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Distingue Los Aspectos Y Características Individuales Y Colectivas Que Regulan La Convivencia


Enviado por   •  11 de Diciembre de 2014  •  4.022 Palabras (17 Páginas)  •  353 Visitas

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Distingue los aspectos y características individuales y colectivas que regulan la convivencia social

Cultura y personalidad.

Personalidad y socialización

El proceso por el que se adquiere la personalidad a través de la interacción social es lo que se conoce por socialización. Toda sociedad se enfrenta con la necesidad de convertir en un miembro responsable a cada uno de los niños que nazcan en ella, de enseñarle las expectativas del grupo para que se pueda confiar en su comportamiento, de ayudarle a conocer las normas establecidas para que tenga en cuenta el comportamiento de los demás. Durante ese proceso de socialización, el niño aprende las reacciones recíprocas de la sociedad, lo que le permite tanto prever el comportamiento de los otros como saber el que los demás esperan de él. Es decir, la sociedad tiene que socializar a cada uno de sus miembros para que su comportamiento tenga sentido según las normas del grupo y los demás puedan preverlo.

Para la interacción social ordenada se precisa un mínimo de conformidad, y la socialización es el proceso por el que se consigue esta así, pues, socialización y adquisición de personalidad son dos aspectos del mismo proceso; el primero se refiere fundamentalmente a la sociedad y a la necesidad de que sus miembros se comporten con sentido, responsable y previsiblemente. El segundo es el proceso desde el punto de vista del individuo, la forma en que cada persona adquiere su personalidad a través del contacto con el grupo. Las necesidades del individuo y del grupo son recíprocas, aun cuando no sean necesariamente sinónimas. El grupo, por lo general, exige un grado mayor de conformidad del que el individuo está dispuesto a aceptar, y, por tanto, en toda sociedad, por muy homogénea y ligada que esté, siempre encontramos cierta cantidad de desviación. Pero, sin un mínimo de semejanza entre los fines del individuo y los del grupo, ninguno de los dos puede funcionar adecuadamente.

Durante el proceso de socialización, el grupo enseña al individuo diversas expectativas, que van desde las costumbres en las comidas a las formas de rendir culto religioso, de la actitud sexual a las definiciones de gasto y ahorro y del arreglo personal a la filosofía del mundo. El individuo se ve influido por diversos patrones de expectativas, según las dimensiones del grupo que le socializa en cada momento. Algunos son comunes a todos los miembros de la sociedad, otros sólo son típicos de ciertos grupos raciales o étnicos que existen en ella. Los hay también que reflejan el ambiente de una amplia clase social, y así, los de la clase baja difieren de los correspondientes a la media y la alta en diversos aspectos. Y, en fin, existen los patrones de expectativas característicos del particular grupo escolar, de amigos o familiar con el que el individuo está en contacto directo

La socialización tiene también una estrecha relación con las diferencias entre las clases sociales. Las instituciones sociales en general y la familia en particular son los agentes principales de la socialización, porque en ellas aprende el individuo los valores, normas y expectativas culturales.

Se puede aclarar más el significado del proceso de socialización con una breve relación de la variedad de expectativas implicadas en él. Entre ellas tenemos los siguientes elementos:

1. Disciplinas básicas. El primer tipo de socialización, cronológicamente, incluye las disciplinas físicas elementales. El niño aprende lo que debe comer y de qué manera, en qué ocasiones puede dejar en libertad sus intestinos y vejiga y hasta qué grado debe dominar sus sentimientos de amor, odio y miedo. También durante sus primeros años se le instruye sobre el comportamiento sexual de acuerdo con las normas de su grupo, porque la comprensión de estas y otras importantes disciplinas físicas y emocionales es indispensable para hacer del niño un miembro responsable y previsible de la sociedad.

2. Aspiraciones aceptadas. La sociedad tiene también a su cargo la instrucción sobre los fines, aspiraciones y valores hacia los que el niño debe dirigir sus esfuerzos durante el resto de su vida, y así este aprende el criterio aceptado de lo que constituye éxito, tanto si se basa en el dinero, el poder político, la realización artística o intelectual, la piedad religiosa o la combinación de estos y otros valores. Aprende a cuánto puede aspirar y, al mismo tiempo, las limitaciones impuestas por factores fortuitos, como el color de su piel, su nombre, su religión o la categoría o clase social de sus padres. De este modo, la sociedad informa a sus miembros, a medida que se van desarrollando, no sólo de los fines importantes a que pueden aspirar, sino también acerca de la forma de alcanzarlos.

3. Capacitación necesaria. Al mismo tiempo que aprende los objetivos aceptados de su sociedad, el niño empieza a adquirir la capacitación necesaria para alcanzarlos. Ante todo aprende a hablar y con ello se asegura la posibilidad de comunicarse con otros, primero hablando y después, quizá, por la lectura y la escritura. El resto de su capacitación depende de esta habilidad rudimentaria de comunicarse simbólicamente. Luego vienen las técnicas que necesita para actuar como miembro responsable de la sociedad, técnicas que reflejan las formas de vida de esta y el lugar del individuo en ella. La capacitación que necesita un niño de las islas Martinica, difiere diametralmente de la del nacido en una ciudad estadounidense, pero también difieren la del niño de la clase obrera y la del que pertenece a las clases altas dentro de una misma sociedad. Sean las que fueren, estas técnicas constituyen parte importante de los medios que se ponen a disposición del individuo a través de la socialización.

4. Papel adecuado. Finalmente, tenemos la adquisición del papel social que el individuo ha de desempeñar. Por lo que ahora nos importa, papel social puede considerarse el modelo de comportamiento esperado según la función o posición que se tiene en la sociedad, pero el concepto es tan importante para el proceso de socialización y formación de ‘la personalidad que le dedicaremos todo un capítulo. En realidad, según Parsons, la socialización en sí es «la adquisición de las necesarias orientaciones para el desempeño satisfactorio de un papel», pero nosotros utilizaremos aquel concepto en un sentido mucho más amplio, aunque el papel social continúe siendo aspecto principal del proceso.

La condición de varón, hembra, marido, mujer, hijo, hija, padre, estudiante, maestro, fiel, sacerdote, votante, trabajador y director obliga a aprender un papel social para que el individuo pueda desempeñarlo funcional y previsiblemente en la interacción social.

La socialización es consciente e inconsciente. El grupo inculca

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