EL ORDEN CRIMINAL DEL MUNDO

EL ORDEN CRIMINAL DEL MUNDO.

La concentración de capital en una pequeña parte de la población y la simple aceptación de las llamadas “leyes económicas” ha generado una desigualdad y un impunidad de proporciones asesinas, Eduardo Galeano escritor uruguayo junto con Jean Ziegler, ensayista y ex relator de la ONU cuestionan el nuevo orden del mundo.

El modelo económico capitalista es presentado como el único en inamovible el más indicado para construir un mundo mejor, pero detrás de este se encuentra el deseo de poder que desmoraliza a la sociedad, a los países, se ha convertido en un llamado”Miller capitalismo” ya que cien mil personas mueren de hambre todos los días, cuando el mundo es capaz de alimentar a casi el doble de la población mundial, se ha convertido en un dios quien decide dice quien vive quien muere.

Como Ziegler expone La globalización es una mentira (vamos a crear una economía unificada por todos donde todos van a disfrutar de los diferentes beneficios) ha posicionado a tres organizaciones que regulan los hechos económicos, son el banco mundial, el fondo monetario internacional, y la organización mundial del comercio, pero son entes no humanitarios. Tan solo se ocupan de lo mercantil. Todo lo que hay detrás de las grandes organizaciones tiene a nuestra sociedad marginada, el sobresalir es un tema triste ya que no estaremos tranquilos si nuestras propias naciones nos arrebatan las oportunidades.

Hoy en día vivimos con miedo, este es una herramienta imprescindible para que los trabajadores se sometan a las disposiciones de los empresarios quienes deciden quien trabaja y cuanto trabaja, por un salario que no es el indicado. Todos podemos ser víctimas, le puede tocar a cualquiera, se siembra el miedo en las personas, para prevenir que la gente opte por defender su dignidad sus derechos y todo aquello a lo que son merecedores.

Poco a poco nos hemos convertido en personas egoístas, que solo buscamos el beneficio para nosotras mismas, sabiendo que en muchas partes del mundo existen personas en condiciones deplorables, donde solo hay una falsa justicia social, debemos rechazar todos aquellos actos que son absurdos y corregibles, que no es normal tan solo porque son las leyes naturales de la economía, que siempre se puede hacer la diferencia, con pequeños actos.

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