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Don Juan tenorio


Enviado por   •  15 de Marzo de 2017  •  Práctica o problema  •  2.404 Palabras (10 Páginas)  •  221 Visitas

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El liderazgo británico el problema requiere de una explicación compleja ya que el liderazgo inglés se gesto en el tiempo largo y en el mismo intervinieron factores geográficos, institucionales y económicos. Conviene recordar porque la economía del Antiguo Régimen crecían poco. El marco institucional de Antiguo Régimen creada obstáculo al crecimiento para impedir la plena movilidad de los factores productivos y de las mercancías. Así, el derecho de vincular las tierras dejaba fuera del mercado las de la Iglesia, buena parte de las de la nobleza y las de los municipios. Los gremios prohibían la libre instalación de Industria y frenaba el cambio tecnológico. También algunos países tenía aduanas interiores que dificultaban el comercio entre sus regiones. La unidad de producción agraria básica en la Europa del Antiguo Régimen era la pequeña explotación familiar. La productividad de los campesinos era baja por razones tecnológicas. Esa baja productividad y las elevadas tasas de exacción impuestas a los campesinos por las clases feudales creaban dos círculos viciosos. El primero afectaba a la propia agricultura. Una vez deducido el autoconsumo y la parte de las cosechas destinada a las sementeras del siguiente año, la familia campesina disponían de poco excelente para vender, de manera que sus ingresos eran pequeños y, además,  se reducían después de pagar la renta territorial, los impuestos y, a veces, ciertos derechos señoriales. Por consiguiente, su capacidad de ahorro era prácticamente nula y no podían introducir innovaciones que elevaron su productividad. El segundo círculo vicioso afectaba a la industria. La baja productividad agrícola retenía en el campo mucha mano de obra dificultando el cambio estructural y los escasos ingresos de los campesinos les obligaba adquirir pocos bienes industriales de capital y de consumo, con lo que la demanda agregada de manufacturas era modesta. Esos dos círculos viciosos generaban el tercero: El Comercio. Causas geográficas. Las Islas Británicas poseían una buena dotación de recursos naturales, clima templado y lluvioso apto para el desarrollo agrícola y ganadero, energía hidráulica para la industria, abundancia de carbón y de otros minerales, rios navegables que abarata van el comercio interior y fácil acceso al exterior ya que ningún rincón del país distaba más de 100 km del mar. Causas institucionales. Durante la Edad Moderna, Inglaterra experimento cambios institucionales que terminaron con los obstáculos que el Antiguo Régimen creaba al crecimiento económico. El proceso se inició a fines de la Edad Media y culminó con la revolución liberal de 1688 la gloriosa. Hitos del cambio institucional anteriores a esta fueron: 1) la supresión de los derechos jurisdiccionales y la aparición de la numerosa clase de pequeños campesinos libres. La libertad de vender tierras promulgada durante la Reforma anglicana. La venta en pública subasta durante esos años de las tierras de la Iglesia Católica. La creación de un gran mercado nacional sin aduanas internas integrado por Inglaterra, Gales e Irlanda al que luego se añadirían Escocia en 1707 y las colonias, y la venta de tierras de la corona durante la República de Cromwell. Tras la efímera restauración de los Estuardo d1660 a1688, la gloriosa estableció una monarquía en la que el Poder Ejecutivo era ostentado por el rey, pasando el Legislativo a manos de un parlamento integrado en su mayoría por propietarios. El nuevo sistema político hizo que los poderes públicos arbitrarán medidas pactadas entre los representantes de esas clases sociales con el fin de que todas pudieron prosperar. Se creo de este modo un marco institucional que estimula el crecimiento económico al dar libre movilidad a los factores productivos para que el mercado lo asignará de modo eficiente y para establecer leyes favorables a las iniciativas empresariales. Un repaso algunas de las medidas dictadas por el Parlamento ayudará a entender mejor la importancia del cambio institucional. Se permitió  la libre instalación de industrias y la libertad de innovar porque los privilegios gremiales desaparecieron de facto al dar los gobiernos instituciones para que no se aplicarán las normas más restrictivas del Estatuto de los artesanos. Otro hecho destacable fue la reforma de la hacienda, iniciada durante el período republicano y con mi nada tras la gloriosa. La aprobación de impuestos pasó a manos del Parlamento, se centralizo su recaudación desapareciendo el viejo sistema de arrendamiento y, aunque la hacienda continúa nutriéndose fundamentalmente de impuestos indirectos, se creó uno sobre la tierra. El Parlamento creo entonces en 1694 el Banco de Inglaterra para que le prestará dinero de sus depositantes a cambio de títulos de deuda consolidada convertibles en oro y plata. La primera fue que el país dispuso de los recursos necesarios para ganar a España, Francia y Holanda varias guerras comerciales que, durante el siglo XVIII, lo convirtieron