Desarrollo e integración de América Latina a partir de la epistemología social
Enviado por VIVIANA MARYLI HINOJOZA CACERES • 22 de Junio de 2019 • Ensayo • 1.880 Palabras (8 Páginas) • 132 Visitas
Universidad Federal de la Integración Latinoamericana - UNILA
Desarrollo e integración de América Latina a partir de la epistemología social:
¿Por qué los bloques económicos no funcionan?
Bill Eglinton Flores Maricahua
Héctor Enrique Colmenarez Espinoza
Foz do Iguaçu, PR
2018
Resumo
En este trabajo se pretende brindar una nueva perspectiva sobre el desarrollo e integración en América Latina a partir de un análisis epistemológico social que comprende una interpretación sintética de la complejidad sostenible de los bloques económicos en la región para alcanzar el desarrollo a corto, mediano y largo plazo en contraposición al centro económico del Sistema Internacional.
Palavras chaves: Desarrollo, Integración, Bloques económicos, Epistemología Social, Colonialismo.
Entender los desafíos que atraviesa América Latina implica un análisis complejo de su historia, formación cultural, económica y social para definir el estado actual y las oportunidades de desarrollo. En este sentido, aspectos como la marginalidad étnica, la ausencia de identidad consciente, la escasa cohesión social y compromiso político, el carácter colonial y su inminente situación de sumisión económica, sitúa a América Latina en el péndulo infrecuente de la reivindicación.
Este aspecto ha sido abordado por un amplio número de intelectuales latinoamericanos a fin de afianzar posibles soluciones de la precariedad de desarrollo de nuestra región, entre ellos podemos mencionar a Walter Mignolo, Silvia Rivera Cusicansqui, Rita Segato, Mariategui, Aníbal Quijano, etc. Sin embargo, las alternativas tienden solo a describir las precariedades y no a explicar posibles alternativas de solución.
En esta línea, la marginalidad expuesta de América Latina desde un discurso de centro, muestra la posición subalterna de la región que es provocado por la ausencia de identidad a partir de la tenue apropiación de la cultura latinoamericana. En este sentido, el colonialismo cobra un marcado protagonismo con su estructurado plan de contribuir a la dependencia de una nación hacia otra; por ende, la colonialidad desde la configuración del poder hegemónico tiene implicancias concisas aunadas a la ceguera epistémica (Machado Aráoz, 2012). [1]
Así, desde la conquista de América Latina y su lucha por la independencia se ha prolongado una filiación condicionada por el discurso de superioridad impuesto en la construcción mental de los latinoamericanos, afectando como lo señala Svampa (2016)[2] a la creación epistemológica en nuestro continente; puesto que, como se observa en los ámbitos intelectuales, existe una preferencia por la importación de conocimientos que se pretende ajustar a la complejidad de la realidad latinoamericana.
A su vez, esta condicionante situación está sujeta a la frágil infraestructura económica de los países latinoamericanos que desarrollan planes políticos ortodoxos ajenos a las necesidades financieras de sus ciudadanos, así se configura el sistema-mundo y la teoría de la dependencia, que centra el estudio social vinculado a las interrelaciones de desarrollo capitalista y de la economía de libre mercado.
Por ende, el desarrollo económico y las falencias culturales son abordados por medio de la formación de bloques económicos que buscan la integración en nuestro continente. Al respecto, se respeta la situación de cada país; sin embargo, se sistematizan las afinidades en relación al desarrollo macro y micro económico. [pic 1]
Así, conociendo la heterogeneidad política de nuestra región, los polos económicos se contraponen según las políticas económicas implementadas tal como lo señala Figura 1.
Figura 1. Los dos polos de América Latina. FMI[3]
Esta situación es paradójica sabiendo que poseemos características históricas y culturales similares. Sin embargo, la creación de bloques de integración desde su concepción económica responde a objetivos puntuales enmarcados en unificación de fuerzas de poder que dosifican las diferencias y extienden el trabajo cooperativo basado en intereses mutuos. Por ello, a mediados del siglo XX se ha conformado una asociación que pretende armonizar las pretensiones nacionales. Este es el caso de la Asociación Latinoamericana de Integración (Aladi) que como señala Castro (2015):
Foi concebida com a ideia de concretizar um conjunto de princípios básicos que dão um caráter e um estilo de trabalho bem definidos: pluralismo em matéria política e econômica; convergência progressiva de ações parciais até a formação de um mercado comum latino-americano; flexibilidade; tratamento diferenciado dos diversos casos nacionais com base no nível de desenvolvimento dos distintos países membros; e multiplicidade nas formas de concertação de instrumentos comerciais.[4]
Esta organización tiene como objetivo la creación de condiciones económicas favorables y un marco jurídico institucional para promover un mercado común latinoamericano mediante la implantación de tres mecanismos:
- Condiciones preferenciales en materia aduanera aplicada a los países miembros para que estos pudieran exportar sus productos y; por ende, mejorar sus economías.
- Cooperación horizontal.
- Marco jurídico estricto institucional.
En tal sentido, los 13 países miembros originalmente convergían en intereses comunes bajo el contexto socioeconómico y político, condición ideal para que el bloque integracionista marchara bien.
Sin embargo, a pesar de que la Aladi buscaba propiciar el desarrollo socioeconómico armónico y equilibrado en la región, las corrientes neoliberales impulsadas por Estados Unidos de América (EUA) durante la década de 1980 propiciaron una crisis económica que impactó directamente en todos los aspectos de las sociedades latinoamericanas. Lo que hoy conocemos como la década perdida.[pic 2]
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