Derecho Humano

El hábitat es un Derecho Humano

El 10 de diciembre Día Internacional de los Derechos Humanos y aniversario de la recuperación de la Democracia en Argentina, Canoa reafirma su posición sobre la necesidad de replantear las políticas públicas de acceso igualitario a la ciudad.

Desde Canoa – Hábitat Popular desarrollamos diferentes experiencias promoviendo al Hábitat como un derecho humano. Consideramos al Hábitat Popular como ese espacio físico y social que toda persona, familia, grupo humano tiene el derecho de poseer y construir para el desarrollo de su vida.El hábitat como derecho implica considerar la creación de empleo, la cohesión y la integración social, la construcción de identidad, la salud, la educación, la vivienda, el trabajo, la tierra, los servicios, la seguridad ciudadana, el mejoramiento barrial, el ambiente.En ese sentido es que desde Canoa proponemos pensar las problemáticas barriales y de la ciudad junto a organizaciones, instituciones, vecinos y vecinas. La defensa de los derechos y la construcción colectiva de propuestas para transformar las realidades es un ejercicio cotidiano de ciudadanía activa que todos los días vamos poniendo en práctica.Reflexionar sobre la situación de los derechos humanos hoy aquí en Santa Fe, y a partir de nuestros trabajos territoriales, se hace cotidianamente porque la mayoría de las familias con las que trabajamos se encuentran en situaciones graves de vulnerabilidad social, política y económica. No sólo estamos hablando del no acceso a una vivienda digna sino también a la imposibilidad de vivir, habitar y transitar la ciudad en igualdad de condiciones para todos/as sus habitantes. Todos los días la ciudad evidencia la discriminación, la falta de oportunidades y las desigualdades en todas sus formas.Para alcanzar una gestón democrática de la ciudad es imprescindible partir de las diferentes miradas, opiniones e intereses y saberes promoviendo la participación de todos y todas en la tomas de decisiones.Para que los derechos humanos no sigan siendo una mera declaratoria formal o un ejercicio constante de frustración, se requieren políticas públicas que aborden las problemáticas desde su complejidad y que busquen construir ciudades con justicia, igualdad garantizando “el uso colectivo de sus riquezas, de su cultura, bienes y conocimientos”.

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