Discurso migracion

Buenos días a todos los presentes.

Hoy en esta habitación, quisiera dirigirme a todas las personas soñadoras que luchan por algo, a ellos les quiero decir que así como ustedes tienen sueños. En este momento hay personas en el mundo que están en alguna frontera de algún país sin nada más que esperanza.

El derecho número trece de la declaración universal de los derechos humanos dice que:

1. Toda persona tiene derecho a circular libremente y a elegir su residencia en el territorio de un Estado.
2. Toda persona tiene derecho a salir de cualquier país, incluso del propio, y a regresar a su país.

Si todos decimos que respetamos los derechos humanos.

¿Por que seguimos dándole la espalda a miles de Padres, Madres, Niños, Ancianos, entre otros que vienen sin nada, a buscar oportunidades que no les dieron en su país natal?

Seguimos dándole la espalda porque aun seguimos viviendo a través de prejuicios y de estereotipos.  La realidad es que estos soñadores dejan atrás a su familia, su cultura, su identidad para finalmente, llegar a un país en donde no saben si serán bienvenidos. Estos no lo hacen por placer, lo hacen por necesidad, para buscar estabilidad.

Por eso me encuentro aquí hoy para que juntos reflexionemos, juntos derribemos los prejuicios y le demos la mano a un soñador, que ayudemos a estas personas que aportan a tener una mejor sociedad dándonos cultura y a hacer un país más eficiente.

Este país nació, se desarrollo y es gobernado por inmigrantes. Pero esto a nadie le importa y que hacemos cerramos los ojos.

Hace poco vimos la crueldad que hizo el presidente Trump, separando a niños de sus padres y enjaulándolos pero nosotros cerramos los ojos.

Es más fácil cerrar los ojos y no darle importancia ya que -no me afecta y si no me afecta no me importa- o - mientras no me pase a mí está bien-.

Tenemos que dejar el individualismo y empezar a mirar a un lado ser mucho más empáticos. Todos queremos oportunidades, tenemos que entender de una vez que el odio genera más odio.

Solo cabe recalcar que ayudemos a las personas que vienen a nuestro país con esperanzas y anhelo.

Tenemos que hacer una realidad el célebre dicho – Verás como quieren en Chile al amigo cuando es forastero-.

Finalmente me queda agradecer a todos los presentes por su atención, comprensión y respeto.

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