Discurso sobre obesidad y educación física

“La educación física y la implementación de una buena alimentación para prevenir la obesidad”.

Nuestro país ha llegado a alcanzar el puesto número uno en obesidad, esta enfermedad abarca desde niños hasta adultos mayores, sin respetar edades, razas, género, nivel socioeconómico y mucho menos el nivel sociocultural.

Distinguido maestros, compañeros y personas que nos acompañan, tengan todos ustedes muy buen día. Mi nombre es Raymundo Ernesto Minjárez Ruelas, orgulloso alumno de sexto grado de la escuela Primaria “Florencia Rivera de Munguía” y es un honor para mí estar ante ustedes y tener la oportunidad de disertar sobre el tema: “La educación física y la implementación de una buena alimentación para prevenir la obesidad”.

En la gran mayoría de países, la obesidad infantil ha aumentado de manera considerable en los últimos años. Los niños con obesidad presentan numerosos signos y síntomas, lo cual puede acarrear consecuencias graves en la vida adulta, es un problema que va en aumento en países de todo el mundo. Según la OMS (Organización Mundial de la Salud) reconoce la obesidad como la epidemia del Siglo XXI.

El deporte y la alimentación son dos elementos básicos para tener un mejor metabolismo, estos van de la mano, el primero genera la liberación de calorías, acaba con la tensión y ayuda a despejar la mente. El segundo proporciona los nutrientes esenciales para tener una buena salud.

El practicar una actividad física es esencial a nuestro crecimiento y a nuestra salud. El estilo de vida que llevan los niños también ha cambiado mucho. La mayoría de las actividades que realizan se concentran en torno a la televisión, al celular y a los videojuegos produciendo un gran sedentarismo. Según las últimas encuestas, los niños pasan en promedio, de 2 hasta 4 horas diarias viendo la televisión, jugando a los videojuegos o conectados a la Red.

Para combatir este problema, es importante desarrollar programas que permitan aumentar el tiempo dedicado a realizar actividad física en la población infantil.

Es por eso que es de suma importancia desarrollar una adecuada promoción de la actividad física desde la educación primaria.

En las escuelas, los profesores deben jugar un papel muy importante en la promoción de hábitos saludables, tanto relacionados con la dieta, como con la realización y promoción de la actividad física. La incorporación en el currículo escolar del aumento de clases de la materia de educación física es imprescindible. No necesariamente deberá tratarse de juegos competitivos, ya que en muchas ocasiones hace sentirse excluidos a aquellos niños que no tienen aptitudes para el deporte competitivo. Estas actividades pueden desarrollarse mediante juegos cooperativos, que fomentan la relación en el grupo y aumentan la autoestima y además que sus actividades esten dirigidas a la adquisición de hábitos saludables relacionados con el consumo de una dieta equilibrada, el aumento de la actividad física y la disminución del sedentarismo.

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