DEMOCRACIA PERRO VERDE

DEMOCRACIA DE PERRO VERDE

En primera instancia la lectura nos habla acerca de nuestros conocimientos acerca de la política, del conocimiento previo a lo que un diputado debería de hacer como obligación y también nos hace reflexionar preguntándonos todas esas preguntas acerca de su presupuesto, que, por su puesto, podemos deducir el salario de un funcionario público de tal rango.

El sistema político y electoral que tenemos actualmente no es funcional para representar a nuestro país, ni a los ciudadanos, fue creado para fomentar la competencia entre los partidos, pero de esta manera no fue creado para rendirle cuentas a los mismos.

Fomenta la repartición del poder, pero sin garantizar la representatividad, la encuesta realizada por la secretaria de gobernación, nos menciona que solo cuatro por ciento de la población confía en los partidos políticos y que solo el diez por ciento de los mismos piensan que los legisladores legislan a favor de sus representados, la población mira a los partidos y ve allí una historia de “priización”, de complicidades, de muchas organizaciones que dijeron enarbolar algo distinto para después actuar de la misma manera que muchas otras actuaron.

Nos muestra claramente de qué manera está guiada nuestra democracia por “los diez mandamientos del político mexicano”

Con estos quizá por la persistencia de este decálogo tantos se cuestionan si México logro transitar de un régimen autoritario, vidente durante más de siete décadas, a una verdadera democracia, si el régimen político que hoy impera representa cabalmente el sentir de las mayorías y se ejerce el poder desde la perspectiva de interés general[pic 1]

Como sugiere Juan Pardinas del Instituto Mexicano para la Competitividad, la democracia mexicana es un “perro verde”. Es demasiado exótica, es la única en el mundo aparte de Costa Rica, en la cual no existe reelección de legisladores o presidentes municipales. Es de las pocas en donde no se permiten las candidaturas ciudadanas. Es excepcional en cuanto a la ausencia del referéndum.

Sobre su lomo están montados los sindicatos abusivos y las televisoras chantajistas y los partidos irresponsables y los gobiernos impunes y los oligarcas privilegiados, así podemos decir que todos ellos progenitores del perro verde y beneficiarios de su excepcionalidad, pues sin reelección no hay rendición de cuentas, ni representación política completa, ni profesionalización de la clase política, ni manera de ir debilitando a los cacicazgos locales

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PARTIDOCRACIA = CLEPTOCRACIA

La numeralia de lo que cuestan y gastan los partidos revela un sistema político que, en aras de promover la equidad, ha producido una democracia de alto costo y bajo rendimiento. Una democracia que gasta 224 pesos por voto cuando un país como Brasil solo gasta cuatro, democracia con partidos blindados ante los costos de la crisis, blindados ante los despidos de personal, ante los planes de austeridad y los recortes presupuestales.

Los partidos tienen una bolsa enorme de dinero público que solo crece con el paso del tiempo, porque su financiamiento está vinculado al padrón y no al desempeño, partidos que están más cerca de los recursos económicos que del mismo pueblo, que les da su sustento.

De esta manera podemos deducir que la democracia no significa igualdad de oportunidades para contener, sino igualdad de oportunidades para abusar. La transparencia que hoy enfrenta tantas resistencias, es porque hay demasiados intereses que proteger, demasiadas decisiones discrecionales, demasiados favores personales que archivar. En el SAT, la PGR, en la Cofetel, en los partidos, en la Secretaria de Hacienda, en la Sedena, en las gubernaturas de los estados. Habrá que exigir que los sujetos obligados de la transparencia cumplan con ello de exponer a quienes no lo hacen.

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