EFECTOS DE LOS PROBLEMAS SOCIALES

EFECTOS DE LOS PROBLEMAS SOCIALES

Todos estos cambios pueden catalogarse como los efectos negativos de la globalización. En el frente social, el mayor efecto es que agrava los problemas sociales más dramáticos de los tiempos modernos, en particular los que afectan a los desfavorecidos. No enumeraré esos problemas sociales; estaría demasiado lejos de nuestro propósito aquí. Baste mencionar la migración de proporciones masivas, más crímenes violentos, mayor desempleo, mayor pobreza, menos educación, menos bienestar. Pero todos conducen a resultados de crecimiento más pobres, que solo pueden reflejarse en una menor producción de bienestar y pagos reducidos de seguridad social. Pero eso no es todo. Hay un problema social en el frente económico, que se ha vuelto mucho más difícil de abordar: la globalización parece aumentar la injusticia de la sociedad.

La globalización de la economía ha ido acompañada de una globalización de la sociedad. Pero hoy nos estamos distanciando cada vez más. Las actitudes desconcertantes, impredecibles e insoportables de la élite, de los medios de comunicación y de los políticos, nos han hecho sentir más inseguros sobre los beneficios de la cooperación colectiva. Tales sentimientos de desconexión, tal imprevisibilidad y actitudes insoportables entre la élite, los medios y los políticos, nos han hecho sentir más inseguros sobre los beneficios de la cooperación colectiva. En algunos países esto ha llevado a la ruptura de la cohesión social. En Italia, por ejemplo, los partidos neofascistas están emergiendo como una nueva fuerza política y, al mismo tiempo, el entusiasmo de los jóvenes por el ideal de libertad e igualitarismo no es tan fuerte como en el pasado. Nuestro análisis de la desigualdad también ha mostrado las consecuencias adversas de una distribución más desigual del ingreso dentro de los países y el fuerte aumento de la desigualdad a nivel mundial. Una confianza social más débil, una mayor inseguridad y un menor bienestar social general contribuyen a un menor crecimiento, mayor pobreza y menor apoyo social. Hemos encontrado esta correlación negativa entre confianza social y bienestar social en muchos países, pero también en un número limitado de países, con un impacto desproporcionado en Europa. La confianza social tiende a ser débil en muchos países europeos hoy en día. La confianza social tiende a ser débil en muchos países europeos hoy en día. Las crisis económicas de la última década han llevado a una caída de la confianza y la inseguridad social y reducido el bienestar social en todo el continente. Y en algunos países, la persistencia de la desigualdad, fruto mismo de la globalización, ha hecho muy difícil recuperar la confianza social.

En esos países ha sido más difícil compartir el crecimiento económico con las clases sociales más bajas. La expectativa común de que los beneficios sociales se distribuyan de manera más equitativa se ha vuelto difícil de cumplir en muchos países. En el frente económico, a menudo se ha afirmado que los costos sociales de la globalización son inexistentes. Sin embargo, ahora hay problemas crecientes con la desigualdad en ese frente, y especialmente con los costos sociales de la globalización. De hecho, las experiencias de las clases más pobres han empeorado. El deterioro de las políticas de seguridad social ha tenido un fuerte costo social en algunos países europeos, lo que ha llevado a una confianza social más débil, mayor inseguridad y un menor bienestar social general. Debido a este empeoramiento de las políticas de seguridad social, a pesar de un fuerte aumento en las políticas generales de bienestar social, la desigualdad se ha amplificado. A los ricos les está yendo mucho mejor hoy que antes, particularmente dentro de Europa.

Esta ampliación de la desigualdad también hace que sea mucho más difícil cumplir con las obligaciones sociales de los miembros menos favorecidos de la sociedad. En el pasado, la frustración de las clases sociales más bajas se expresó principalmente a través de la resistencia colectiva a la pobreza y la injusticia social que representaba. Pero ahora que la resistencia colectiva se ha debilitado, como se han dado cuenta muchos activistas, que el costo político ha aumentado y que sus canales políticos se han erosionado, los ciudadanos recurren cada vez más al gobierno, los medios de comunicación y los partidos políticos para sus acciones sociales. La correlación entre desigualdad y confianza social ha sido bien estudiada y muestra que a medida que aumenta la desigualdad, el nivel de confianza social tiende a caer, o disminuir, debido a la aparición de un debilitamiento en el sentimiento de solidaridad social. Las expectativas ahora se están transfiriendo de las políticas económicas a las sociales, y estamos viendo presiones sociales crecientes para aumentar el gasto social y mejorar el apoyo social. La amenaza de una mayor brecha entre ricos y pobres dentro de las políticas sociales también contribuye a ampliar las desigualdades, reduciendo la capacidad de los gobiernos para abordar el problema de la confianza social. Nuestro análisis ha encontrado que la confianza social es a menudo más baja en países que han visto un aumento más grande y más persistente en las desigualdades sociales y los grupos sociales más pobres.

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