Discurso De Despedida

DISCURSO DE DESPEDIDA

Buenos días honorable presídium que nos acompaña esta mañana, padres de familia, público en general, estimados graduados:

Sabemos que todo llega a su fin, que todo lo que empieza termina. Hoy se cierra un capítulo más en su vida, un capítulo en el que quedaron sembrados esfuerzos, preocupaciones y desvelos y que al final redunda en una cosecha de triunfos y satisfacciones.

El tiempo ha pasado y, paradójicamente, cuan cerca están en el recuerdo los lejanos días, en que ustedes, llenos de infantil recelo ante el nuevo mundo que se abría frente a sus ojos, traspusieron por primera vez el umbral de la puerta del Colegio, separándose por breves horas del cariñoso regazo maternal. Aquel ser frágil, inseguro y tímido que miraba con incertidumbre el futuro, hoy es un joven optimista e ilusionado que se proyecta al futuro con la certeza de quien se ha preparado a conciencia y que ahora cuenta con herramientas para enfrentar los nuevos desafíos.

Para la mayor parte de ustedes, su vida estudiantil está ligada desde los más tiernos años de la infancia al Colegio, al cual llegaron por la acertada decisión de sus padres. Estoy segura que ahora llegan a su memoria las primeras lecciones, los afanes para el cumplimiento cabal de las tareas diarias, los instantes plenos de nerviosismo durante los períodos de pruebas bimestrales, la sensación de bienestar por el feliz resultado de los exámenes, la amena conversación con los compañeros y los profesores, los momentos de disfrute y convivencia en los recesos; todo ello para que, al final, con una amalgama llena de distintos y bellos matices, se forme el cuadro de su venturoso paso por estas aulas estudiantiles.

A partir de hoy su mirada comenzará a avizorar nuevos horizontes; la senda que han seguido juntos se bifurca y cada uno escogerá la suya. Independientemente del camino que escojan, tengan siempre y en todo momento como lo más importante en la vida, los verdaderos y perennes valores humanos: la verdad, la solidaridad, el amor al semejante, la honestidad, la tolerancia, la comprensión, el respeto, la defensa de la vida y la dignidad humana. Palabras que de a poco van desapareciendo de nuestro vocabulario pero que el Colegio las ha insertado en su conciencia como las mejores armas que les permitirán enfrentarse a la realidad cotidiana. Una realidad herida gravemente por el flagelo de la corrupción, la deshonestidad, la pereza y el camino de las ganancias fáciles. Sigan adelante en su formación, recuerden que sin educación no hay forma de comprender la problemática de nuestra compleja sociedad ni de poder encontrar las soluciones. Sin educación es imposible seguir un camino y llegar a las metas proyectadas.

Nunca se conformen, nunca pierdan sus ideales, ilusiones y sueños. Gracias a ellos tenemos razones para vivir. Piensen más en ser que en tener, lo más

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