DEMOCRACIA - ROBERT DAHL

Robert Dahl: La democracia: Una guía para los ciudadanos. Grupo Santillana, Taurus. Madrid, 1999. 246 págs.

“La democracia ha sido discutida, debatida, defendida, atacada, ignorada, destruida, y después reinstaurada” La democracia se inventó hace veinticinco siglos, muchas veces y en muchos lugares. Pero aunque haya estado sido muy estudiada es muy difícil generar un acuerdo sobre algunas de sus cuestiones fundamentales.

El libro de Robert Dahl, una obra de 200 páginas traducidas del inglés, te invita a cuestionarte porque la democracia es el mejor sistema de gobierno. El autor plantea esta obra como una guía para resolver las preguntas más esenciales respecto a la democracia y que, debido al uso de estos términos de una manera difusa, los ciudadanos no entienden. Un libro escrito a las puertas del siglo XXI plantea un sinfín de preguntas y retos que tendrán que afrontar los gobiernos democráticos y los que no lo son en este nuevo milenio.

De esta manera, se inicia un relato analítico de todos los aspectos que puede comprender la palabra democracia: su historia, sus diferentes usos a lo largo de la historia, los grados de democracia que existen.

Dahl presenta dos conceptos esenciales para entender las insatisfacciones respecto al sistema demócrata: la democracia ideal y la democracia real. El primero está compuesto por cinco criterios esenciales para que un gobierno democrático satisfaga a sus miembros: Participación efectiva, igualdad de voto, comprensión ilustrada, control de agenda e inclusión de adultos. Si uno de estos criterios se incumple los miembros no serán iguales políticamente. Él segundo concepto es la materialización de la idea de la democracia. Sin personalizar con ningún gobierno es un reflejo de las características de las democracias modernas actuales. El propio Dahl, no obstante, reconoce que los cinco criterios de la democracia ideal no son posibles o viables. Estos criterios son ideales a los que aspirar, que además nos ofrecen una medida para evaluar las actuaciones de las asociaciones que pretenden ser democráticas.

El libro “Democracia: Una guía para los ciudadanos” se divide en cuatro partes. La organización de la misma sigue un relato histórico que más adelante se perderá para dar paso al análisis de todas las variables que afectan a la democracia, hasta el final que plantea los retos que tiene este sistema en los nuevos tiempos. La obra empieza en los orígenes de la democracia, en las primeras pinceladas de comportamientos demócratas de la antigua Grecia y Roma. Continúa con las características de este sistema y el por qué el autor cree que es el más óptimo, es también aquí cuando anuncia que la base más primaria de un sistema democrático es la igualdad. La tercera parte muestra las necesidades de la democracia y sus distintas formas. Concluye con un examen de las condiciones que más propician que haya un sistema demócrata o no.

Concretando más, la primera parte es una cronología de todos los momentos históricos en los que se ha podido ver un sistema de gobierno con aspectos democráticos. En el marco temporal encontramos los inicios en la Antigua Grecia y la República Romana. En Atenas y Roma se consiguieron gobiernos populares que perduraron durante más de 2 siglos, aun así eran unos gobiernos que carecían de características esenciales en la concepción actual de democracia.  Cuando estos gobiernos desaparecen por conquistas o dictaduras, pasan siglos hasta que vuelve haber asambleas de vikingos “democráticas”, que más adelante inspirarían a los primeros parlamentos británicos. Sin embargo, el principal fallo que tenían era que aun ser gobiernos populares no representaban a todo el pueblo. Este repaso de la trayectoria de la democracia evidencia que la democracia no evolucionó siguiendo un camino ascendente, desapareció durante un millar de años en el sur de Europa y luego volvió aparecer en el norte de Europa.

En la segunda parte, Robert Dahl indaga más en el concepto de democracia y cual sería el sistema ideal. Plantea los siguientes cinco conceptos: participación efectiva, igualdad de voto, comprensión ilustrada, el control de agenda y la inclusión de los adultos. El autor manifiesta que cada uno de los criterios son esenciales para que los miembros de la asociación democrática en cuestión sean iguales políticamente. Sin embargo, Dahl afirma que ningún Estado ha poseído jamás un gobierno que esté a la altura de estos criterios que él mismo plantea. No obstante, estos criterios nos sirven como medida de valoración para todas aquellas asociaciones que pretendan adoptar un sistema democrático. La democracia es, para el autor, el mejor sistema que hay comparado con cualquier alternativa. Esta misma ayuda a evitar tiranías, garantiza derechos fundamentales, asegura libertades personales, protege intereses fundamentales y da la libertad de auto determinarse, entre otros beneficios que enumera en la obra. Pero lo más importante, la democracia se basa en la igualdad política de los individuos, que se justifica como la base de la moralidad, la prudencia y la aceptabilidad.

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