¿Cómo llegamos a tener nuestra comida en la mesa?

Alumno: Corona Villalpando Alan[pic 1]

Trayectoria: Lic. En Estudios Multiculturales

Asignatura: Cultura y sociedad

Maestro: Vargas Reynoso Luis Ángel

Grupo: 2-A

REPORTE DE LECTURA

¿Quién le hacía la cena a Adam Smith?

Tema central: 

¿Cómo llegamos a tener nuestra comida en la mesa?

Resumen del texto:

Gracias a Stead y sus contemporáneos, la historia del Destripador fue noticia nacional. Se construyó poco a poco durante semanas mientras los observadores luchaban por detectar cualquier patrón en lo que creían que era una serie de asesinatos únicos en la historia criminal. Durante la "Caída del Terror", los diarios sirvieron a audiencias muy diferentes en un esfuerzo por destilar el significado de las grandes noticias de cada día, mientras rastreaban crímenes pasados ​​para construir modelos explicativos en retrospectiva.

La elaboración de la historia del Destripador por parte de los medios ayudó a crear el contexto para los eventos del otoño de 1888 y contuvo las ansiedades que rodearon el asesinato. Si bien muchos grupos diferentes intervinieron para dar forma a la interpretación de los medios de la crisis del Destripador de acuerdo con sus propios intereses políticos, también fueron impulsados ​​​​por la gestalt general que provocaron los medios.

La historia del Destripador, como propiedad de todo un diario, representa un tipo diferente de elaboración mediática, una con un mensaje político decididamente más antiguo que el "Homenaje a una doncella" de Stead o la campaña populista de Mrs. Weldon en defensa de la «libertad del individuo».  En contraste con estos dos eventos sensacionales, el relato de prensa de la historia del Destripador no tenía un núcleo político claro, y las mujeres se vieron notablemente marginadas al contar la historia públicamente.

La cobertura periodística de los asesinatos combinó temas e historias reformadores y los reescribió para convertirlos en fantasías más masculinas, más cercanas en tono y perspectiva a la literatura gótica y de exploración urbana masculina, que al melodrama político no femenino. Entre el 31 de agosto y el 9 de noviembre de 1888, se produjeron cinco asesinatos brutales de prostitutas, todos menos uno en el "cuarto de milla malvado" de Whitechapel, al este de Londres.

El centro proletario de Londres, una "ciudad" de 900.000 habitantes, para los observadores de clase media, Whitechapel es un lugar extraño, un centro de la cultura mundial y un punto de llegada para inmigrantes y refugiados extranjeros, la ola más reciente de los cuales eran judíos pobres que huían del Holocausto en Europa del Este en la década de 1990. 1880. Además, Whitechapel era conocida por sus vagabundos sin hogar y sin domicilio, que vivían al aire libre o en las "guaridas de ladrones" que constituían pensiones comunes.

En los años 80, Whitechapel se había convertido en un símbolo de los males sociales "Londres Marginado". Trabajadores eventuales y temporales, salarios de hambre, rentas explotadoras superpobladas, un sistema inhumano de asistencia a los pobres.

Al igual que el árido desierto de "Ciudad de Pesadilla" de Stevenson, los espacios vacíos de Whitechapel pueden llenarse rápidamente con una multitud asesina. "Personas de todas las clases y condiciones" se encontraban en Whitechapel Road, con sus "hermosas tiendas". Whitechapel Road era un centro de entretenimiento esencial para la clase trabajadora de Londres y un imán para los jóvenes occidentales adinerados que deambulaban por "las calles más duras y crueles” en busca de nuevas emociones".

Los comentaristas notaron que, por la noche, el brillo deslumbrante de Whitechapel Road contrastaba con los callejones oscuros que flanqueaban la carretera principal. Si uno da vuelta en una calle lateral, uno está "en" la oscuridad "de fantasía" del "peor Londres". Callejones y veredas, sigue siendo una de las últimas colmenas de viviendas de baja altura en el Londres victoriano tardío.

En la zona de Flower and Dean Street, les resultaba inútil perseguir cuando, por azar, aparecen en la escena, en esos mismos patios y callejones vivian y trabajaban las prostitutas pobres, estremecedoras de rodillas de cuatro peniques que, muchas veces en las páginas de la prensa diaria, este paisaje de escándalo se unió a las descripciones de las características más mundanas de la vida cotidiana entre los pobres. La calle en la escena del asesinato es también el trabajo y la residencia de algunos residentes empobrecidos que trabajan en trabajos eventuales y de bajos salarios.

Varias familias vivían en 39 Hanbury Street, incluidos seis hogares separados.  Annic Chapman fue asesinada en la trastienda de su taberna y los investigadores utilizaron tabernas y teatros cercanos como parte de su investigación.  Los comunicados de prensa diarios proporcionaron una comprensión profunda de los refugios al incluir información detallada sobre las cocinas, el albergue de Dorset Street y la habitación donde murió Mary Jane Kelly.

 La intención de esta manifestación física era promover un argumento geográfico sobre el carácter territorial de los delitos.  Los informes utilizaron las teorías lamarckianas de la decadencia urbana para explicar los horrores de Whitechapel.  La teoría establecía que el medio ambiente de la ciudad era sucio.  Esto condujo a la degeneración social y eventualmente al estallido del crimen.

El asesinato de Annic Chapman tuvo lugar en Hanbury Street, la misma calle donde ya se había producido un robo y un asesinato.  La trastienda de 39 Hanbury Street fue la escena del crimen.  Además, el lugar de trabajo y la residencia de Annic también estaban en esa calle.  Aproximadamente seis familias separadas vivían en Hanbury Street.  El sexo es un elemento importante del misterio que rodea a los asesinatos.

 En reacción a la ira pública, estallaron disturbios antijudíos en Londres.  Otro motín similar se inició en la ciudad durante el cambio de siglo, durante estos eventos, turbas de hombres alborotadores intimidaron a la población judía local.  Se dijo que el atroz crimen no fue realizado por ningún inglés.  Se hicieron numerosas acusaciones falsas sobre judíos individuales, dando rienda suelta a algunos jóvenes del vecindario para robarles y golpearlos.

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