humana, privilegiando el afán de ser, más que el hacer.  Existe una modificación en la escala de valores en la juventud influenciada en gran medida por los medios de comunicación, los sistemas de comunicación y tecnología han permitido acortar las distancias físicas entre las personas, sin embargo han constituido nuevos desafíos en las relaciones interpersonales, puesto que, la comunicación virtual es impersonal, existe el audio, el video, los mensajes de texto, pero no es la persona, no es el otro, con su contacto espiritual y físico, que permite una charla entre amigos, entre seres que se aceptan el uno con el otro.

En el pasado la  plática en la mesa con la familia permitía, el saber de la vida diaria entre nuestro seres más cercanos; al día de hoy los grupos de mensajería instantánea, permiten estar atento puntualmente a las necesidades del otro, pero no permiten estar para con él otro, no permiten visualizar: la fortaleza de una mirada recia de un padre, ni la calidez del beso de una madre, ni la risa inocente de la hermana, ni el beso dulce de la esposa. Todos estos gestos etéreos, se piensan que con un “emoticón”, pueden ser suplantados, poniendo un me gusta, o una carita feliz. Se alardea de complacencia, aceptación y aprecio significativo con base a la representación virtual de dichos caracteres, luego entonces, nuestra tarea como misioneros en cristo, parece ser una tarea titánica, contra una realidad avasalladora. Sin embargo, tenemos la mejor aplicación para este sistema viralizado, que es nuestra fe en Dios, en Jesús vivo.

La tarea evangelizadora va encaminada, no a cambiar  de manera  drástica la concepción del ser, en este sistema neoliberal, esta pues, destinada a encontrar en cada individuo, el valor de la persona humana, a través de la experiencia espiritual con Dios; ese vínculo transcendental con el absoluto presupone un trabajo personal de cada cual.

La tarea misionera en este tiempo, se subyace a compartir con las personas, con los compañeros de trabajo, de vecindario, en la familia; entendiendo la misión, como un compromiso personal con Dios, una respuesta al llamado a través de la actividad que todos como hijos de Dios, estamos prestos a responder.

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