DE LA HISTORIA A LA HISTORICIDAD: CONOCIÉNDONOS COMO MEXICANOS A TRAVÉS DE LA EXPRESIÓN CREATIVA.
Enviado por kimorita • 18 de Noviembre de 2014 • Síntesis • 2.617 Palabras (11 Páginas) • 248 Visitas
DE LA HISTORIA A LA HISTORICIDAD: CONOCIÉNDONOS COMO MEXICANOS A TRAVÉS DE LA EXPRESIÓN CREATIVA.
El escenario.
Si bien es cierto que, desde la implementación de temas de Historia a los currículos escolares en México está se ha presentado de manera velada y manipulada, presentando sólo versiones oficiales, basadas en fechas y nombres; volviéndose memorística, parcial e irrelevante; también es cierto que en la actualidad dicha situación se agrava bajo las características de la vida de nuestros tiempos.
Es pertinente señalar que el neoliberalismo está planteado como un modelo económico que, sin embargo, repercute severamente en los ámbitos de lo político, cultural, social y educativo.
Cabe mencionar que la implementación de políticas neolibelares impacta de manera directa y severa a la educación en general pero recordemos que, a grandes rasgos, las políticas neoliberales promueven la privatización de la educación por un lado y, pretenden enfocarse a la educación básica, basada en competencias, por supuesto, del otro.
Uno de los efectos del neoliberalismo es la globalización , un fenómeno que, por medio de las nuevas tecnologías, comunicaciones y bloques económicos, ha devenido en un acelerado proceso de homogenización y degradación del sujeto. De esta manera nos volvemos entes desvinculados con su ser y su realidad, inmersos en un presente perpetuo “cuyo peso tiende a reducir tanto nuestro campo de experiencia como nuestro horizonte de espera” , en el que ya no se anhela un mejor futuro pero tampoco se conoce el pasado, ni el común ni el propio.
Nos quedamos viviendo en instantes, monótonos y eternos instantes.
Se genera entonces una falta de conciencia, tanto de sí como del otro, por lo que la construcción de una comunidad global (supuesta meta del neoliberalismo) no es más que un fantasma, del que todo mundo habla pero nadie ha visto.
Pero no sólo se impide la formación de una comunidad global, sino de cualquier comunidad como tal, porque esa homogenización de la que hablamos antes nos hace más similares que nunca pero a la vez más distantes: al alejarnos de nosOTROS, nos alejamos de los OTROS.
Como hemos mencionado antes, los medios de comunicación y las nuevas tecnologías juegan un papel trascendental en ese proceso de homogenización y aislamiento de las personas” La comunicación y la tecnología comprimen el espacio y el tiempo, lo que provoca rápidos cambios en el mundo que conocemos y en nuestra forma de enfrentarlo porque se vuelven frágiles y provisionales” . No es raro ver que los jóvenes estemos más preocupados por lograr la imagen impuesta por el mercado y adquiriendo los “gadgets” del momento que re-conociendo a otros y, más aún, re-conociéndose a sí mismo.
Y esa es la causa por la que consideramos que se agravan las ya citadas condiciones de memoria, parcialidad e irrelevancia de la enseñanza de la Historia ¿para que reconstruir un pasado si no se ha construido un presente?
Son precisamente esas circunstancias las que, como pedagogos, nos llevan a declarar que ahora, tal vez más que nunca, es crucial la re-construcción de ese pasado, anticipada por la construcción de un presente.
Conociendo al enemigo: los lastres de la enseñanza de la Historia.
Suele mencionarse que la enseñanza de la Historia tiene varias finalidades (las cuales rara vez se cumplen), José de Jesús Nieto menciona los siguientes: para conocer el pasado; para que guíe nuestra acción; para comprender el presente; para legitimar el dominio de los grupos gobernantes; para crear una identidad nacional, cohesionara a la comunidad y cultivar el patriotismo; y para negar la visión histórica de los vencedores y rescatar la de los vencidos .
Cada una de estas finalidades tiene razones de ser y una importancia particular, no obstante, nos abocaremos a dos de ellas para la presente investigación, estos son los dos últimos, a los cuales denominaremos historia oficial y la otra historia, respectivamente.
Inicialmente la historia oficial pretende determinarnos como miembros de un país, “hijos de una patria”, eternamente agradecidos con los héroes que lo hicieron posible desde una visión positivista que los coloca como “factores únicos de cambio” , sin considerar una visión analítica de los hechos y circunstancias. He aquí un primer lastre ¿cómo comprender algo que se nos presenta de manera parcial y aislada? Según Luis Villoro “no hay acción humana que no esté conectada con un todo” , por lo tanto no podemos remitirnos sólo a fragmentos de realidad sino que debemos tratar de conocer la mayoría de elementos de ese todo.
Uno de esos elementos es precisamente la otra historia. Cada hecho que ocurre, independientemente de su trascendencia, tiene varias versiones. Los libros de texto y currículos se basan en una de esas versiones; pero muchos historiadores se han encargado de presentarnos la contraparte de los hechos; la comúnmente llamada “visión de los vencidos”. Junto con las batallas perdidas se perdió para ellos algo más: el derecho a existir. O por lo menos a ser escuchados, ya que muchas veces se les presenta como atrasados o villanos.
Así como no podemos ponderar a los héroes históricos como hombres íntegros, sabios y desinteresados, tampoco podemos pretender canonizar a los vencidos, ya que cualquier postura extrema nos negaría como realidad.
Un elemento más que es crucial para la enseñanza de la Historia, como tal, es el conocimiento de datos concretos. Es a razón de ello que la enseñanza de la materia se encuentra con un lastre más: la memorización, mecánica e irreflexiva de estos.
No puede soslayarse en la enseñanza de la Historia la importancia de los hechos, fechas y nombres, ya que son parte de la particularidad de cada suceso; pero solamente se vuelven relevantes si son analizadas en conjunto con los procesos que les acompañan.
Como señala Nieto “debe abandonarse el recitado lineal de los acontecimientos y manejar el tiempo a través de procesos diacrónicos y sincrónicos” . Los procesos sincrónicos hacen referencia a los hechos históricos ocurridos en una misma época o periodo en otra región geográfica; mientras que los diacrónicos se refieren a la relación entre hechos presentes, pasados y futuros. A partir de aquí tenemos una visión más profunda del todo: no sólo son varias visiones del mundo las que lo conforman, también las épocas y las latitudes lo integran.
Aunque de nada vale conocer el todo histórico si no lo vemos desde un punto de vista crítico que nos permita articular sus elementos, es decir, necesitamos entablar un diálogo para acercarnos a conocerlo y aprender a “pensar históricamente” . Precisamente es esa falta de diálogo,
...