en primera potencia colonial. La segunda fue que, frente a lo que sucedía en las haciendas del Antiguo Régimen, obligadas a ofrecer altos tipos de interés de la deuda para paliar ingresos estructuralmente bajos, los tipos de la británica fueron menores y no se produjo el conocido como efecto expulsión mientras que en otros países europeos los elevados tipos de la deuda drenaban ahorro hacia ella el detrimento de la agricultura, de la industria y del comercio, en Gran Bretaña no sucedió esto, lo que favoreció las inversiones productivas. Finalmente, la Republica de Cromwell primero y la gloriosa después promulgaron leyes civiles y mercantiles que estimularon el crecimiento económico al fomentar y proteger el progreso individual, las iniciativas empresariales y la innovación. Estas medidas crearon en Inglaterra un marco institucional de naturaleza liberal, pero el Parlamento también dicto otras proteccionistas y mercantilista que, junto con las primeras, impulsaron el crecimiento de la industria y del comercio. La elevación en 1690 de los aranceles que grababan las importaciones de hierro sueco beneficio a la siderurgia británica porque paso abastecer al mercado nacional. Las colonias británicas se convirtieron en mercados cautivos de los bienes manufacturados en la metrópoli y otra medida mercantilista fue esencial para el desarrollo del comercio y de algunas manufacturas. Se trata de las leyes de navegacion 1651. Estas leyes ordenaron que todo el comercio exterior desde y hacia Inglaterra se realizará en buques británicos, prohibiendo que los barcos efectuarán escalas en puertos europeos. Su finalidad era, pues, doble. Estimular el desarrollo de la flota nacional y convertir los puertos ingleses en Re distribuidores de mercancías hacia el resto del continente. Las leyes de navegación tuvieron efectos positivos sobre la industria. Fomentaron la construcción de barcos y la producción de insumos para los astilleros y también permitieron el desarrollo de otras industrias que transformaban y acababan productos coloniales redistribuidos luego por el país y por Europa. Causas económicas. Óptima dotación de recursos y cambios institucionales posibilitaron que Gran Bretaña experimentar durante la Edad Moderna transformaciones económicas que rompieron los círculos viciosos de las economías del Antiguo Régimen. Para empezar, su agricultura alcanzó una mayor productividad que la europea gracias a un conjunto de innovaciones ligadas a la generalización de explotaciones agrarias capitalistas y a la existencia de una numerosa clase de pequeños campesinos con una capacidad de ahorro superior a los del continente. Como consecuencia de la entrada de la tierra en el mercado, se produjo una concentración de la propiedad en manos de los landlords y de la gentry punto desde el siglo XVI, unos y otros pasaron a arrendar a corto plazo extensos lotes de tierra a farmers que, a su vez, contrataban mano de obra asalariada. El sistema se difundió luego porque convenía a arrendadores y arrendatarios. Los primeros lograban que sus rentas no se fosilizan si los precios agrícolas aumentaban y los segundos podrían innovar al disponer de capital y de tierra sin colonos. Así pues, mientras que en la Europa de la Edad Moderna continuó predominando la pequeña explotación familiar, en Inglaterra, gran parte de la tierra paso a trabajar se bajó la forma de Hacienda de mediana o gran super ficio con mano de obra jornalera. Los historiadores ingleses han mantenido tradicionalmente que la productividad de la agricultura británica creció más que la Continental gracias a estas explotaciones capitalistas. Hasta la década de 1660, la productividad de las Haciendas creció por varias razones, la especialización entre tierras dedicadas a la agricultura y la ganadería, explotación agropecuaria rotativa punto después de la década de 1660, la productividad aumento más gracias a la producción de nuevos sistemas de rotación de cultivos que, como se verá después, suprimir el barbecho, elevaba los rendimientos y exigió cercar las tierras. Pues bien, frente a esta teoría tradicional, Robert Allen a sus tenido recientemente que el aumento de la productividad no sólo se dio en las haciendas, sino en las pequeñas explotaciones de los yeomen porque estos lograron incrementar el rendimiento de sus tierras gracias a la selección de semillas y al cultivo de legumbres, tréboles y nabos que aportaban más nitrógeno al suelo. La denominada por Allen revolución de los yeomen creo de este modo otra diferencia entre la agricultura inglesa y la Continental. Aunque el número de yeomen fue disminuyendo desde fines del siglo XVII como consecuencia de la compra de sus tierras por los lados y de los aunque el número de yeomen fue disminuyendo desde fines del siglo XVII como consecuencia de la compra de sus tierras por los landlords y de los primeros cercamientos forzosos, en 1750 suponían en torno al 40% de la población activa rural y explotaban un 30% de la superficie cultivada. El otro 60% de los campesinos eran jornaleros empleados en las haciendas capitalistas. Los cambios experimentados por la agricultura durante la Edad Moderna tuvieron efectos positivos para el