ENSAYO DE TELEVISION BASURA

ESCUELA DE OFICIALES DE LA FUERZA AÉREA DEL PERÚ

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La televisión basura

Asignatura: Lengua II

Elaborado por

Cadete Aspirante FAP: Salcedo Hilario Abraham Omar

Docente asesor: Mairene Berru Jara

2021-2

La televisión basura

El término “televisión basura” o “telebasura” conocido desde la década de los 90, según la RAE (2012), se define como conjunto de programas televisivos de contenidos zafios y vulgares. Asimismo, el psicólogo Manuel Arboccó (2012), lo define como: Medio que explota el morbo, el sensacionalismo y el escándalo como palancas de atracción de la audiencia, por los asuntos que aborda, por los personajes que exhibe y coloca en primer plano y, sobre todo, por el enfoque distorsionado al que recurre para tratar dichos asuntos y personajes. (p.44)

Este tipo de programas se transmiten en la televisión nacional en horario de protección al menor, lo cual ocasionaría un perjuicio hacia estos, su consumo constante influenciaría negativamente sobre su identidad moral, porque dichos programas carecen de contenido cultural. Esto ha ocasionado que este suceso haya generado que se considere la televisión y sus contenidos como “un problema social”. Sin embargo, no ha habido ningún cambio por parte de las autoridades peruanas ni por los estudios de televisión, a pesar de que la opinión popular expresará su desagrado con marchas de protesta, comentarios y manifestaciones, que dominan las redes sociales y las calles. A manera de ejemplo, podemos citar la marcha popular contra la televisión basura, la cual tuvo lugar un 27 de febrero del 2015. Como bien señala el diario Perú 21 (2015), “El objetivo principal de esta protesta era exigir el cumplimiento del artículo 40 de la Ley de Radio y Televisión N° 28278, artículo que regula el horario de protección del menor”. No obstante, ni las protestas, ni las críticas, ni el rechazo de cierto sector de la población han podido detener el constante incremento de programas de este tipo, que invaden la mayoría de los canales y horarios dirigidos a toda la población peruana, interviniendo de manera negativa en los jóvenes. Una de las problemáticas relevantes actualmente es acerca de la influencia que tiene la telebasura en la identidad moral de los jóvenes.

Se ha discutido sobre la prohibición de estos programas en la televisión nacional. Por un lado, un sector de la población manifiesta que estos programas son transmitidos con el único fin de entretener y divertir a las personas con su contenido. Otros en cambio, expresamos el desagrado sobre la mala “calidad” televisiva que estos programas realities, talk shows, entre otros, poseen y deben ser retirados de los canales nacionales. En el presente ensayo, se sustentarán las razones por las cuales la telebasura influencia de forma negativa en la identidad moral de los jóvenes peruanos, entre los que destacan, en primer lugar, la  transmisión de contenido de muy baja “calidad” que promueve la formación de pensamientos y conductas sexistas, racistas, vulgares y morbosas ; en segundo lugar, la estimulación de estereotipos nocivos, a través de estos programas, que generan el deseo de la imitación corporal y de un estilo de vida.

Debemos iniciar manifestando que la transmisión de programas basura con contenido de “mala” calidad promueve la formación de pensamientos y conductas sexistas, racistas, vulgares y morbosas. Cuando se menciona calidad televisiva, según la definición del diccionario de la Real Academia Española (2001), esta tiene que ver con la propiedad o conjunto de propiedades inherentes a algo, que permiten juzgar su valor. Así, la calidad televisiva se divide en dos grupos: buena calidad y mala calidad. Los programas con buena calidad se identifican con contenido político, económico, cultural, científico o internacional que abarcan temas interesantes e importantes para la sociedad. En cambio, en el grupo en el que nos enfocamos el de “mala” calidad prevalece la copia de formatos, la vulneración de los valores democráticos, la escasa diversidad en los temas tratados, el sensacionalismo, el tratamiento de temas banales, etc.

Lo antes mencionado en el párrafo anterior lo podemos ver reflejado en el contenido de las telenovelas nacionales que reproducen estereotipos de género con características sexistas y racistas que ocasionan pensamientos discriminatorios. Tal como lo menciona Entel (2004), los estereotipos constituyen creencias generalizadas atribuidas a mujeres y a hombres a través de una percepción sesgada que se recibe de la familia, de la escuela y de mayor manera en los medios de comunicación. Las telenovelas hacen énfasis en el público juvenil, priorizando los personajes de las mujeres y los hombres construyendo o reproduciendo estereotipos ideales de género. Así como lo comenta Herrero (2013), las telenovelas han expuesto un sistema de dominación. Por lo tanto, también de subordinación clasista y racista que afecta tanto a hombres como a mujeres; en las imágenes que presentan, se puede percibir la dominación masculina, la sumisión femenina, los estereotipos y roles de género, el sexismo y el racismo. Las telenovelas sitúan a hombres y mujeres en distintos espacios (doméstico, laboral, racial, etc.) con distintas asignaciones de roles. En donde, representan a los varones como los protectores y trabajadores; en cambio, a las mujeres con roles pasivos y cuidadoras del bienestar físico-emocional de la familia. Por otro lado, el racismo se evidencia en el reparto de roles de los personajes principales. Por ejemplo, los personajes principales son interpretados por actores de “tez blanca” con un rol superior, y los de “tez morena o indígena” con un rol inferior.

Asimismo, se puede observar que los programas de televisión abarcan contenido vulgar a través del lenguaje soez y el exhibicionismo que transgrede el pudor social de los jóvenes. El contenido vulgar es caracterizado por incluir contenido provocativo, ofensivo, obsceno o de mal gusto que incite una fuerte reacción negativa. Los programas con este contenido de agresión a la intimidad y denigración de los personajes que aparecen, exhibicionismo y provocación, sin ningún tipo de pudor y sin tener en cuenta los horarios de emisión para que los jóvenes no los puedan ver, transgreden a la población juvenil. (AUC ,2004, p.20). Al transmitir este tipo de contenido lo que busca es crear polémica en la población sin importarles cómo el contenido puede afectar en ellos. Tal y como lo menciona Rodríguez (2005), “la descortesía verbal se usa en el discurso televisivo de estos programas como medio realmente eficaz de captar audiencia” (p.198). La descortesía verbal está socialmente aceptada y ha resultado un hecho cotidiano que se presencia en la TV que resulta atractivo. Asimismo, se presenta el exhibicionismo a través de los personajes realities con prendas muy cortas y ceñidas que exhiben sus atributos físicos. Según Brenes (2010), denomina ‘descortesía mediático-lúdica’ a la «utilización consciente y estratégica en los medios de comunicación de masas de elementos verbales descorteses o exhibicionistas, en aras de una finalidad muy determinada: divertir al telespectador para conseguir, así, aumentar el consumo de un determinado producto». Ello ha sido la causante de que el medio televisivo haya sufrido esta degeneración de lo informativo a lo lúdico, ya que los programas se han centrado sólo para lograr ello. En conclusión, el éxito de estos programas se basa en el uso de dicha descortesía mediático-lúdica y con el contenido vulgar que atentan contra la población juvenil, que perjudican sus posibilidades de expresión y de contenido en términos tanto de información y formación como de entretenimiento y que vulnera los valores constitucionales como el derecho a la veracidad, a la intimidad y a la dignidad de las personas.

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