DE LA TEORÍA DE LA DEPENDENCIA AL PROYECTO NEO-LIBERAL: Caso Chileno
Enviado por Deiker Pq • 31 de Mayo de 2022 • Ensayo • 1.636 Palabras (7 Páginas) • 72 Visitas
DE LA TEORÍA DE LA DEPENDENCIA AL PROYECTO NEO-LIBERAL: Caso Chileno
La temática de la dependencia adquirió su mayor desarrollo analítico en las décadas de los años sesenta y setenta y constituyó un esfuerzo de muchos cientistas sociales por dar una explicación a las particulares características del proceso de desarrollo latinoamericano en sus múltiples facetas: económicas, sociales, políticas y culturales.
Lo que la temática de la dependencia enfatizaba era que el desarrollo de los países latinoamericanos era un proceso histórico en el cual, a partir de la independencia, estos países aparecían como naciones políticamente independientes, pero subordinados a las economías más desarrolladas del sistema capitalista mundial; en concreto la dinámica de sus propios desarrollos dependía de la dinámica de las economías centrales. Se enfatizaba, sin embargo, que no se trataba de situaciones similares a la situación colonial, en donde los grupos internos eran relativa-mente pasivos respecto a las decisiones que se tomaban en las metrópolis; por el contrario, en las situaciones de dependencia los grupos dominantes locales actuaban económica y políticamente para constituir en el propio país las condiciones de vinculación con el exterior. Por consiguiente, detentar el poder político era un elemento clave para definir la forma concreta de dependencia, de modo que –en cierta medida—la pugna política al interior de cada país era también una pugna para re definir la relación de dependencia existente, manteniéndola o superándola.
Campaña de nacionalización del cobre. Como es evidente, el tema de la dependencia tenía como correlativo una preocupación por los temas de autonomía y soberanía nacional y por opciones alternativas en el estilo de desarrollo. A partir de los años ochenta era plenamente visible que se había constituido una nueva situación mundial, se vivía un proceso de «globalización» marcado por la mundialización de la economía, lo que también se expresaba en términos políticos y culturales. Ese cambio era plenamente visible con el derrumbe del bloque socialista y con la pérdida de importancia política de los países agrupados en el «tercer mundo». No es de menor importancia que ese proceso coincidiera y se relacionara con la gran revolución «científico-tecnológica»; asistíamos a una «nueva modernización» que tenía lugar en un contexto de «globalización», los problemas que la temática de la dependencia había planteado —autonomía y soberanía nacional, estilos alternativos de desarrollo— parecían superados por los nuevos hechos, lo urgente era integrarse a la «nueva modernidad».
¿Es posible admitir que en el nuevo contexto la dependencia, como fenómeno histórico concreto, ha desaparecido para ser reemplazada por una sana interdependencia mundial? El rasgo principal de la actual economía capitalista mundial está dado por el papel que en ella desempeñan las multinacionales como ejes dinámicos de la misma, eclipsando el papel que antes desempeñaron los países que actuaban como economías centrales. Las multinacionales iniciaron un proceso de des-localización de los grandes complejos industriales y los re situaron en distintos países en vías de desarrollo. Conjuntamente crearon grandes centros financieros de carácter privado que desplazaron los préstamos gobierno a gobierno e incluso a los bancos intergubernamentales, como por ejemplo, el Banco Mundial el Banco Interamericano de Desarrollo u otros. Tuvo lugar una ofensiva política encabezada el Fondo Monetario Internacional y fuertemente apoyada por los gobiernos de Reagan Estados Unidos y Thatcher en Gran Bretaña, que forzaron mundialmente el abandono de las políticas keynesianas de intervención estatal en coyuntura, pleno empleo y seguridad social; impulsó una opción neo-liberal de predominio del mercado en la asignación de recursos de economías nacionales, la plena convertibilidad la liberalización financiera. Estos procesos que marcan la fase de «globalización» están siga dos por el predominio de los grandes conglomerados transnacionales, que son tantos financieros como de empresas industriales y de servicio tienen presencia en casi todos los países mundo. La dinámica de esos conglomerados está dada por la globalización del capital, que sé más allá de las fronteras nacionales. No obstante, en esa situación, los países latinoamericana siguen dependiendo del acceso de sus productos al mercado externo, de financiamientos externos, que hoy día asumen en su mayoría el carácter de inversión directa, y de tecnología avanzada, que se sigue creando en los países más desarrollados.
Es en ese nuevo contexto mundial en el que Chile se encuentra inserto, pero lo interesante es que su inserción se hace posible a partir del golpe militar de Septiembre de 1973. Podrían distinguirse dos fases de este proceso, un período 1973-1983 marcado por dos profundas recesiones: 1974-76 y 1981-83, y una fase expansiva a partir de 1983. Sin embargo la década 73-83 dió lugar a profundas transformaciones que obviamente cambiaron el existente, pero además Poder hasta entonces significaron cambios muy importantes en la estructura social y en el modo de relación entre las clases y grupos sociales.
Lo que nos proponemos mostrar de modo muy sucinto es la forma interna que adquiere la nueva modalidad de dependencia caracterizada por la globalización de la economía capitalista mundial. En Chile, el período 74-83 es de franca desindustrialización, el cambio de estructura social y de las relaciones sociales de la sociedad chilena encuentran un importante factor de explicación en la transformación del sector industrial y sus agentes: empresarios y obreros.
En el sector industrial se llevaron a cabo cambios en las orientaciones de inversión, privilegiándose los rubros exportadores como alimentos (harina de pescado por ejemplo), maderas y celulosa, todos ellos productos de elaboración intermedia.
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