Diversidad Sexual

Comunidad Transexual, Travesti, Transgénero e Intersexual

Los prejuicios son creencias aprendidas y juicios previos de valor positivo y negativo, que se formulan sin ningún sustento real. Pueden ir dirigidas a un solo sujeto o a grupos. No necesariamente compartidas por la sociedad. Por ejemplo:

“Román anda con hombres y mujeres, seguro es un pervertido”

“Cristina es bien marimacha, se la pasa jugando futbol”.

Mitos Realidad

El homosexual no nace, se hace La orientación sexual puede manifestarse en las personas en diferentes momentos de la vida. Múltiples estudios han mostrado que simplemente no hay nada contundente al respecto, que se puede deber a causas multifactoriales y que nada es, hasta ahora, determinante.

Una persona puede volverse homosexual por culpa de otra o por –herencia. La orientación sexual y la identidad de género son expresiones de la individualidad, es decir: no se aprenden, ni se transmiten. Son características que los seres humanos pueden ir descubriendo sobre sí mismos y no está comprobado si están asociadas a factores biológicos o emocionales.

Las y los gays, travestis, transexuales y transgénero son producto de algún abuso sexual. No hay relación entre una situación de abuso o violencia sexual y el hecho de ser una persona LGBTTTI.

Las lesbianas, gays y transexuales acosan a las personas heterosexuales que les gustan. El acoso puede realizarlo cualquier persona sin importar su orientación sexual y es un delito independientemente de quien lo haga.

Lesbianas y gays son pervertidas/os sexuales, que tienden a abusar de las niñas y niños. El abuso sexual infantil puede ser practicado por cualquier persona, no es un delito cometido exclusivamente con un grupo o personas de una identidad sexual determinada.

Si son LGBTTTI seguro tienen SIDA. El VIH/SIDA puede afectar a cualquier persona que tenga conductas sexuales de riesgo independientemente de su orientación (no utilizar protección, tener varias parejas sexuales, etc).

Las personas que tienen una identidad sexogenérica u orientación sexual diferente de la heterosexual van en contra de la “sexualidad dominante” o de lo que tradicionalmente se considera como “bueno y correcto” en la mayoría de las sociedades. A partir de la heterosexualidad se han calificado todas las demás orientaciones sexuales o identidades sexogenéricas como incompletas, perversas, desviadas, antinaturales y en algunos casos, como patológicas, criminales e inmorales.

Estas ideas se han acompañado por manifestaciones de temor, rechazo, desprecio y odio hacia la población LGBTTTI a las cuales se les llama fobias: homofobia, lesbofobia, transfobia y bifobia.

Estos prejuicios sexuales se alimentan de ideas que deshumanizan y degradan la dignidad de las personas gays, lesbianas, bisexuales, transexuales, transgénero, travesti e intersexuales. Conducen a la

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