De muros y caravanas: El nuevo panorama migratorio

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Maestría en Educación

Asignatura:

Métodos y técnicas de investigación educativa

Profesora:

Teresa Verde Ramírez

Análisis del artículo:

“De muros y caravanas: el nuevo panorama migratorio”

Por:

Ana Cristina Pacheco Hernández

A:

3 / Agosto / 2019

En el artículo el autor hace mención de la manera en que todos los días los migrantes guatemaltecos y hondureños cruzan sin ninguna dificultad la frontera que separa al país de Guatemala. De cómo estos migrantes son observados por la muchedumbre, entre ellos, algunos uniformados que prefieren no intervenir (qué novedad…). Hay corresponsales de noticieros estadounidenses que solo hacen mención de la necesidad de que el gobierno mexicano se comprometa a trabajar más decididamente para evitar que las caravanas de migrantes centroamericanos lleguen a la frontera con Estados Unidos. Esto es una reveladora imagen de la nueva configuración político-migratoria que se está formando hoy en día.  El autor hace mención de que hace cinco años esta imagen migratoria sería muy improbable por los programas migratorios que se manejaban antes.

Reconfiguraciones políticas y migratorias

Desde que Donald Trump llegó al poder en E.U.  la discriminación hacia los latinos aumentó en una medida impresionante; la victoria del Trump significó una victoria cultural de otro aspecto muy arraigado en la historia de E.U. : el del nativismo, la xenofobia y el supremacismo blanco.  El autor menciona que tal vez Trump no inicio la hostilidad contra México ni inventó el sentimiento antiinmigrante pero supo manejar muy bien sus “cartas” de manera que muchos sectores de la sociedad lo apoyaran. Trump convirtió la relación con México y el fenómeno migratorio en un recurso para hacer política interna.

 La victoria de AMLO

El triunfo de Andrés Manuel López Obrador  redefinió la política en el país. Aunque tiene muchos opositores, son más los fieles seguidores que le siguen por ser nacionalista, populista y tener un innegable pragmatismo. Hizo muchos cambios en la forma de dirigir el país y esto ha creado desconcierto e incertidumbre respecto al rumbo de su gobierno, y con justa razón pues sus intenciones apuntan a una dirección y su puesta en marcha apunta hacia otra. Hay una creciente desconexión entre ambiciones y capacidades. Imperan la prisa, la improvisación y los efectos contraproducentes de sus decisiones. La migración es un caso emblemático en ese sentido: se anunció un importante giro en la política respecto a la frontera sur, de un paradigma criminalizante a otro de “puertas abiertas”, pero sin calibrar su impacto potencial en las comunidades, en las finanzas públicas, ni en la relación bilateral. El resultado ha sido un conflicto inédito con el gobierno estadounidense, lo cual pone a México en una situación de enorme riesgo, muy costosa y de márgenes de acción estrechísimos.

Cambiaron las cifras: los migrantes mexicanos en E.U. disminuyeron  y los  migrantes centroamericanos  aumentaron. Asimismo, durante años recientes las detenciones de centroamericanos por parte de la patrulla fronteriza han sido más que las de mexicanos. Y el perfil de los detenidos es distinto: la proporción de adultos que migran solos a Estados Unidos va a la baja, mientras que la de menores no acompañados y unidades familiares va al alza, lo que sugiere que los flujos migratorios podrían estar respondiendo cada vez menos a motivos económicos y más a factores relacionados con la violencia y la inseguridad, así como al endurecimiento de la política migratoria estadounidense que durante las últimas décadas ha separado deliberadamente a muchas familias cuyos integrantes hoy se suman a las caravanas para tratar de cruzar y reencontrarse con sus padres, cónyuges, hermanos e hijos. El cambio en el método de la migración también está relacionado con la violencia que viven los migrantes durante su tránsito. Organizarse en caravanas no es solo una forma de hacerse presentes. Es, acaso, una forma de  protestar contra las condiciones que enfrentan en sus países, durante su paso por México y al solicitar asilo en Estados Unidos. Desde luego, migrar es una decisión que siempre entraña una dimensión política, pero decidirse a hacer política en el acto de migrar es algo distinto. Ahí reside la novedad de las caravanas.

La configuración de este nuevo escenario obliga a México, por un lado, a replantearse como un país en el que confluyen personas en tránsito, solicitantes de asilo y refugio, personas deportadas y retornadas; y, por el otro lado, a reconocer el rezago institucional, legal y presupuestario que dicho replanteamiento exhibe. México se acostumbró durante décadas a expulsar migrantes y recibir remesas; ahora recibe, además, personas deportadas, retornadas, en tránsito o esperando su trámite de asilo en Estados Unidos. Por si fuera poco, ha terminado ubicándose en un lugar que siempre había rehuido: en el centro de la discusión pública estadounidense, como un tema tóxico de política interna, y por las peores razones posibles.

Presiones fronterizas

La migración no era un tema importante para López Obrador, solo se  le relacionaba con temas de pobreza o desigualdad, pero lo cierto es que jamás ha planteado una política concreta en el tema propiamente migratorio.

Ya no solo es asegurar un flujo seguro de los mexicanos hacia E. U., o defender sus derechos en ese país. Hoy los flujos migratorios que las autoridades mexicanas deben atender son los millones de retornados y deportados que han ingresado a México en los últimos años, así como a miles de personas y familias migrantes provenientes de Centroamérica y, en una proporción más reducida, del Caribe, Sudamérica y África. Muchos de esos migrantes permanecen en el país ya sea como solicitantes de asilo o incorporándose al trabajo, formal e informal. Entonces, la presión migratoria en México de norte a sur es muy grande. Ahora bien, Trump, en vista de que se acercan las elecciones presidenciales en E.U. y como una forma de campaña de reelección, reclama al gobierno de López Obrador un control migratorio mucho más agresivo que, amenaza a establecer aranceles a los productos mexicanos.

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