El Modelo Neo Liberal Y El Dominio Desarticulado De La Industria Sobre La Agricultura. 1990 - 2002

El Modelo Neoliberal y el Dominio Desarticulado de la Industria sobre la Agricultura.

1990 – 2002

A fines de los años ochenta, se instauro en América Latina un nuevo modelo de desarrollo el cual trajo transformaciones esenciales a todos los niveles de la organización social y productiva. El carácter de reestructuración productiva capitalista, se erigió a nivel mundial el orden informático y global, basado en la tercera revolución tecnológica: la informática, la robótica, la tecnología poli funcional del láser, la biotecnología y la biogenética. En base a estas características, se sobrevino una fase distinta de la internacionalización del capital, conocida como globalización, el cual constituye una estrategia de las grandes multinacionales, agudizando la tendencia a la mundialización de la economía, trayendo consigo una restructuración del Estado, comandada por las mismas empresas multinacionales, portadoras de las pautas económicas dominantes.

En los países más desarrollados de América Latina, principalmente aquellos que habían pasado por el modelo de sustitución de importaciones, se impuso un nuevo modelo de desarrollo con puntos clave para la exclusión de los campesinos.

La crisis del modelo de Sustitución de Importaciones, trajo consigo el agotamiento de las condiciones del desarrollo de una industria orientada a la producción masiva de bienes para una amplia población. El fenómeno conocido como la nueva división internacional del trabajo, trajo la descentralización de los procesos industriales y la posibilidad de impulsar en los países dependientes, una industria exportadora. Esto genero condiciones para un cambio estructural del sector manufacturero, que se orientó a la producción de bienes diferenciados, con un alto control de calidad y precio unitarios elevados para las demandas del extranjero. De esta manera se permitió el ascenso del patrón acumulador conocido como Neoliberal.

El Modelo Neoliberal se caracteriza por el predominio del capital financiero sobre el productivo, la orientación de la producción de punta hacia la exportación y el establecimiento de bajos salarios y bajos costos de las materias primas agropecuarias, así también nuevos mecanismos para la sobreexplotación de la fuerza de trabajo.

El estado reorienta su actividad para facilitar la industria reduciendo el gasto social y creando economías externas, productivas y financieras para abrir los mercados externos al capital industrial para nuevos mercados. Del cual el acceso a estos solo podía lograrse a través de los canales dominados por las grandes transnacionales, por lo cual existe una tendencia a atraer el capital extranjero, y comandan el nuevo modelo de acumulación, imponen las pautas productivas y someten a su lógica de funcionamiento a los sectores productivos de la economía.

La característica principal, se sustenta en una forma de dominio excluyente sobre las clases explotadas, lo que genera una enorme marginación social, y una concentración del capital en pocas manos. El dominio excluyente se entiende como una forma de explotación y subordinación que no es capaz de reproducir a las clases subalternas en su condición de explotados, sino que tiende a excluirlos debido a su carácter predatorio.

Los campesinos, la imposición de precios no rentables y la sustitución de producción nacional por importada, desgasta la unidad productiva, con lo cual resultan excluidos de la producción y no logran reproducirse como explotados. Esto quiere decir que la fuerza laboral se convierte en desechable, la explotación genera exclusión y el capital no es capaz de reproducir la fuente de su riqueza.

La posibilidad de mantener bajos los salarios como un rasgo estructural del sistema, así como la separación de los salarios, del precio de los alimentos se finca básicamente en dos procesos. El desempleo estructural y la correlación de fuerzas desfavorables a la clase trabajadora como un proceso consustancial al modelo. El modelo neoliberal ha logrado establecer de manera estructural y no cíclica bajos salarios que no provienen de un bajo costo de la canasta de consumo, sino de una imposición de los gobiernos y las élites gobernantes.

Al reducir los salarios sin abaratas los alimentos, se deteriora la capacidad de compra de la población trabajadora. Sin embargo, como la cuota de explotación es elevada debido a los bajos salarios, existe un sobrante de capital que encuentra escasas condiciones rentables de inversión productiva y tiende a fluir hacia la esfera especulativa y financiera. El capital financiero empieza a dominar la escena e impone altas tasas de interés que minan la ganancia industrial y agrícola.

La valoración especulativa se nutre de la valoración productiva y hace caer la ganancia en esta última esfera, se genera entonces un ciclo perverso del capital donde la lógica productiva se ve obstruida y aparece como si el dinero surgiera desvinculado de la producción.

El capitalismo neoliberal depreda la fuente de la riqueza sobre la que se sustenta y por tanto, la capacidad de genera valor, es apropiado por un sector parasitario, los especuladores, que generan una enorme concentración del ingreso y una pobreza generalizada a nivel mundial.

El dominio excluyente consiste en el proceso el cual, se extrae el valor del área productiva minando la ganancia y la reinversión en este terreno. La principal misión de los gobiernos neoliberales consiste en transferir valor hacia el sector financiero y especulativo, a través de los impuestos y la orientación del gasto público; el pago de la deuda constituye el principal mecanismo de referencia de excedentes de los sectores productivos al financiero.

El flujo de valor destinado al sector financiero y especulativo lleva a que se reduzca abruptamente el gasto dedicado a las actividades productivas, en particular las agropecuarias. Esta forma de dominio del capital financiero y especulativo genera marginación en la agricultura, lo que provoca un creciente endeudamiento de los productores rurales.

El capital financiero y especulativo aumenta a costa del sector productivo provocando su exclusión del desarrollo. El capital industrial de pinta, en el Modelo Neoliberal de América Latina, lo constituyen empresas productoras de bienes duraderos, bienes intermedios o bienes de capital de segunda generación, orientados hacia la exportación o bien hacia los sectores de altos ingresos al interior del país. Toda vez que la industria produce para la demanda externa, puede reproducirse con salarios reales bajos de la población trabajadora, en tanto no necesita contar con la demanda de este sector de la población para realizar sus mercancías, los bajos salarios sobre los que se sustenta, impiden a los obrero tener ingresos suficientes para acceder

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