EL MALTRATO ANIMAL ¿Qué provoca el irrespeto del hombre por las formas de vida?
Enviado por less_pinta • 4 de Noviembre de 2018 • Ensayo • 2.019 Palabras (9 Páginas) • 171 Visitas
“UNIVERSIDAD TÉCNICA DE COTOPAXI”
[pic 1]
FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS Y DE LA EDUCACIÓN
CARRERA: PEDAGOGÍA DE LOS IDIOMAS NACIONALES Y EXTRANJEROS
TEMA: EL MALTRATO ANIMAL
NOMBRE: LESLY JOHANA PINTA CLAUDIO
MAYO – AGOSTO 2018
EL MALTRATO ANIMAL
INTRODUCCIÓN
¿Qué provoca el irrespeto del hombre por las formas de vida?
El presente ensayo habla de la violencia infringida a los animales en vulneración de sus derechos, la cual se ha visto presente en los últimos tiempos debido a la falta de interés de la sociedad en amparar y proteger a estos entes de vida, pese a que carecen de voz pero tienen sentimientos y merecen que se respete su dignidad que como seres vivos poseen.
La cruel realidad a la que los animales están expuestos actualmente es trágica e inaudita, pues cuesta creer que todo esto es producto de la mano del hombre y de sus antivalores, por la creencia de que el hombre se cree “superior” a estas criaturas por sus facultades de razonar y actuar.
Las ambiciones latentes en el ser humano sobrepasan los límites de su buen juicio y moral, a tal punto de exponer a los animales a situaciones inhumanas con la finalidad de obtener lo que quiere, donde el respeto y el remordimiento no tienen lugar.
DESARROLLO
Glatt (2009) menciona que “el maltrato animal es, a la vez, un factor que predispone a la violencia social y, al mismo tiempo, una consecuencia de la misma. Forma parte de la cascada de la violencia que nos va alcanzando a todos como individuos y como sociedad” (párr. 3).
La violencia viene a ser uno de las principales problemáticas sociales, es también la que limita el desarrollo de la persona y por ende el de la sociedad, haciéndola retrograda y dando paso a un sinnúmero de situaciones lamentables que se presentan en el día a día y que hasta ahora muchas de estas quedan en el olvido y sin resolución alguna.
Por consiguiente, “el maltrato hacia los animales es tolerado por aquellos que lo observan; se minimizan sus causas y sus efectos, y los padres, maestros y comunidades que no dan importancia al abuso animal en realidad incuban una bomba de tiempo” (Glatt, 2009, párr. 7).
Es así como la violencia pasa a ser sinónimo de algo “normal” aún más al tratarse de animales, y es así como se genera el desinterés personal y colectivo que con el paso del tiempo transforma a la sociedad en un espacio lleno de inseguridad, donde el menosprecio del hombre hacia los seres vivos impera y la violencia está latente en cada rincón y en un momento inesperado ésta se presenta y los daños pasan desapercibidos.
La mayor parte de las personas que justifican el maltrato y la crueldad hacia otros seres vivos, aseguran que es un derecho “divino” que los humanos tienen sobre las demás especies del planeta por su inteligencia “superior”, cuando es ésta inteligencia y raciocinio la que debe distinguirnos del resto de los animales. Tristemente, esa inteligencia que privilegia a los seres humanos no ha sido debidamente aprovechada para hacernos conscientes del importante papel que jugamos en nuestro planeta, y sobre todo de la doble responsabilidad que tenemos por ser precisamente “seres racionales” (Aranda, 2012, párr. 12).
El progreso del ser humano ha sido trascendental, pues la inteligencia es la que los distingue de otras especies, pese a la evolución, los avances y conocimientos que este ha adquirido, el respeto a otras formas de vida sigue siendo un problema pendiente, específicamente a los animales tanto por los que proveen alimento, por los de compañía o por los que están libres. Los animales han estado junto al hombre desde tiempos inmemorables y han sido beneficiosos para el mismo, y aunque el hombre es considerado un animal racional por tener capacidades intelectuales, en varias ocasiones es irracional con estos seres que considera inferiores, y no reconoce la responsabilidad que tiene con estos entes de vida y no es capaz de no tener compasión alguna al tratarlos de maneras bárbaras y crueles, torturarlos o matarlos, entonces, ¿quiénes son los animales?
El maltrato animal está ligado a los problemas psicológicos y morales.
Como sociedad debemos preguntarnos en qué lugar nos deja un estudio que afirma que las personas que abusan de los animales son hasta cinco veces más tendentes a llevar a cabo actos violentos contra las personas. (…) Hay conductas que son frecuentes en niños y que se justifican por ser habituales. Pero, según psiquiatras y criminólogos puede ser una “válvula de escape”. Allen Brantly, agente especial y supervisor del FBI es un gran experto en la materia y advierte que en ocasiones este tipo de actos no son una vía de escape inofensiva en individuos sanos (García, 2015, párr. 3).
El comportamiento de satisfacción al maltratar a un ser vivo no es normal en una persona con un buen juicio mental y no es justificable por ningún motivo, esto está demostrado por estudios científicos que avalan que si el ser humano no tiene el mínimo respeto por la vida de un animal a tal punto de explotar su sadismo en él, menos lo tendrá por la de otro ser humano. De acuerdo a estudios y testimonios es importante no pasar por alto ningún detalle por más mínimo que sea en el compartimiento de un individuo.
Es así que en el año 2009, Glatt señala la estrecha relación que tiene la violencia humana con la animal, pues el maltrato animal puede producirse por traumas causados en el agresor al vivir en un ambiente de violencia o ser víctima de la misma, provocando un desequilibrio mental y emocional que expresan con comportamientos sádicos y violentos en los animales por sentimientos reprimidos. Menciona también que la violencia a los animales es la clave para determinar la violencia intrafamiliar y contrarrestarla de raíz, evitando que se cree una futura generación de violencia.
Glatt (2009) en el aspecto moral sugiere que “la gran mayoría de los niños puede vivir una etapa en la cual pueden lastimar insectos como parte de la exploración del mundo; sin embargo, con el correcto asesoramiento de sus padres, consiguen comprender que los animales son sensibles al dolor” (párr. 15).
Comúnmente se dice que la primera escuela es la casa y los primeros conocimientos en cuanto a valores provienen de los progenitores, es por ello que la forma de educación que transmiten es primordial al momento de desenvolverse en la sociedad, pues se emita lo que se aprende. Pero, los valores casi nunca persisten al halar de los animales, pues como todo ser vivo este experimenta dolor y con la influencia de unos buenos valores el hombre está en la obligación de mostrar respeto.
...