El modelo liberal como una forma de convivencia.

El modelo liberal como una forma de convivencia.

Modelo(s) de ciudadanía con el que me identifico.

De los tres modelos de ciudadanía que se pueden ejercer en la sociedad me identifico con el modelo Liberal. Su principal característica es que reconoce el bienestar económico como bien primario y promueve el respeto a las leyes.

Para el modelo liberal la participación es principalmente un derecho, es decir, los ciudadanos pueden participar si creen que es necesario o no hacerlo si lo creen conveniente, esta participación debe de ser ante todo a través de la razón pública  y respetando el Estado de derecho. La acción para este modelo se desarrolla dentro de lo especificado por la ley, algo importante a mencionar es que la autonomía individual es siempre anterior a la lealtad comunitaria, es decir que se debe buscar primero un bien individual para que de esta forma se cree un bien comunitario. Para el modelo liberal debe de existir justicia y una sociedad bien ordenada para que de esta forma se pueda llegar a un bienestar público, también los ciudadanos deben de tener acceso a los bienes y recursos primarios ofrecidos por el gobierno, las demás necesidades individuales se deben de perseguir con los recursos privados que cada individuo posea.

Explicaciones.

Me identifico con el modelo liberal ya que es un modelo en el que se busca siempre el bien común pero también se le da oportunidad a las personas de buscar antes que nada su propio bien y a mi parecer eso es algo muy importante, una vez que cada individuo, gracias a la autonomía que tiene y que se le permite, se encuentre en un estado de felicidad (por así decirlo) entonces será que la comunidad automáticamente se sienta en bienestar. Para mí esto es vital para la buena convivencia en la sociedad, todos deben buscar su bienestar pero respetando a los demás y por respetar me refiero a no afectar directamente a los demás haciéndoles un daño físico o un daño real, obedeciendo la ley y poniendo la justicia por delante de todo. Sin embargo, la justicia, como menciona Marta Ochman,  “debe ser, en lo posible, independiente de las doctrinas filosóficas y religiosas opuestas e incompatibles que profesen los ciudadanos.”

Lucina Jiménez en su texto Ciudadanía para el buen vivir menciona como la justicia y la paz son importantes para que cada ser humano tenga autonomía y pueda elegir libremente, sin faltarle el respeto a nadie, lo que le parezca más conveniente. Ella menciona que “La formación en acción no violencia y cultura de paz es fundamental para fortalecer la autonomía y la resiliencia de jóvenes, mujeres, niños, niñas, adolescentes, entre las poblaciones más vulnerables pero también en comunidades y ciudades.” 

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