conjunto de la economía británica. Liberaron mano de obra agrícola para trabajar en los sectores secundario y terciario. Elevar en la demanda agregada de bienes industriales de capital y de consumo por parte del campo mientras que también creció la de productos agrarios por parte de ciudades más pobladas. A todo ello se sumaron y los mercados exteriores que también impulsaron el crecimiento económico en incrementar la demanda de bienes manufacturados en el país, permitir la importación de materias primas para su industria y fomentar la urbanización. Hacia 1750, los rendimientos de la agricultura británica eran superiores a los de la europea ya que, mientras que de cada grano de cereal sembrado se obtenían 9, en el resto del continente en la proporción era por término medio de 1 a 5. La Gran Bretaña de mediados del siglo XVIII era, junto con Holanda, el país más industrializado de Europa. Prueba de ello es porque un 24% de la población activa trabajaba en el sector secundario, cuando el resto de la Europa occidental no alcanzaba el 15%. El verlagssystem o sistema domiciliario por encargo consistía en lo siguiente. Comerciantes que podemos denominar mercaderes manufactureros para distinguirlos de los que se dedicaban sólo al comercio, compraba materias primas que distribuían entre campesinos y artesanos. Trabajando en sus hogares o talleres con herramientas manuales, estos las transformaba en bienes intermedios y finales cobrando un tanto por pieza del mercader, que comercializaba luego con el producto final. Merece la pena destacar que el sistema domiciliario por encargo y la manufactura eran complementarios en algunas industrias porque las fases de producción más sencillas se realizaban de modo disperso y las que exigía una mayor cualificación en Broto fábrica. De las industrias del cuadro, estaban organizadas bajo la forma de manufactura cerveza, velas, jabón y papel además de otras que no aparecen. Frente a esas dos formas de organización industrial, la Minería y la siderurgia producían ya mediante sistema de fábrica, mano de obra asalariada y empleo de maquinaria movida con energía hidraúlica e incluso con vapor en el caso del desagüe de las Minas, ya que la maquina atmosferica de Newcomen data de 1711. La mayoría de la industria inglesa producía para el mercado interno, lo que significa que el comercio interior de bienes agrarios y manufacturas era mucho más importante en volumen y en valor que el exterior. Los otros lana, algodón, lino, además de la metalurgia, el refinado de azucar y el tabaco producían tanto para el mercado interior como para el exterior. En el caso de la lana y del algodón, en 1760, cerca de la mitad de la producción se exportaba, pero este porcentaje era menor en los demás productos. Es presumible, pues, que la proporción de manufacturas exportadas se situará entre el 15 y el 20% de la producción doméstica. Esta cifra era, sin embargo, muy elevada en comparación con el resto de Europa, de manera que, hacia 1750, Inglaterra era ya el país líder en exportación de bienes industriales. Dos terceras partes de las exportaciones era un manufacturas, fundamentalmente tejidos de lana y de algodón. Aunque la mayoría de las exportaciones se dirigía Europa, desde principios del siglo XVIII momento mucho el porcentaje embarcado hacia las colonias norteamericanas y las de las Indias Orientales, sobre todo los tejidos de algodón. En las importaciones retenidas un 54,5% eran materias primas, especialmente algodón, y un 31,1% comestibles coloniales especias, té, café, azúcar punto punto punto consumidos por quienes tenían rentas medias altas. Una economía capitalista se me industrializada como la inglesa estaba preparada para iniciar el camino de la Revolución Industrial al disponer de demanda, capital y factor humano para ello. El amplio mercado nacional y el exterior habían creado una demanda creciente. Como se verá más adelante, existía ahorro suficiente para invertir en nuevo capital y en nuevas tecnologías. En cuanto al factor humano, Gran Bretaña disponía de artesanos cualificados con incentivos para innovar y de Empresarios dispuestos a financiar el cambio tecnológico. Francia y Holanda eran también países avanzados a la altura de 1750 y, sin embargo, no fueron los pioneros de la revolucion industrial. Aunque algunos historiadores han atribuido este hecho al azar, más lógico relacionar el retraso francés con los obstáculos institucionales creados por la pervivencia del Antiguo Régimen hasta la Revolución de 1789. Esas trabas no existían en Holanda, de manera que éste han manejado otras hipótesis para explicar porque este país no fue líder. Perdida de la hegemonía comercial desde fines del siglo XVII acompañada de un descenso de la exportación de manufacturas, preferencia de la burguesía por los negocios de índole comercial y no industrial y también carencia de carbón porque, durante el siglo XVIII, las industrias holandesas intensivas en energía cerveza, ladrillos, estampado de telas, pasaron a ser menos competitivas que las de Inglaterra ya que aquí existía una abundante y barata y en Holanda se fueron agotando las reservas de turba.

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