Donacion De Organos En Chile

I. ANTECEDENTES

El trasplante de órganos es un tema controversial en nuestro país porque involucra dos temas que merecen el total respeto de la sociedad, estos son la Vida y la Muerte. Al tomar la decisión de convertirse en donante hay muchos factores que pueden influenciar esta decisión, como por ejemplo la sociedad, el estado, el estamento medico, el poder judicial, etc.

Los primeros trasplantes se realizaron durante la Primera Guerra Mundial y desde ese tiempo se ha generado el conflicto ético entre si era apropiado extraer un órgano vivo de una persona para entregárselo a otra y salvarle la vida. Gracias a la inmunosupresión fue posible realizar trasplantes sin la necesidad de que los órganos pertenecieran en su totalidad a familiares, revirtiendo el rechazo que el cuerpo extraño producía.

A medida que aumentaban las posibilidades de realizar trasplantes iban disminuyendo los donantes, por esa razón se debieron utilizar cadáveres lo que abrió el portal para otro conflicto ético, ya que había que establecer la definición de Muerte (RAE “Cesación o término de la vida”) y diferenciarla con la de Muerte encefálica (abolición total e irreversible de la función del cerebro).

La modificación de la Ley en Chile promueve la donación como una opción terapéutica, pasando de un sistema de Respuesta Requerida (la persona se manifiesta dejando por escrito si desea o no donar sus órganos - art. 8) a uno de Consentimiento Presunto (se asume que la persona es donante de órganos a no ser que haya un registro expreso de su rechazo), el problema que ocurre en nuestro país es que un gran porcentaje de la población desconoce esta modificación y los que están al tanto consideran que se vulnera su autonomía.

Generalmente las personas pueden donar órganos como el corazón, pulmón, hígado, riñones, páncreas, córneas, válvulas cardíacas, huesos y piel, a excepción de quienes sean portadores de VIH, tengan infecciones graves o cáncer por metástasis. Según la Ley 20.413, todos los mayores de 18 años son automáticamente donantes de órganos, por lo que no se requiere una autorización especial o trámite particular para serlo y en el caso de que el donante sea un menor de edad la decisión será tomada por los padres o algún representante legal.

Cualquier persona tiene el derecho retractarse manifestando su renuncia a la donación ante el Registro Civil, al momento de renovar el carné de identidad o su licencia de conducir. Además se puede realizar el tramite en el hospital donde el paciente está internado, incluso tienen el derecho a retractarse hasta antes de que se realice la operación.

Una persona podrá ser donante en vida solo cuando el trasplante se realice entre persona que tengan lazos sanguíneos hasta el cuarto grado, para evitar riesgos en la operación. La donación se realizará cuando dos médicos cirujanos distintos acrediten la muerte encefálica. La donación debe ser anónima excepto en el caso de personas vivas.

El Registro Nacional de Receptores de Órganos está a cargo de llevar el registro de las listas de espera en los establecimientos autorizados.

II. INVESTIGACIÓN DEL PROBLEMA

Más de 12 mil chilenos han manifestado su rechazo a donar sus órganos tras la promulgación de la nueva Ley de Donante Universal, algunos de ellos entregan motivos científicos o filosóficos, cuestionándose si la muerte cerebral es sinónimo de muerte y si el cuerpo será tratado con dignidad durante el proceso. También hay algunas personas que prefieren declarar que no son donantes, aunque en el fondo sí están dispuestos a donar sus órganos, pero son partidarios de que la decisión final la comuniquen sus familiares a los médicos, para resguardarse de posibles perjuicios por ser donantes. Solo el 2% de la población que fallece está en óptimas condiciones de ser donante.

También hay otras personas que simplemente aluden a que los trasplantes no son tan efectivos como el tratamiento para un paciente: "¿Cuánto es el índice de éxito después de realizado el trasplante? En el 80% de los casos sirve para alargar la vida y sufrimiento de las personas unos meses más. En el 20% restante resulta exitoso bajo una fuerte medicación para evitar el rechazo".

Según el Ministerio de Salud, la mitad de las familias rechazan ceder los órganos de un pariente fallecido, aun cuándo éste haya manifestado en vida su decisión de ser donante. La mayoría de las veces es por temor o falta de información.

En Chile, el 55% de las personas dice no conocer la ley de donación de órganos. Así lo muestra un estudio de la Universidad San Sebastián (USS), que consultó a 1.300 personas en Santiago y Concepción.

Este desconocimiento es más acentuado en los hombres (58%) y en los menores de 25 años (65%).

Los datos se contraponen al responder la pregunta “¿Estás dispuesto a donar tus órganos una vez fallecido?”. El 78% asegura que sí lo está. Otro 68% se muestra proclive a autorizar la donación de órganos de un familiar cercano.

Lo que muchas personas desconocen es que para hacer efectiva la donación se debe acreditar la muerte encefálica (perdida total e irreversible de todas las funciones del cerebro, perdiendo la capacidad de respirar, solo siendo posible la vida de forma artificial por algunas horas) por dos médicos cirujanos distintos a los que realizarán el trasplante. En Chile existen 24 Centros de Trasplantes, siendo el Hospital Salvador el con mayores índices (38).

Los actuales donantes generalmente se pueden dividir en dos grupos:

• Menores de 40 años/ alto nivel educacional/ experiencia en casos de donación o trasplantes/ tienen información recibida por su familia o mediante campañas/ aceptan la intervención del cadáver

• Mayores de 40 años/ sin experiencia previa con donaciones y trasplante/ menor nivel educacional/ rechazan la intervención del cadáver porque la consideran una mutilación/ desconocen el concepto de muerte encefálica.

La mayor cantidad de donantes son mujeres muy por sobre la cantidad de hombres donantes, pertenecientes a un rango etario promedio de 20 a 59 años, cuyo deseo de donar aumenta paralelamente con su escolaridad y nivel socioeconómico. La sobresaliente cifra de mujeres que deciden donar se justifica debido a que están dispuestas a donar parte de su cuerpo hecho relacionado a su capacidad biológica de ser madres como una prolongación de su propia vida proyectando su generosidad innata

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