Derechos Humanos
Enviado por pakotruffaut • 20 de Noviembre de 2013 • 572 Palabras (3 Páginas) • 278 Visitas
Hablar de derechos humanos en un mundo globalizado es una utopía, porque el sistema injusto, inequitativo y excluyente que rige en nuestra sociedad, viola permanentemente los más elementales derechos del ser humano. El derecho a una vida digna, a una alimentación adecuada, a una educación no represiva y a otros sueños que vamos construyendo día a día. Pero las utopías, como dice Galeano, nos sirven para avanzar. Y para eso, es esta convocatoria.
Para que los estudiantes jóvenes saquemos a relucir nuestro intelecto, nuestra creatividad y por sobre todo nuestra rebeldía, para juntos y en armonía, empezar a reconstruir un muro que frene el hambre y la miseria imperante en el mundo, un muro que detenga la explotación y la discriminación, un muro que simbolice la esperanza y la ilusión de otra sociedad.
Para dejar de observar esa realidad que viven nuestros pueblos, realidad en la que millones de nuestros niños, jóvenes, adultos, mujeres y ancianos que viven bajo el signo del sub-desarrollo a causa de la violencia institucionalizada, miseria y opresión que genera una realidad dual, fruto de la persistencia de sistemas políticos y económicos creadores de injusticias, que consagran un orden social que beneficia a unos pocos ricos cada vez más ricos a costa de pobres cada vez más pobres.
Cuántas veces hemos observado a trabajadores, obreros y campesinos que son reducidos a niveles de vida infrahumana y limitados sus derechos sindicales. Rostros de niños que padecen desnutrición, de jóvenes que ven frustradas sus esperanzas, de los marginados urbanos, de nuestros indígenas, de las madres que buscan a sus hijos desaparecidos, de aquellos miles de desaparecidos, muchos de ellos niños, de miles de exiliados, de los pueblos que reclaman libertad, equidad y justicia para todos. Pero pese a tanto dolor, revive la esperanza porque sentimos que México es un país puesto de pie, que podremos demorar nuestra liberación, pero nunca impedirla y mucho menos olvidarla.
Que para construir una nueva sociedad nosotros, los jóvenes, presente y futuro de la Patria, jóvenes emprendedores, rebeldes y conscientes debemos estar con las manos abiertas, fraternas, sin odios, sin rencores, para alcanzar la reconciliación y la paz, pero con mucha firmeza, sin renunciar la defensa de la verdad, igualdad y justicia. Porque sabemos que nadie puede sembrar con los puños y el corazón cerrados. Para sembrar es necesario abrir las manos y los corazones de cada niño, joven o adulto que lleva en la sangre sed de libertad, justicia e igualdad. La defensa de los derechos humanos es un emblema de la paz y del trabajo en la construcción de una verdadera democracia.
Tal vez porque en México sea donde la discriminación hacia el indígena, hacia la mujer y la resistencia hacia los anhelos de justicia y paz, se encuentren más arraigadas en ciertos sectores sociales y políticos. Para que los derechos humanos
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