Del Socialismo Al Capitalismo

Durkhein (1987) explica: “Se pueden concebir dos maneras muy diferentes de estudiar el socialismo. Se puede ver en él una doctrina científica sobre la naturaleza y la evolución de las sociedades en general y, más especialmente, de las sociedades contemporáneas más civilizadas. En este caso, el examen de que él se hace no difiere de aquel al que los sabios someten las teorías e hipótesis de sus respectivas ciencias. Se le considera en abstracto, al margen del tiempo y el espacio, al margen del devenir histórico, no como un hecho cuya génesis debemos hallar sino como un sistema de proposiciones que expresan o que se supone que expresan, hechos, y nadie se pregunta que hay en el de verdadero y de falso, si se adecua o no a la realidad social y en qué medida está de acuerdo consigo mismo y con las cosas.

Ahora bien, el socialismo, por el contrario, está enteramente orientado hacia el futuro. Es ante todo un plan de reconstrucción de las sociedades actuales, un programa de una vida colectiva que no existe aun o que no existe tal como es soñada, y que se propone a los hombres como digna de sus preferencias. Es un ideal. Se ocupa mucho menos de lo que es o ha sido que de lo que debe ser. No ha desdeñado nunca, sin duda, ni siquiera en sus formas más utópicas, el apoyo de los hechos, e incluso en los más recientes, se ha revestido crecientemente de un aspecto científico. Es indudable que al hacerlo así ha prestado más servicios a la ciencia social de los que de ella ha recibido. Pues ha despertado la reflexión m ha estimulado la actividad científica, ha provocado investigaciones y planteado problemas, hasta el extremo de que más de un punto se confunde con la sociología.

El socialismo aspira a una completa refundición del orden social. Pero, para saber en qué pueden y deben convertirse, incluso en el futuro próximo, la familia, la propiedad, la organización política, moral jurídica y económica de los pueblos es indispensable haber estudiado el pasado de esa multitud de instituciones y prácticas, investigar la manera en que han variado en el curso de la historia, las principales condiciones que han producido esas variaciones, solo entonces será posible racionalmente en que debe convertirse hoy, dadas las condiciones presentes de nuestra historia colectiva.

El socialismo puede ser examinado bajo otro aspecto. Aunque no sea una expresión científica de los hechos sociales, es en sí un hecho social, y de la más alta importancia. Aunque no sea obra de ciencia es objeto de ciencia

Es interesante estudiarlo desde este punto de vista, por una doble razón. En primer lugar podemos esperar que nos ayude a entender los estados sociales que lo han suscitado. Pues, cabalmente porque se deriva, los manifiesta y expresa a su manera y, por eso mismo, nos proporciona un medio más para alcanzarlos. De igual manera es un importante determinar la época en que el socialismo empezó a producirse. Pero para ello es preciso no considerar el socialismo en abstracto, al margen de toda condición de tiempo y lugar, preciso por el contrario, relacionarlo con los medios sociales en los que nació; es preciso, no someterlo a una discusión dialéctica, sino hacer su historia.

El socialismo debe estudiarse, como se estudia el suicidio, la familia, el matrimonio, el delito, la pena, la responsabilidad y la religión. La diferencia está en que esta vez vamos a encontrarnos ante un hecho social que al ser muy reciente, no tiene aun si no un desarrollo muy corto. De ello resulta que el campo de las posibles comparaciones es un reducido, lo que hace que el fenómeno sea más difícil de conocer”.

El sociólogo Francés Emile Durkheim nos presenta el socialismo como un ideal totalmente orientado hacia el futuro, basado en la reestructuración de la sociedad tal y como la conocemos, para saber en que pueden llegar a convertirse lo que hoy en día son los factores base de nuestra sociedad, a saber, la familia, la propiedad, la organización política, moral y jurídica de los pueblos. Durkheim por su carácter de sociólogo concibe el socialismo incluso desde el punto de vista más utópico como una ciencia, si bien en el plano de lo abstracto, al margen del tiempo y el espacio, de igual manera ciencia. Una Ciencia social que desde su punto de vista consiste en un sistema de proposiciones en aras de reformar el estilo y calidad de vida de la sociedad.

Por otra parte Durkheim plantea que el socialismo por ser en si un hecho social de la más alta importancia debe estudiarse el suicidio, la familia, el matrimonio, el delito, la pena, la responsabilidad y la religión.

Miliband (1997), dice: “El socialismo en una versión social democrática moderada, sigue siendo, y seguirá siendo durante mucho tiempo, una parte de la escena política de las sociedades capitalistas y que incluso puede llegar a ser, si no lo es ya una corriente más fuerte que el capitalismo del laissez-faire. Pero la social democracia moderada no es en la práctica una alternativa para el capitalismo sino un cierto tipo de adaptación a él. Frente a esto se concibe el socialismo como una reconstrucción fundamental del orden social. Este es el socialismo del cual hoy se afirma corrientemente que es una fabricación obsoleta que ha de ser relegado en el museo de proyectos visionarios que han proliferado a través de las épocas; la adhesión a este proyecto se entiende como la demostración de una lamentable falta de realismo.

La primera cuestión que los socialistas deben contestar cuales rasgos del capitalismo son los que empujan a luchar por una alternativa radical que los sustituya. Hoy día la mayor parte de los socialistas reconocen de buena gana que cualquier alternativa está llena de incertidumbres y problemas sin resolver, además de que actualmente el capitalismo no es obviamente lo que era a mediados del XIX, cuando Marx estaba empezando a trabajar en lo que finalmente llego a ser El Capital, que se publico en 1867. Desde entonces, el capitalismo ha producido una gran serie de mejoras

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