Desarrollo Del Movimiento Obrero

Desarrollo del movimiento obrero en la sociedad industrial

Durante los inicios del proceso de industrialización, los propietarios capitalistas pudieron contratar mano de obra en sus propios términos, basados en las fuerzas del mercado; ya que se consideraba una mercancía más, sujeta a la oferta y la demanda y, con la creciente mecanización industrial, se desplazó a muchos artesanos por trabajadores fabriles. Esta situación condujo a la clase trabajadora a organizarse para mejorar las condiciones de trabajo y obtener salarios razonables, mediante protestas y paros en las fábricas; movilizaciones que fueron condenadas por la burguesía liberal, porque las huelgas amenazaban la propiedad privada.

La revolución industrial fue creando capitales que se utilizaron en la aparición de nuevas industrias. La economía capitalista e industrializada del siglo XIX, organizada en torno a los principios del liberalismo, consagraba la existencia de dos clases sociales: la clase obrera, desprovista de los medios de producción y forzada a vender su fuerza de trabajo, y la burguesa, dueña de esos medios e inclinada a incrementar sus beneficios a costa de las condiciones salariales y laborales de la primera. Cada vez más se extendió la percepción de que el capitalismo consagraba unas injustas desigualdades que había que eliminar. El aumento de la riqueza a lo largo del siglo beneficia sobre todo a la minoría de privilegiados.

El movimiento obrero surgió de esas condiciones, pero alcanzó mayor o menor fuerza en función del grado de desarrollo industrial de los países. Los primeros movimientos de masas de carácter moderno se originaron en Inglaterra, sus objetivos eran exclusivamente laborales. Cristalizaron en episodios como la destrucción de máquinas y la creación de las Trade-Unions, primeras asociaciones de carácter sindical. Las Trade-Unions son asociaciones obreras organizadas a nivel de localidad o de fábrica estructuradas por oficios y que agrupan únicamente a los trabajadores especializados , con mayores ingresos, con mayor nivel cultural y por tanto, los que pueden comprender con mayor facilidad, la necesidad de organizarse para conseguir mejores condiciones laborales, mejores salarios y horarios de trabajo.

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