Desarrollo de los estudiantes a lo largo del ciclo escolar

8.- Una vez que llevé a cabo la intervención didáctica los estudiantes consiguieron varias cosas; primero, a partir de la lectura del texto de Villoro (Texto 1) lograron descubrir al autor, aclarar diversas dudas relacionadas con la cultura general, como saber que Chile también está en una zona sísmica, acrecentar su vocabulario y leer un ejemplo de crónica. En segundo lugar, y una vez que observaron los videos sobre crónica periodística y literaria, pudieron configurar, con la información obtenida, la definición de este género, algunas de sus características más importantes y la función que desempeña este tipo de texto, que era el aprendizaje esperado.

        Recalcar que la cultura escrita se ha desarrollado a lo largo de todo el ciclo escolar y que en esta ocasión, sus habilidades les permitieron redactar la definición de un concepto: la crónica. Con lo anterior se atendió una gran parte del aprendizaje esperado, sin olvidar la importancia que tuvieron sus aprendizajes previos para la consecución de este logro, ya que a partir de organizadores gráficos lograron extraer y sintetizar información sobre el tema para después crear y producir sus propias ideas al respecto.

        Mientras trabajaron con el texto de Juan Villoro, se dedicaron a realizar búsquedas que les permitieron acceder a nueva información sobre el tema de la crónica, los sismos, sus consecuencias y la realidad de otro país ante este tipo de fenómenos y su analogía con México.

        Tener la oportunidad de trabajar con las Tecnologías de la Información y la Comunicación fomenta y genera la obtención de habilidades digitales, aspecto sumamente importante para el contexto del presente siglo, pues se trata de plataformas que comienzan a utilizarse de manera más cotidiana, por tal motivo deben de enfrentarse a ellas y saber cómo utilizarlas.

        El uso de los organizadores gráficos les permite condensar la información en estructuras más eficientes y claras que pueden consultar con un solo vistazo, por lo que acceder a textos que sintetizan el conocimiento les permite actuar de manera más rápida y clara, para organizar sus propias ideas.

        También, a partir de la organización grupal se promovió el trabajo entre pares, en equipos y colectivo, ya que el grupo no está acostumbrado a actuar bajo este paradigma. Prefieren interactuar poco y trabajar de manera individual, aunque poco a poco y a lo largo del ciclo escolar han podido observar algunas de las virtudes que implica compartir la experiencia del aprendizaje con sus iguales, desarrollando la tolerancia, el respeto a las ideas de los otros, atendiendo las visiones que son diferentes a las de él y contemplando nuevos escenarios de actuación. Aunque, sobre el punto anterior, todavía es necesario continuar cultivando la cultura del hecho social que es el proceso de enseñanza-aprendizaje, es fundamental que dejen de considerarse islas solitarias y comiencen a formar archipiélagos y continentes de conocimiento.

        Finalmente, adquirieron la capacidad de reproducir una tipología textual completamente nueva para ellos, escribir su primera crónica, considerando sus características y alguna de las funciones que desempeñan estos textos en el lector, que en este caso fue uno de sus compañeros. Existió el intercambio de una creación única e íntima, de una experiencia vivida que le comparten a otro.

        En cuanto a las áreas de oportunidad que identifico en mi práctica como docente debo enumerar tres principalmente; uno, debo seguir trabajando en la planificación de las sesiones, particularmente en la creación de ejercicios para los alumnos que no asisten de manera regular a las clases, ya que al faltar a las lecciones e incorporarse se muestran perdidos y se frustran al no saber qué están haciendo los demás, por qué y para qué. Si bien se integran a las actividades lo hacen de manera asincrónica y con cierta confusión, lo que genera vacíos de distintos tipos, pero lo más importante es que alcanzan el aprendizaje esperado de forma parcial o de plano no lo alcanzan, situación que debe remediarse inmediatamente, ya que lo hago pero paulatinamente y, cuando el grupo, ya está en otro aprendizaje.

        Como número dos debo confesar que no he tenido la capacidad de contemplar e incluir la participación de los padres de familia        dentro del proceso educativo. Es una cuestión que tiene que ver con la motivación, ya que lo intenté la primera mitad del ciclo escolar, pero ante la escasa participación y los resultados incipientes abandoné la causa, situación que debo remediar a partir de la búsqueda e implementación de estrategias que no haya intentado en este grupo. Recordando que a pesar de que hay padres que se involucran, éstos son los menos y, en ocasiones, lo hacen al principio y van abandonando gradualmente el interés.

        Finalmente, como tercer punto, me parece que la parte de la evaluación debe ser perfeccionada constantemente, es necesario que continúe diversificando tanto las estrategias como las técnicas, de manera particular lo que tiene que ver con la autoevaluación de los estudiantes y de mi práctica.

En los casi dos años que llevo como docente he intentado implementar la autoevaluación, pero con resultados poco alentadores. No consigo una equivalencia entre lo que determinan los alumnos como su resultado y lo que juzgo yo. Las discrepancias entre estos ejercicios me han obligado a no contemplar lo arrojado por estas herramientas y a trabajar el doble para sustituir con otro método el dictamen final. Ahora bien, con respecto a la autoevaluación de mi práctica docente necesito crear instrumentos con parámetros objetivos que me permitan ponderar mi actuación; si bien, lo he hecho de manera informal en un diálogo interno y reflexivo es necesario plasmar mis ideas y conclusiones en documentos que pueda consultar en futuras ocasiones, es decir, debo crear un registro y un archivo físico de mi accionar, con la finalidad de recurrir a esos resultados cuando sea necesario.

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