ENCANTOS Y DESENCANTOS DEL PROCESO DE GLOBALIZACIÓN EN CHILE Y SU REPERCUCIÓN EN EL PARTIDO SOCIALISTA DE CHILE

ENCANTOS Y DESENCANTOS DEL PROCESO  DE GLOBALIZACIÓN EN CHILE Y SU REPERCUCIÓN EN EL PARTIDO SOCIALISTA DE CHILE

La Globalización  debe entenderse como sinónimo de internacionalización.  Podríamos decir que en sentido estricto es un proceso de algunas actividades de funcionar en unidad de tiempo en todo el planeta, sin duda, que esto es un fenómeno nuevo, dado que en las últimas dos décadas del  siglo XX se ha logrado articular un sistema de transporte, telecomunicaciones e información en todo el mundo que a través de sus flujos logra dominar casi toda la actividad humana.

También  podríamos decir en términos más simples que estamos asumiendo que todos vivimos en un mismo mundo, no es casualidad que esta palabra “Globalización” esté en todo el orbe exhaustivamente siendo discutida, generando adeptos y detractores y que además no está ajena a ningún discurso político, económico y social.

Los detractores dicen que esta es una idea de libres mercadistas que desean desmantelar los sistemas de bienestar y recortar gastos estatales.  Por otro lado, los adeptos plantean que no sólo la Globalización es muy real, sino que sus consecuencias pueden verse en todas partes.  Una realidad de la Globalización son las dificultades económicas de la crisis asiática de 1998, vista desde un prisma destructivo, como lo plantea el escritor financiero Japonés, Kenichi Ohmae.  No se trata en este texto de banderizarse, con una u otra posición respecto de este tema sino plantear que esta emerge en un tiempo en donde las jerarquías van decayendo y se tiende hacer más horizontal que vertical para administrar, podemos decir que la Globalización por lo nuevo de su carácter, tal como la estamos experimentando, en revolucionaria.  Pero ninguna de las posiciones anteriormente mencionadas expresan adecuadamente que es o cuales son sus implicaciones para nosotros, dado que ambas, consideran el fenómeno desde el punto de vista casi estrictamente económico.  Pensarlo o plantearlo así es un error.  La Globalización es política,  tecnológica y cultural, que además viene solo desde fines de los años 60.  Sin duda que si vemos este avance que ha tenido la sociedad en los últimos 30 años, y comenzamos a recordar que desde la transmisión del primer mensaje por telégrafo eléctrico, se inicio una etapa, después llegó la comunicación vía satélite y ahora tenemos la posibilidad de comunicarnos instantáneamente de un lado del mundo a otro.  Todo esto, por supuesto, que encanta.  Un solo ejemplo de este avance en las comunicaciones que afectan a nuestras vidas lo podemos reflejar de la siguiente manera conocemos la imagen de Bill Clinton, pero nos resulta desconocida la cara de nuestro vecino.  Esto es producto de la globalidad en las comunicaciones.  Por eso es un error pensar que esta es sólo económica y financiera, no es sólo lo que esta lejano a nosotros lo que importa, sino también lo que está en nuestra intimidad, en nuestro diario vivir.

La discusión que tenemos acerca de los valores familiares, parece ser un tópico que por lo visto nada tiene que ver con la Globalización.  Pero, resulta que si tiene que ver, ¿O acaso la exigencia de igualdad para la mujer no está transformando, positivamente, las relaciones familiares?.  Esta verdadera revolución está afectando en ámbitos que van desde el trabajo a la política.

Por lo tanto, la Globalización no es solo un proceso, sino que es una serie compleja de estos.  Este fenómeno al envolver todas nuestras actividades, presiona hacia arriba como también presiona hacia abajo, haciendo nacer nuevas presiones para la autonomía local.

Esto lo grafica muy bien el sociólogo norteamericano Daniel Bell quien dice: ”Que la nación se hace no sólo demasiado pequeña para solucionar los grandes problemas, sino también demasiado grande para arreglar los pequeños”.  

Ahora, la Globalización, no está evolucionando equitativamente, por lo que los resultados no son siempre encantadores, sino más bien desencantadores y decepcionantes.  Nuestra sociedad, la chilena, ha tomado como modelo de vida a Norteamerica o mejor dicho ha ido desarrollando una americanización de su estilo de ser, en donde la comida chatarra del Mc Donald´s reemplazó las cazuelas típicas del restaurant de la esquina o del marcado.

Las grandes multinacionales vienen de Norteamerica única potencia actualmente económica, financiera y militar que existe hoy en el planeta, y las que no, vienen de otros países menos ricos que Estados Unidos, pero ninguna proviene  de las zonas más pobres del mundo.  Nosotros como sociedad en desarrollo del lado Sur del Mundo tenemos poco o casi ningún peso en este tipo de materia.  La destrucción de culturas locales (Ralco) también es una de las características negativas en esta Globalización, el sistema económico que impera ampliando la suerte de los desposeídos, las migraciones internacionales de mano de obra desplazada por las crisis económicas hacia zonas con mayores oportunidades de empleo y progreso, etc.  Por último las fuentes de productividad y competitividad en la nueva economía global dependen fundamentalmente de la capacidad de generación de conocimientos y procesamiento de la información.  La cual depende, a su vez de la capacidad cultural y tecnológica de las personas, empresas y territorios.

La Globalización en su encarnación actual de capitalismo informacional es regulado y competitivo, supera a los estado, pero articula a los segmentos dinámicos de las sociedades en todo el planeta, al tiempo que desconecta y margina a aquellos que no tienen otro valor que el de su vida.

Sin duda que este tema afecta a la izquierda en general, a los partidos políticos específicamente al partido Socialista de Chile, por haber sido este una de los ejes fundamentales de la ex unidad popular y unos de los primeros partidos de izquierda que a mi juicio entendió que las cosas habían cambiado, que confrontarse a la dictadura nos llevaba como sociedad al despeñadero.  Esto sin ninguna duda que es revolucionario dado que no implica perder de vista para lo que nació este partido que es “Cambiar el Mundo”.

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