EL IMPACTO DE LA CRISIS EN LAS COMUNIDADES INDÍGENAS
Enviado por Marcell Ruiz Luis • 31 de Mayo de 2018 • Ensayo • 1.153 Palabras (5 Páginas) • 146 Visitas
Si pudiéramos mirar en todas direcciones, si pudiéramos escudriñar en el mapa las latitudes por doquier, descubriríamos la pobreza y la crisis en la que se encuentran muchos de nuestros hermanos en el mundo. Los veríamos a ellos, que aunque son nuestros iguales, son aquellos a quienes la desigualdad le ha hecho la burla, los veríamos a ellos y aquellos a quienes la tecnología y las políticas seudoinovadoras no les han sabido saciar el hambre.
Distinguidas personalidades que integran este jurado calificador. Hermanos oradores, que con su sola presencia dan sentido y vida a las palabras. De la comunidad tranquila, callada y multicultural de Tolosa Donají del norte de esta región, vengo ante ustedes con la debida consideración y respeto a disertar el tema EL IMPACTO DE LA CRISIS EN LAS COMUNIDADES INDÍGENAS.
Recientemente, la Organización de las Naciones Unidas confirmó que existen 1300 millones de seres humanos que se encuentran viviendo en las más precarias condiciones de pobreza, y de los cuales, 450 millones son pertenecientes a alguna etnia.
El colapso y el fracaso de los sistemas económicos del mundo hoy detona una crisis global y nuestros hermanos indígenas son con fuerza los mayormente golpeados con consecuencias.
En América Latina, ser pobre y ser indígena, no solo significa ser rechazado, también significa contar con 20 años menos en su esperanza de vida con el respecto de la demás población y con el 70 por ciento de mortalidad infantil en función de los pésimos o nulos servicios médicos que el estado les adeuda.
En México, la sequía que arrasa sin piedad a 1213 municipios detrimento directo a las familias sustentadas por el campo, mayoritariamente indígenas, hoy hacen que seamos testigos de un éxodo sin precedentes. De las comunidades a las ciudades donde se exhiben la más triste de las realidades y la cara más fea y dolorosa de la hambruna y de la necesidad.
Sin embargo, el cinismo de los políticos prevalece, y los vemos repartiendo a diestra y siniestra despensas electoreras que en nada resuelven el problema de fondo de un campo por tanto tiempo abandonado y muy mal aprovechado.
Resulta indignante, y resulta doloroso el ver cómo se han trastornado los programas sociales en nuestro país en perjuicio de los mexicanos. Y me refiero, al caso del desvío ilegal y criminal de recursos haciendo uso antipatriótico de la Secretaría Nacional de la Reforma Agraria para financiar estas asociaciones civiles fantasmas en proyectos que no son sustentables y que se encuentran ampliamente documentados en el más reciente libro “Calderón de cuerpo entero”.
Estos recursos mal utilizados, bien podrían haber sido empleados para generar inversión en el campo, para poder favorecer a los productores indígenas y garantizar con ello una vida más competitiva, para ser libres y para poder progresar.
Sin embargo, no ha sido así. Debemos nosotros pugnar porque se invierta en el campo, y encontrar en ello nuestra vocación como país.
En esta propuesta, quiero exhortarlos con las palabras de Antonio Gramsci que dice “Instrúyanse porque necesitaremos toda nuestra inteligencia. Conmuévanse, porque necesitaremos todo nuestro entusiasmo, organícense, porque necesitaremos toda nuestra fuerza”.
Señalando con índice flamígero, puedo decir que todo aquel que obra mal teme indiscutiblemente a todo aquel hombre que obra bien. Hoy debemos hacer de nuestras virtudes un vicio, y de nuestros vicios propios, la más grande de nuestras virtudes. Y únicamente haciendo uso de nuestros recursos podremos defender la ideología suprema del hombre.
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