EL CONTRATO SOCIAL
Enviado por josealbertorojas • 24 de Octubre de 2012 • 2.611 Palabras (11 Páginas) • 380 Visitas
La teoría del contrato social es la más representativa e influyente de las teorías políticas desarrolladas durante la Edad Moderna.
Los precedentes más lejanos de la teoría del contrato social pueden retrasarse hasta la teoría sofista del origen convencional del Nomos.
La teoría del contrato social pretende resolver explicar el hecho de que los seres humanos vivamos en sociedades políticamente organizadas. Los defensores del contrato social investigan cómo sería la vida de los seres humanos si no viviésemos en sociedades políticamente organizadas, en ausencia de un poder político y de un tejido social consolidado.
Hobbes
El primer autor que describió la vida de los seres humanos en el estado de naturaleza fue Thomas Hobbes. La descripción que Hobbes realiza del estado de naturaleza está directamente inspirada en la anarquía y las cruentas guerras civiles inglesas en tiempos de la dinastía de los Estuardo.
Según Hobbes, el estado de naturaleza es <<aquel tiempo en el que viven los hombres sin un poder común que los obligue a todos al respeto.>> Según el filósofo inglés, todos los hombres están dotados de capacidades similares. Estas capacidades son empleadas por los individuos para alcanzar aquellos fines que la necesidad les obliga a satisfacer para su conservación y dado que los seres humanos son abandonados a sus fuerzas, se convierten en enemigos unos de otros. El estado de naturaleza es, por tanto, un estado de guerra.
En el estado de guerra, los hombres viven sometidos al miedo continuo y al peligro de una muerte violenta. Los seres humanos toman conciencia de que sólo pueden aspirar a una vida solitaria, pobre, desagradable, brutal y corta. De un modo más preciso podría incluso afirmarse que la existencia humana sería absolutamente inviable en tal estado.
El temor a la muerte, el deseo de las cosas necesarias para una vida confortable y la esperanza de obtenerlas mediante el trabajo hacen que todos los seres humanos consideren racionalmente deseable instituir un estado diferente del estado de naturaleza. Y la razón nos dictaría de modo unánime que todos los individuos deben renunciar al uso de su fuerza natural, ya que es incompatible con la supervivencia individual y colectiva. Pero los seres humanos individualmente jamás renunciarían a su fuerza si no tienen la certeza de que los demás también renunciarán. Concluye Hobbes que los hombres celebrarían un contrato por el que cada uno renuncia a su poder natural y lo transfiere a una instancia (Estado) que se encarga de vigilar que ningún individuo emplee su fuerza contra otros y, en caso de hacerlo, garantizar su castigo.
La función del Estado es garantizar la paz y por ello son legítimas las instituciones que persigan y combatan el crimen y castiguen al que se evada del cumplimiento de sus obligaciones derivadas del contrato. Dadas estas condiciones cesará el miedo permanente y podrán proliferar el trabajo y el comercio y, con ellos, los medios de vida.
Según Hobbes, los individuos sólo podrían recuperar su derecho natural al empleo de la fuerza en el caso de que el estado desatendiera de modo manifiesto sus obligaciones, ya sea por debilidad o falta de autoridad. Es decir, en el caso de que el estado político degenerara en una situación de anarquía.
La perspectiva política de Hobbes estuvo severamente condicionada por el obvio pesimismo antropológico. La teoría del contrato social que hicieron otros autores no compartiría este rasgo predominante en el pensamiento hobbesiano. John Locke y Jean Jaques Rousseau compartieron la hipótesis del estado de naturaleza sin los tintes pesimistas de Hobbes.
Además, Locke y Rousseau consideraron que una sociedad organizada bajo la forma del Estado puede promover tantas injusticias como podamos imaginar. El problema para el ser humano no consistiría tanto en escapar del estado de naturaleza como en hacerlo de tal modo que de ello resulte un estado en el que los individuos sigan siendo libres.
Locke planteó a la teoría del contrato social de Hobbes la gran objeción que desde entonces se ha formulado a toda forma de organización política con la forma de estado; ¿cómo pueden los súbditos de un estado -en la formulación hipotética de Hobbes- estar seguros de que el poder no adoptará una forma despótica, tiránica? No hay ninguna garantía de que el estado no se convierta en despótico salvo que se limite su acción.
Locke
En su obra Segundo ensayo sobre el Gobierno Civil, John Locke supone a los seres humanos viviendo en un estado de naturaleza libres e iguales pero no en guerra permanente unos contra otros. Locke atribuye a todos los seres humanos conciencia y conocimiento de la ley natural. La razón nos informa de que no es legítimo dañar la vida de otros hombres ni atentar contra sus posesiones. Básicamente el estado de naturaleza se caracteriza porque en él no existe individuo superior a otro. Sin embargo, la ausencia de un poder central no justifica a los individuos para que empleen su libertad y su fuerza natural sin restricciones de ningún tipo.
La razón también proporciona información sobre un conjunto de derechos inherentes a los individuos. Resulta obvio que la existencia de derechos genera deberes en los individuos. Locke en varias ocasiones se refiere al derecho de conservación, al derecho de defensa de la vida, al derecho de libertad y al derecho de la propiedad. Para lograr el derecho a conservar sus propias existencias, los seres humanos disponen de toda la creación de Dios, de todo el medio natural que tienen a su alcance. Todo esfuerzo destinado a la obtención de medios de subsistencia recibe la denominación de <<trabajo>>. Ese trabajo implica una transformación del medio. El hombre que trabaja la tierra deposita sobre los objetos sobre los que trabaja su tiempo, su ingenio y su perseverancia y de este modo se apropia de ellos, los hace suyos. Los objetos de su ocupación se convierten en una extensión de su propio ser.
De la misma manera que el trabajo sirve para justificar la existencia de la propiedad privada, también sirve para establecer un límite a ésta.
Para Locke, cabe preguntarse cuáles son los motivos que podrían llevar a los seres humanos a salir del estado de naturaleza. La sociedad civil se justifica porque con ella podremos salvaguardar con más eficacia nuestros derechos y libertades. Hace falta una ley escrita que desarrolle los términos de la ley natural. También hace falta una instancia que se encargue de dirimir las diferencias entre los individuos en caso de conflicto sobre asuntos particulares e,igualmente , de perseguir y castigar a aquellos
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