Discriminación en el Perú

Investigación sobre el comportamiento social de los peruanos en la actualidad

En los últimos años, los medios de comunicación han dado mayor cobertura a la discriminación en el Perú, en particular la gran cantidad de casos de racismo infligida por personas de estrato social alto y medio sobre otras de una estratificación social menor. Ante esta problemática social se propone investigar que constructos sociales influyen en los actos racistas. Esta investigación es importante desde el punto de vista social, ya que, es una problemática que está afectando de manera grave a la sociedad del Perú, “más de la mitad de los peruanos/as se ha sentido discriminado siendo las principales manifestaciones de discriminación la negativa a ser atendido/a, el trato diferenciado y las bromas” (Ministerio de Cultura, 2017). Además, que este problema social hace que en el país se resalte la desintegración e impide el desarrollo en base a la igualdad, “afectando principalmente a personas pertenecientes a pueblos indígenas, población afrodescendiente y personas de origen o ascendencias andina o amazónica” (Ministerio de Cultura, 2017). De esta misma manera, la importancia de la investigación vista desde la perspectiva psicológica social recae en que cuando los miembros de un grupo estigmatizado perciben las reacciones de los demás como discriminación en su contra, experimentan tantos beneficios como desventajas para su autoestima. La frecuencia y los efectos de tales percepciones dependen, en parte de cómo y en qué medida la persona objetivo se identifica con su grupo estigmatizado (Hogg y Vaughan, 2010). A continuación, se propondrá trabajar para la investigación el siguiente constructo social influyente en los actos racistas.

El constructo social al cual se refiere es el estereotipo, que se define como la “imagen de evaluación ampliamente compartida y simplificada de un grupo social y sus miembros” (Hogg y Vaughan, 2010, p. 47). Es decir que la persona se forma una impresión amplia y simple de otra, que se comparte con otras personas y se fundamenta en las pertenencias de grupos estigmatizados basados en su etnia, nacionalidad, sexo, raza y clase. Es importante para la investigación este constructo social, debido que, al estar ligado el estereotipo con una información simplificada de un grupo provoca desconocimiento y falta de información respecto a otras etnias y culturas que no sea la propia, fomentando así los actos racistas. Ante todo, lo anteriormente mencionado, se va a plantear cual es el objetivo específico de la investigación.

La investigación busca conocer los estereotipos que influyen en actos racistas que se forman de parte de los estudiantes universitarios pertenecientes a las zonas urbanas sobre los estudiantes que provienen de las zonas rurales. Los participantes en esta investigación se tratan de jóvenes estudiantes de la Universidad Nacional de San Antonio Abad del Cusco y la Universidad Nacional de San Cristóbal de Huamanga, de un rango de edad entre los 17 y 22 años (véase Zavala y Córdova, 2010). Las razones por las cuales se eligen estos participantes para la investigación recaen en los discursos que dan los estudiantes de estas universidades de las zonas urbanas respecto a los estudiantes que provienen de las zonas rurales. Estos discursos denotan estereotipos de clase étnico-racial, debido a que simplifican a un grupo de personas conforme a las características que ellos mismos le dan. Por ejemplo, para estos estudiantes las personas provenientes de las zonas rurales andinas son “introvertidas, recelosas en contarte las cosas, indirectas a la hora de comunicar, melancólicos, suspicaces, carentes de habilidades sociales y reservados” (Zavala y Córdova, 2010, p. 37). De la misma manera, lo hacen con los estudiantes que provienen de las zonas rurales amazónicas, estereotipándolas como personas que “cogen demasiada confianza, que no diferencian jerarquías (una muestra de esto es que “tutean” a los docentes), que tienen conductas inadaptadas y que se comportan como niños” (Zavala y Córdova, 2010, p. 40-41). Los estereotipos ya mencionados influencian en la forma en que se trata a estos grupos estigmatizados, provocando muchas veces actos racistas, como la exclusión a los grupos de trabajo y el trato con inferioridad o lastima (véase Zavala y Córdova, 2010), basado en la ubicación geográfica de donde provienen. Debido que, en la actualidad, “el racismo ya no se reduce a la jerarquización de grupos sociales sobre la base del color de la piel, sino que ha incorporado otras variables que también sirven para naturalizar la desigualdad” (Zavala y Córdova, 2010, p. 27). Una de estas variables es la “racialización de la geografía”, la cual se basa

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