EL CURRICULUM EN LA EDUCACIÓN

1. Introducción

Al iniciar esta unidad es probable que algunos de ustedes se pregunten: ¿Qué es un curriculum? ¿Por qué y para qué estudiar teoría curricular? Otros, estarán a la espera de precisar y profundizar recorridos transitados y, por lo tanto, se estarán haciendo preguntas más acotadas o específicas, tal vez teniendo en cuenta: preguntas propias desde sus experiencias educativas, intereses y demandas de las propias instituciones por las que transitan, entre otras.

Comencemos, entonces, por la pregunta -en general recurrente: ¿Qué es un curriculum? Aquí cabe resaltar que en Ciencias Sociales la construcción de sus conceptos tiene un carácter marcadamente polisémico y el concepto de curriculum no escapa a dicha particularidad. Podemos atribuirle ciertos elementos constitutivos pero cada perspectiva lo delimita y significa. Este “recorte” se hace al calor de distintos momentos socio-históricos y sobre la base de distintas concepciones de sociedad, de escuela, de conocimiento y de sujeto.

1. Curriculum: En búsqueda de una definición

En el campo de la educación, curriculum es un término polisémico, una palabra que se asocia a una pluralidad de significados:

• Su significado etimológico proviene del latín y hace referencia a un proyecto, un recorrido, un camino, etc.
• Puede pensarse como un organizador que se lleva a cabo dentro de las instituciones educativas, asignándole un sentido y una intencionalidad a lo que se hace dentro de la institución
• Es un instrumento para la acción pedagógica que señala las intenciones educativas y la manera para llevarlas a cabo ya que es un artificio vinculado con los procesos de selección, organización, distribución, transmisión y evaluación de contenidos escolares que realizan los sistemas educativos. La misión del docente es tomar como guía al curriculum para realizar sus prácticas educativas. Puede realizar modificaciones siempre y cuando lo respete como base.
• No se trata solo de un concepto sino de una construcción cultural (dependiendo de cada país y cada tradición pedagógica)
• Especifica los resultados de aprendizaje deseados. No se limita solo a los contenidos, sino que incluye aspectos propios de las tareas de enseñanza
• El curriculum se concibe como proceso y como solución de problemas. Es una planificación flexible que da respuestas a situaciones diversas, regionales e institucionales.
• Orienta a la práctica escolar y es abierto y flexible, sujeto a investigación permanente
• Mediante el transcurso de la historia se fue conformando una perspectiva heterogénea de análisis que concibe el curriculum como un modo de organización de la vida social en la escuela y una realidad institucional que moldea la experiencia de docentes y alumnos

El curriculum en Argentina

En nuestro país el curriculum aparece con vigor en la década de 1960, donde se comienza a hablar de pedagogía, didáctica, planes y programas de enseñanza. El cambio de denominación, paso de plan o del programa al curriculum está asociado con la idea de un plan educativo más integral, que abarca la escuela en su totalidad y que abre a los docentes mayores niveles de autonomía en la realización de su tarea

“Según D. Feldman, a principios de la década de 1970 comenzaron a ingresar en las escuelas a través del curriculum, no sólo nuevas selecciones y formas de organizar el conocimiento sino, también, teorías pedagógicas (por ejemplo, la teoría constructivista de J. Piaget). Parece ser que los expertos y los que conducían el sistema educativo confiaron, cada vez más, en la posibilidad de transformar la escuela a través del curriculum escrito”^[1]

En la Argentina esta intención modeladora convertida en normativa legal durante mucho tiempo era sólo formulada por las instancias de conducción y coordinación nacional y provincial del sistema educativo y no por las escuelas. El curriculum siempre fue en nuestro país un terreno donde el Estado y las instancias de conducción del sistema ejercieron una intervención vigilante.

Sin embargo, a fines de la década del 90’ el proceso de transformación curricular comenzó a abrirse progresivamente a las escuelas y los docentes ya que se los empezó a considerar como los verdaderos protagonistas de dicho proceso.

No obstante, ello, existe una tradición en la que todo cambio educativo se inicia con el reemplazo del curriculum escrito y, en ocasiones, la transformación se restringe a esa única dimensión

Curriculum y diversidad cultural

Uno de los problemas que se plantea en la enseñanza tiene que ver con la capacidad de la educación para acoger a la diversidad. Nos encontramos en búsqueda de un curriculum multicultural.

“…El curriculum multicultural exige un marco democrático de decisiones sobre los contenidos de la enseñanza, en el que los intereses de todos estén representados; pero para hacerlo posible es preciso una estructura curricular diferente a la dominante y una mentalidad distinta en docentes, padres, alumnos, administradores y agentes que confeccionan los materiales escolares”^[2]

Esto implica hacer de la escuela un proyecto abierto de diálogo y comunicación entre las diferentes culturas.

La escuela se ha configurado como un instrumento de homogeneización y de asimilación dentro de la cultura dominante. En este marco, los problemas no tienen fácil solución. La forma de seleccionar y desarrollar los contenidos del curriculum forma parte de toda la configuración histórica de las prácticas educativas, de las instituciones y de las ideas que las legitiman. Pero, también, en tanto un grupo social no vea reflejada su cultura en la escolaridad o la veo menos que la de otros, estamos ante un problema de igualdad de oportunidades.

Se debe entender al curriculum como la cultura real originada a partir de una serie de procesos. Esta cultura en las aulas se configura a partir de las decisiones previas acerca de que va a hacerse en la enseñanza, de las tareas académicas reales que se desarrollan, de la vinculación de la vida interna en las aulas y los contenidos de enseñanza con el mundo exterior, de las relaciones grupales, del uso y aprovechamiento de los materiales y de las prácticas de evaluación. La alteración o permanencia de esos procesos es lo que nos dará el cambio o la reproducción de la realidad vigente.

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