EMPRESAS PRIVADAS EN LA COMERCIALIZACION DE LAS VACUNAS CONTRA LA COVID – 19, ¿OBTACULIZACIÓN O AYUDA?

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EMPRESAS PRIVADAS EN LA COMERCIALIZACION DE LAS VACUNAS CONTRA LA COVID – 19, ¿OBTACULIZACIÓN O AYUDA?

COVID-19, un término que de ser mencionado dos años atrás no cobraría sentido, pero hoy luego de dejar y seguir dejando millones de muertes, es una palabra clave asociada a un escenario desconsolador y hasta sacado de una película futurista. Debido que llegó de manera repentina llevando consigo la vida de un sin número de personas que ni siquiera tenían esperanza porque la ansiada solución estaba en proceso. Para bien, ya se cuenta con no solo una vacuna, sino con 15. No obstante, aunque ya se tienen “dosis de solución”, la distribución y comercialización de estas ha resultado una cuestión de gran debate. Este contexto ha conllevadlos a los gobiernos a preguntarse por cuál sería la mejor opción para garantizar la pronta vacunación, si la empresa privada o el estado. Por lo cual, surge la siguiente controversia: ¿Estás de acuerdo que el gobierno permita la comercialización de las vacunas contra el COVID-19, por parte del sector privado? A través del presente texto se fundamentará por qué el gobierno no debería permitir la comercialización de las vacunas contra la COVID-19 por parte del sector privado.

No es pertinente la intervención del sector privado en la comercialización de la vacuna, puesto que obstaculizaría el proceso de inmunización.  Llevar a cabo una vacunación a contrarreloj requiere de un estructurado plan de logística que tome en cuenta todos los aspectos posibles, desde la pronta inmunización hasta una proyección de largo plazo. Eso lo saben muy bien las autoridades de EEUU, donde de acuerdo con el diario BBC (2021) todas las vacunas son provistas por el gobierno. Esta decisión pretende asegurar la garantía de legalidad y evitar estropear su campaña nacional. Debido que, las farmacéuticas que negocian con los países se hacen responsables de los efectos adversos que puedan provocar las vacunas cuyo uso está adscrito a un contexto de emergencia. Requisito que una empresa privada no podría cumplir a cabalidad por el gran riesgo económico que significa. Asimismo, es importante mencionar que una comercialización por empresas privadas generaría un efecto contrario al objetivo colectivo, al entrar a competir con el Estado como proveedor, lo que podría incluso perjudicar la campaña de inmunización nacional. Pese a esta evaluación, ciertos países decidieron apostar por el sector privado, tal es el caso de Colombia, que como se esperaba no tuvo un resultado satisfactorio, ya que según afirma el diario América (2021), las Cámaras de Comercio colombianas dejaron de vacunar de forma privada. Entre los principales factores de esta decisión se entra la escasez, dado que iniciar una vacunación liberal supone un dilema ético. El cual se basa en la escasez mundial de vacunas, las cuales no pueden ser producidas por otros laboratorios, gracias a que se encuentran “protegidas” por un derecho intelectual (patente). En este sentido, vacunar sin priorizar es una falta de sentido común, porque supone quitarle la posibilidad a otra persona que tal vez lo necesite más por su edad o por sus enfermedades preexistentes. Dicha situación, no solo acontece en América, en Europa, España (Madrid) también ha fracasado con la privatización de la vacunación. A causa del surgimiento de competencia entre la empresa privada y el Estado, además del incremento del gasto público. El diario El Público (2021) manifestó que las autoridades del lugar habrían destinado 804.098,53 euros de las arcas públicas para los privados. Y es que dichas empresas necesitan enfermeras para aplicar las vacunas, lugares para almacenarlas, centros de vacunación y eso no va a venir de otro lugar que no sea el Estado. Por lo que tendría que realizar un gasto adicional que podría ser usado de manera más eficiente en la compra de dosis o equipamiento médico que realmente asegure la salud pública de los ciudadanos.  Por todo lo mencionado anteriormente, hoy más que nunca, se espera la acción firme y consciente de los países con el fin de velar por la vida de cada uno de sus compatriotas.

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